Cuando estés aquí.

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No iba a decir que se sentía... reemplazado, o reemplazable. Tenía más de 30 años, ya no era como que esas cosas fuesen trascendentes... lo que sí era transcendente, era lo que Damon estaba planeando.

—No me malinterpretes, pero es que no te entiendo.—

—¿Qué no entiendes, Jay?— Dijo Damon, sin levantar la vista. Después de comer, Damon había sacado una de sus libretas en donde había estado escribiendo, desde hacía unos minutos, algo que Jamie no había podido descifrar.

—Me refiero a... que hablas de un nuevo disco para Gorillaz, porque según tú ha pasado algo de tiempo, y yo también lo creo, pero es que también hablas de Blur, y no sé si debería ponerme a dibujar, o... no sé.— se encogió de hombros. Evitaba verse molesto, porque realmente no lo estaba...

O no tanto. Sentía que Damon estaba jugando con él, pero no podía molestarse tanto, porque ver a su esposo tan feliz era como un sedante. En realidad, Damon había estado tan, tan de buenas... y todos los días hablaba con Graham. Pasaban lagos minutos compartiendo su día, y eso era magnifico... pero Jamie no sabía que dibujar. Damon iba y regresaba al estudio, y pedía ser acompañado, pero a la vez, las pláticas que tenía con Graham trataban de reuniones y conciertos.

Damon soltó el lápiz que tenía entre la zurda, y, ahora sí, se atrevió a mirar a su esposo. —Lo... lo lamento, tienes razón, yo... he estado muy metido en esta idea, y... bueno...— No sabía qué decir. Estaba algo distante, la verdad no era como que no le importara Gorillaz, solo...

Solo había extrañado muchísimo a Blur. Y la primera vez que se reunió para tocar con Graham, con Alex... con Dave, le había dado la energía y felicidad suficiente como para no sentirse solo nunca más, si en algún momento se llegaba a la posibilidad de encontrarse verdaderamente solo. Había sido tan excitante poder tocar canciones que había creado hacía tanto que hacer nueva música había pasado a un segundo plano, porque quería a sus amigos... desvió la vista de Jamie, para continuar escribiendo. Jamie frunció el ceño ante la respuesta incompleta, y, soltando solo un bufido, optó por levantarse, e irse a la habitación que ambos compartían.

No sabía que dibujar, entonces optó por hacer un boceto de la nipona que tanto adoraba. Enredo su corto cabello, y le dio unas piernas incluso más largas que las anteriores, porque decidió que ella había crecido. Pensó en un concepto, pero... necesitaba a Damon para eso. Optó por escribir la idea, pero mantenerse dibujando, y no regresar al comedor. Cuando Damon estuviera lisito sería, entonces.

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En realidad, no era como que Jamie muriera de ganas por platicar con Graham, con Dave, o con Alex..., no porque le desagradaran, sino porque eran amigos de su esposo, no de él, y, aunque en su momento ya había tenido cierto contacto con todos ellos, habían pasado muchos años... sin contar que estaba algo molesto con Damon.

Tal vez era algo estúpido, pero... no podía quitarse la molestia solo porque supiera que no tenía sentido. Daba lo mismo, parecía que a Damon no le importaba... porque ni siquiera lo había notado, al parecer.

Jamie no se sentía reemplazado, ajá, pero estaba lo suficientemente indignado como para mantenerse callado. Como fuese, ni eso, ni su cara de "pocos amigos" contaron como indirecta a su esposo.

—Uh, parece que a alguien le hace falta que lo toquen en los baños...— Jamie volteó, con el ceño fruncido, a donde venía esa voz, solo para encontrarse con la picardía hecha persona:

—Que gracioso. Quien sabe, ya no recuerdo cómo se siente.— Reclamó... con molestia. Una que no había hecho notar, pero que existía. Respondió distante a la idea. Damon rio, antes de meterse el cigarrillo que tenía entre dedos a la boca. Extendió la cajetilla hacia Jamie, y este optó por tomar uno también, aprovechándose de esa "bondad". Damon sacó su encendedor, y se sentó al lado del menor. Nadie había llegado aún, pero la batería de Dave ya estaba ahí, junto con los amplificadores. Damon prendió ambos cigarrillos moviendo la mano frente a Jamie rápido, con la llama de la libertad entre sus dedos.

You can blame me -Jamion-Where stories live. Discover now