Here we go agaain

231 33 21
                                    

Y NORMALMENTE Jamie no habría presumido que tenía la razón. De hecho podía expresar que le desagradaba hasta cierto punto decir "te lo dije", un más cuando le decía a Damon algo que seguro le pasaría –que solía ser malo- y así era.

Como fuese ahora tenía que lidiar con eso, y todo porque apoyó una idea que al principio le pareció de lo más divertida; Apenas pudo apreciar las malas posibilidades debido a la emoción en la carita de su novio. Y es que él lo había propuesto como si fuese la mejor idea de todas.

Era de mañana cuando por primera vez sus oídos captaron la idea que los llevaría a ese momento en el que el pánico comenzaba a apoderarse ligeramente de ambos, aunque solo Jamie estaba consciente de que eso era lo que sentía.

—¿No tienes alguien más a quien molestar?— Inquirió el dibujante con diversión, hundiéndose entre sus cobijas, al tiempo que Albarn trataba de colarse entre ellas como si fuese una lombriz, o una cosa así. Damon negó, rindiéndose ante el encontrar calor hundido entre las sabanas de su novio, prefiriendo el abrazarle dejando una de sus piernas sobre las ajenas, junto con sus brazos rodeándolo.

—Estaba pensando...—

—Algo tonto sería una graan sorpresa— Interrumpió el dibujante con sarcasmo; Albarn no se tardó en proporcionar un golpe en el brazo, soltando un bufido fingiendo estar molesto. Jamie solo pudo reír con diversión salida de la nada –no había motivos para reír, según él, cuando te levantabas tan temprano tras dormir más que tarde-.

—Shgggg— Rogó casi con insistencia insoportable el vocalista, moviendo a su compañero con ambos brazos antes de dejar dicha acción para notarse serio. —Estaba pensando en que podríamos ir a cenar hoy—

Jamie presentía –y no por hacerse el superior- que Albarn ocultaba algo. Solo él sabía que era, pero lo hacía... no era como que el rubio fuese de invitar a cenar. A diferencia de Jamie, el cantante prefería cenar en casa, tal vez tratando de preparar algo, o una cosa con ese estilo donde pudiera hacer todo el desorden que le permitiera la comodidad de su hogar. Cambiaba constantemente de parecer respecto a las salidas y a su forma de ser.

—¿Me debería poner mi mejor traje?— Jamie no ponía tanto empeño en sus respuestas, porque acababa de levantarse, y seguía reclamándole al ajeno en silencio, que era bastante temprano para ser sábado. Planeaba quedarse un buen rato en cama hasta que el sol lo hiciera sentir mal por aun estar en pijama..., un plan más frustrado.

—No, Jamie, deberías callarte ya y decir que es la mejor idea de todas— Rezongó Damon con un mohín bien marcado en sus gestos.

—No podría decirte eso si estoy callado— Le recordó con aire de superioridad fingida, como si crear una plática un tanto inútil le diere excusa para permanecer con los parpados abajo aun sobre su preciado colchón. Arrastraba las palabras, apenas separaba los labios, pero si el mayor le entendía, no tenía por qué crear más esfuerzo.

—Pero sí puedes decir un montón de cosas mientras nos besamos... ¡quién lo diría!— Murmuró Damon, aun fingiendo estar molesto; No podría por mucho ante el gesto digno de sorpresa y sonrojo de su novio, que frunció el ceño debido a la pena que le causaron aquellos recuerdos. De noche no pasaba nada, allí no podían lucir sus facciones, pero, a plena luz del día...

Era como hacer algo prohibido. De cierta manera, para Jamie, todo lo que hacía no estaba tan bien. Y no solo con Damon, sino con todas sus parejas... del mismo género. Aunque tampoco se sentía cómodo con las chicas. Sí, era otro tipo de incomodidad, pero ya que con cualquiera de los casos ese sentimiento no iba a desaparecer, prefería darse un gusto que nadie más le daría –pero si juzgaría vilmente-.

You can blame me -Jamion-Where stories live. Discover now