Ven

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—Sigue haciendo el ruido que haces y nos van a sacar de aquí, a patadas— Aquel murmullo hizo estremecer a Jamie; No sabía si eran nervios, o.... diversión por esas palabras, y el imaginarse que así fuera.

—Tal vez no haría tanto ruido si tu no fueras tan....— Buscó un adjetivo con desesperación, mientras admiraba en aquella oscuridad, -o trataba- al de cabello más claro, que tenía atrapado el labio inferior entre los dientes frontales, evitando reírse. —Oh, Dames... se van a dar cuenta, y creo que voy a morir de vergüenza—

—Oh, Jamie— Imitó Damon, aun murmurando aquello. —Cállate— Pidió, mientras se concentraba en hacer lo suyo; No iba mal, Jamie fingía que no disfrutaba de aquella sensación combinada con peligro, pero sí lo hacía, y mucho. Más cuando Damon gestionaba aquello.

Sentía que sus piernas temblaban conforme escuchaba al contrario bajando las escaleras con cuidado; ¿Qué hotel no tenía buenas luces por la noche? Al parecer, ese, pero era lo suficientemente lindo de día; Bueno, de tarde. Apenas llegaron reservaron una habitación; resultó un poco incómodo decir que no, no querían camas individuales... La recepcionista les inquirió dos veces más si estaban completamente seguros de querer una sola habitación.

Albarn pasó todo el elevador riendo, al lado de Hewlett que imitaba de una manera más que exagerada, y cómica a la mujer;

—Entonces, ¿están seguros de que no quieren un sleeping? Tenemos unos que rociamos con agua bendita...— Dijo Hewlett, antes de que Damon estallara de nuevo en risas dulces que inundaron aquel sitio que subía lentamente al último piso.

—Sí, si lo estamos— Respondió Damon fingiendo la seguridad que aparentó momentos antes; No iba a mentir, había coqueteado un poco a aquella dama de cabellos rubios, centrando sus iris con aquellas que lucían un agradable tono verde. Ella era bonita, pero Albarn solo quería que dejase de suponer que Jamie y el eran pareja. Sí, así era, de una forma extraña, pero no por eso ella tenía que mirarlos de tal manera, como si acabasen de llegar de un planeta diferente, o una cosa así.

—Bien, está bien, sí— El dibujante fingió teclear una computadora invisible al frente; Enmarcó una ceja con un mohín muy pronunciado en sus labios. —Ajá, bien... ahora deme un beso, es que son reglas de la empresa... señor— Damon sonrió, evidentemente; No rodó los ojos, y tampoco negó como supuso lo haría; Se aproximó al castaño para besarlo de una manera muy dulce; Su espina dorsal sintió un ligero toque de electricidad que le hizo quedarse allí unos segundos, antes de separarse con cierta dificultad. —Muy heterosexual— Murmuró jugando antes de que Jamie riera.

Pues, después de instalarse, y no poder dormir, allí estaban, en la misma cama, mirando al techo... hasta que Damon se alguna manera interrumpió aquel profundo silencio que se había creado debido a un mar de pensamientos. Sobre todo Jamie pensaba mucho, en el día que seguía, que le esperaba ansioso.

—Uhg, Jay...— Rezongó, dando media vuelta para quedar con una pierna sobre el regazo del chico, que de inmediato captó aquello, y respondió a un volumen moderadamente normal.

—Dames...— Murmuró, soltando un quejido tras esto, apretando los parpados con fuerza.

Así empezó. Ni siquiera Jamie podía creerse como supuso tan fácilmente que aquella era una buena idea; Ir a la alberca, relajarse ligeramente flotando por un rato, y tal vez, besarse prohibidamente antes de cansarse un poco para así regresar a su cuarto, y dormir plácidamente.

No estaba permitido nadar por la noche, aunque era algo exagerado... y realmente necesitaban descansar, porque por la mañana tendrían que estar medio presentables para la fiesta de compromiso.

You can blame me -Jamion-Where stories live. Discover now