¿Por qué hasta ahora?

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Normalmente lo primero que hacia Damon después de un "agotador" día en el estudio, una vez que pasaba por la puerta del departamento en pleno noviembre (finales de este), era encarrerarse en unos cuantos pasos que le alcanzaban justo para lanzarse y caer sobre el sofá, antes de ponerse a gritar contra la superficie acolchonada del mismo. Su voz se ahogaba entre tal lugar, pero Jamie, que entraba después aun podía escucharlo, y formar una de esas hermosas sonrisas que se quedaban en su rostro hasta que se atrevía a hablar, como si fuera parte de la rutina, una vez que podía sentarse en una de las sillas frente a la mesa.

Como todos los días eso hizo de una manera relajada.

—Cuando fuiste a no sé dónde...— La voz de reclamo que salió de remarcar aquellas palabras lo suficientemente alto llamó la atención de Damon al grado de hacer que elevara la vista en dirección a la única persona dentro del departamento.

—¿Sí?— Extendiendo la "I", Albarn le pidió continuar. Ah, solo había salido a tomar aire, –a fumar solo, sin su esposo, ese con el que salía salir a fumar siempre- pero eso no le evitó querer reírse. Aun así prestó atención a los reclamos falsos que se aproximaban.

—Tu representante se puso a buscarte, y al no hacerlo tuvo que llamar al otro señor Albarn...— Entrecerró los parpados al tiempo que una negativa se formaba con un movimiento de cabeza. Consiguió continuar con la atención de Damon. —Y mencionó que en una semana MTV desea hacerte una entrevista respecto a las nuevas noticias...— Hablaba tranquilo con extremada calma porque no quería que Damon pensara mal del aviso. Andaba en broma también porque pensándolo, Damon tenía una mente muy creativa. No solía ser así, cada quien tenía a la persona que les decían ese tipo de anuncios pero al ser Jamie le único en donde siempre se encontraba Albarn, y el representante al tener prisa, pues... —Y no te acostumbres a tener tu secretaria, Albarn, o te empezaré a cobrar...— Agregó con seriedad. Igual de la misma manera mirar a Damon cuando le decían tenía que ser entrevistado era estresante por los gestos que hacía. Albarn adoraba la atención, pero a veces no era tan fácil como lo hacía parecer.

Damon habría preferido tener la entrevista con Jamie, pero de esas ya tenían varias agendadas, así como de nueva cuenta sesiones de fotos. "Las mentes detrás de Gorillaz". Uno creería que gracias a los dibujos ellos no tendrían que mostrar la cara nunca.

Daban un poco de vergüenza cuando eso pasaba. 

Una vez, en un evento, los obligaron a caminar por la alfombra roja. Jamie y Damon habían pedido entrar por la puerta de atrás, pero eso no estaba permitido. Cuando pasaron nadie les aplaudió, nadie los reconoció. Sí, todo eso fue a inicios de sus carreras dentro de la industria como los dibujos animados, y en Estados Unidos, (¡sorpresa! Damon no había alcanzado el nivel de fama suficiente en tal sitio, y que decir de Hewlett) pero aun así querían ocultar la cara para siempre. Ese día se pusieron muy ebrios. Muchísimo. Damon terminó gritándole a uno de los ganadores de los premios de esa noche. Para Jamie fue vergonzoso. Para todos lo fue. Tal vez, solo tal vez, menos para el rubio. Nadie habló sobre eso lo suficiente, pero también no se arrepentía de mucho.

Aun así, si, las entrevistas debían darlas ellos. Y fin, no existía más.

Las entrevistas con Jamie, aun a pesar de todo, terminaban siendo divertidas. Era como si Jamie fuese una pastilla anti-quejas.

—Ya sabes lo que dicen de las secretarias...— Murmuró Albarn, incorporándose con cierta dificultad sentándose para que Jamie visualizara aquella ceja que enmarcó tan notoriamente, al tiempo que bajaba un poco la cabeza y sonreía elevando una sola de las comisuras de sus labios. Jamie frunció los labios ocultando una sonrisa.

You can blame me -Jamion-Where stories live. Discover now