You can blame me -Jamion-

Podemos intentarlo

Aquel cómodo sofá, situado frente a la tele había sido envidiosamente ocupado por Jamie; aun con eso, Albarn logró sentarse bajo las piernas del mismo, las cuales subió a todos esos colchones que conformaban mencionado sitio.

Damon estaba bien acomodado en un simple, y pequeño espacio, al tiempo que recargaba de una forma casi divertida sus codos sobre las rodillas del ajeno. Este trataba de no decir nada, ya que no tenia mucho derecho a quejarse, si te ponías a pensar; Al menos no mientras se encontrara acostado.

No tenían mucho tiempo en esa posición, ni siquiera tenían mucho tiempo sin hacer algo, pero tomaron un descanso, después de que Damon no pudo escribir más, y de que Jamie se cansara de dar color a un dibujo en el que trabajó por horas dentro de su habitación, en pleno silencio, completamente concentrado, y, para su sorpresa y suerte, sin ser interrumpido. 

—Estoy cansado de esta basura...— Murmuró Damon, claro, sin tener el control remoto a la mano; de haberlo tenido, le habría cambiado, a cualquier canal, menos al que pasaban en esos momentos. Ni siquiera tenía idea del por qué pagaban para ver mencionada programación, pero siempre se veía a si mismo gritándole al televisor. Y Jamie era más o menos igual.

—Ya sé... no necesitas decirlo cada vez que nos sentamos aquí— Regaño el dibujante, rodando los ojos hasta el joven de aspecto relajado, que tenía el ceño exageradamente fruncido, sin poder creer que aún estaban viendo aquellos "videos musicales" –los cuales no tenían ningún derecho de ser llamados así, según el insistente cantante y sus ideas sobre las canciones de la actualidad-

Y de vez en vez daban a Blur, pero eso a Damon le pasaba por alto; Blur parecía que ya estaba dando sus últimos respiros. Lo hacia lo mejor que podía, pero aun así, por más que tratasen de revivirlo, ya era un caso perdido... y eso solo lo sabían los integrantes –y Jamie-. Más no los fans, los medios. . . para ellos todo estaba bastante bien. El lider de la banda, y los demás chicos les harían ver que todo quedaba en orden con su banda británica, al menos en ese tiempo de espera en el que estaban los jóvenes ansiosos de nueva música, la cual ya estaba casi lista.

—Deberíamos... deberíamos quitar todo eso— Murmuró el de cabellos claros, sin alejar la vista del televisor. Tenía los parpados ya cansados, así como su voz que uso para expresar tal idea. Era algo al azar, que tampoco se atrevió a pensar mucho.

—Puedo cambiarle de canal...— Comentó Jamie, casi en broma. Eso mismo le regaló una mirada que si hubiese podido matar, o habría hecho, y eso que consideró que el mohín de Damon era un tanto tierno. Eso solo hizo que riera un par de segundos, antes de sacudir ligeramente la cabeza en una negativa veloz. Ver ese gesto en Dee, con los labios creando mencionado gesto, y el ceño fruncido cómicamente, era lo mejor que podía admirar.

—Deberíamos hacer una banda...— Comentó en voz bajita, lentamente, pero sin tartamudear... pensativo, con un nuevo rostro, uno que estaba fuera de lugar, mostrando una emoción que Jamie no conocía previo a la idea... buscó entre sus recuerdos cuando fue que vio esa emoción, pero le fue imposible.

—¿Estas consiente que yo sirvo para tocar la guitarra tanto como tu, para cocinar, o bien, dibujar?— Cuestionó el artista, enmarcando una ceja, sin alejar la vista de ese perfil tan bonito que poseía nariz tan perfecta. 

—Una banda animada, tonto. . . no necesariamente tenemos que ser nosotros— Enfatizó el hombre en el que poco a poco, comenzaba a crecer el ánimo, y... otro... ¿Sentimiento?. Hewlett había presenciado muchas veces al vocalista en distintos estados de animo, y en muchas situaciones... pero aquella no se comparaba con ninguna otra.

Eso captó la atención del dibujante. Escuchar algo innovador, algo en el que el podía participar. . . . Definitivamente se apuntaba, aun y con que no confiaba en sí mismo; Damon lo hacía, y Damon comúnmente tenía razón, así que simplemente evitó complicarse la sugerencia. No era una mala idea, en absoluto. Tenían talento, algo de fama y, ¡vaya! También un montón de ideas. Hewlett consideró estar a la altura de su compañero de departamento como para iniciar con un proyecto de ese tipo, una vez que lo pensó con claridad.