You & me

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—Hey, deberíamos vernos de nuevo. No he terminado de hacerte las preguntas que tengo— Jamie jalaba aquel cable retorcido, el cual era del mismo color que el teléfono que sostenía con la zurda.

—Bueno, en realidad no creí que nos viéramos otra vez. No después del... desayuno— Graham tenía un ligero acento diferente, como si se encontrara ebrio.

Y ese era su estado, pero Jamie no lo dedujo.

—Para mí no habrá ningún problema, digo, entendí que fuese algo urgente, en realidad la pasé bien— Agregó Jay, como si después de la despedida de Coxon, él se hubiese largado directito a su departamento, -en esa realidad alterna- a llorar por lo mal que se seguía sintiendo por el fin de su relación.

—Gracias. Entonces, ¿Qué te parece mañana mismo?—

—¿A qué hora?— Hewll no tenía nada que hacer, pero era una pregunta obligatoria.

—Mañana Blur tiene un pequeño concierto en un bar. Queda cerca de mi casa, puedo pasar a recogerte. Tendrás una mesa hasta adelante—

—Oh. . . excelente. Mañana sin falta— Silencio; — ¿Veré a tu amigo de nuevo?

—¿Damon? ¿Porque no?—

—Por nada. Como... como sea, nos vemos a las 6:00— Graham al otro lado de la línea no le había dicho la hora, así que Jamie puso una, antes de que el ajeno colgara, dejando para la tonta pregunta del dibujante un espacio inexistente.

"Incómodo" canturreó su voz interna, alargando las "o". No había planeado decir algo así. Y si lo había hecho, por un segundo, no creyó sonaría tan. . . estúpido.

Vaya que preguntar por Damon ya no estaba en su lista de cosas que hacer.

Pero alejó eso de su mente, solo para hacerse temblar a si mismo. ¡Escucharía cantar a Damon! ¡En vivo! Y vaya que eso era bastante, porque no lo había hecho, y sí que estaba ansioso por admirar al cantante, y todo lo que este ejecutaba al expresarse a gritos.

(. . .)

Tuvo que esperar un día entero, para decidir que usaría para la ocasión. No comprendía por que debía ir con algo "formal" o mínimo con algo que no lo hiciera lucir tan mal, pero si no pensaba en cosas relacionadas al evento, evitaría encontrarse con sentimientos, e ideas que posiblemente no le serian de su agrado. Era mejor así.

Como todo buen día tiene una dosis de tragedia, a Jamie no se le perdonó la sentencia, por lo que debía rebuscar alguna chaqueta que le quedase "medio" bien.

Allí, tirado frente a su armario, se permitió admirar su libreta de dibujo; La había guardado hace un tanto, y por extraño motivo la curiosidad le hizo hojear unas cuantas páginas, hasta toparse con aquellas fotos que estúpidamente capturó, y guardó, al lado de Oliver. Vaya que dolía.

Mucho, para ser sincero consigo mismo.

Tenía bastante que no se sentía así; Era como si su alma se fragmentara, y decidiera quedarse así, quebrándose a cada recuerdo, el cual su cerebro ayudaba a recrear, situando al dibujante allí, hundiéndolo en recuerdos -pero bien, no en serotonina- la cual amenazaba con dejar caer unas lágrimas sobre esos recuerdos, que continuaban, y continuaban, gracias a como sus dedos paseaban entre sí las fotografías.

Oliver sí que era un chico guapo, por donde le miraras; Muy tranquilo, algo sentimental, pero no tanto; Lograba expresar lo que "sentía", y hasta allí. Como un hombre común. Caballeroso, y masculino, claro, sin perder su esencia. No tenía muchas cosas que lo hicieran especial, más que el infinito amor que poseía a la persona de Hewlett. Igual, era muy celoso, y siempre mantenía ese semblante serio al notar como su novio le sonreía a sus fans –mujeres-.

You can blame me -Jamion-Where stories live. Discover now