¡Tu!

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—Sabes, Damon. . . — Jamie lo único que podía hacer aparte de tratar de no reírse era apreciar a su querido novio dar vueltas y vueltas por la pequeña sala: No tenía dos minutos así, ni siquiera cinco.

Con el que estaba corriendo llevaban más o menos quince, y Hewlett después de quince "Damon, tranquilo" se dispuso a disfrutar el espectáculo desde el sofá más grande. Allí, recostado, no se estaba tan mal.

Damon llegaba hasta cierto punto de la sala, daba media vuelta, y repetía, de un lado a otro sin siquiera mirar al castaño.

—Creo que yo pude pensar en algo que te ayudase, hace siete minutos no de ser por que no puedo quitarte la vista de encima. . . — No era una queja por parte del menor; Seguía pensando en que verlo del tal manera era de las cosas más entretenidas que podía apreciar, y no contaba con el hecho de que posiblemente era una tontería.

Después de desayunar, hacía unas horas, ambos optaron por tomar un pequeño descanso sobre el mismo sofá donde se encontraba Jamie, que estaba frente a la televisión.

Hewlett recargaba la mejilla sobre el pecho del mayor que se movía a un ritmo tranquilo, que le arrullaba considerablemente. La palma sobre el abdomen del mayor, que a veces dejaba que se moviera por allí pero sin ser tan brusco.

Damon dejaba entre dedos aquel cabello castaño, y a veces depositaba pequeños y dulces besos sobre la frente de su novio. Habrían terminado del día allí de no ser por la llamada. . .

Oh, la llamada.

Cuando el teléfono sonó, el único que giró la mirada hasta dicho aparato fue Damon. Jamie se encontraba básicamente perdido en la ya antes mencionada respiración del mayor, la cual hasta cierto punto lo sedaba. Era linda, era como un golpe de realidad que le decía que aquel hombre estaba con él, y que no era un tipo de sueño cruel, que realmente era querido por ese chico que causó tantos problemas con sus pensamientos hacía tanto. . .

Pero Damon se alejó; Primero dirigió aquella mirada de niño perdido en el supermercado, y ni siquiera fue amable cuando se levantó –lo cual aparte de crear un gesto de inconformidad a Jamie, hizo que despertara de la sarta de cosas cursis en las que pensaba-. Casi corrió al teléfono, como si supiera que se trataba de algo importante.

¿Cómo lo sabía? ¡¿Cómo?! Hewlett no se lo preguntó al principio, y cuando lo hizo solo pudo suponer. Posiblemente sabía que se trataba de una llamada importante por la hora...

Era más que eso. Albarn estaba alerta, tenía una "corazonada" y ya que era de creer en ese tipo de cosas, (ya que algo que te despierta de tanta tranquilidad solo puede ser realmente trascendente) no evitó la prisa en sus pasos hasta que pudo atender y callar aquel chirrido.

Colgó el teléfono al minuto, tras asentir un par de veces y murmurar palabras costas que tartamudeaba lo suficiente como para no ser entendido por Hewll.

Eso los llevaba a ese momento.

—No lo sé. . . quiero decir, ella ya no es una niña, pero. . . — Negó, deteniéndose en seco. Eso animo a Hewlett a levantarse. Sí, se estaba divirtiendo muchísimo, podía dejar que Damon enloquecerá un poco más. —¿Cómo para que contarme? ¿Ah? — Esos cabellos despeinados cayeron sobre su frente cuando se encogió de hombros exagerando dicho gesto.

—Es claro que quiere hablarlo contigo. O eso haría yo si fuese ella...— Respondió Jamie, fuerte, claro, y tranquilo, desde su sitio al lado del centro. Como si aproximarse a Damon le fuese a quitar una mano o algo así.

Aun no era tan claro, pero podía apostar que su pareja no se encontraba en las mejores condiciones de toda su existencia.

—Bien, un día de descanso tirado a Jess, gracias por la sugerencia, Jay. . . — Damon en realidad no tenía idea de que decir. No sabía cómo sentirse, y eso le fastidiaba. Le gustaba tener el control de todo, hasta de sus pensamientos y sentimientos. No poseerlo ante la noticia era como un balde de "ni creas. Todavía podemos controlarte, ¿recuerdas?" y el asentía. Apenas lo recordaba, pero daba lo mismo.

You can blame me -Jamion-Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora