Duo

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Bien decían todos que no sabes lo que tienes hasta que te cambias de casa. En ese instante, Jamie conocía perfectamente que aquello de despedirse de sus muebles y la sarta de tonterías que algunas personas hacían no eran tonterías; Se vio a si mismo arrodillado, a punto de besar la alfombra de la sala. Mientras Damon pasaba tras de el con todas las maletas en mano lo único que hizo fue como abrazar el suelo, muy dramático, asemejándose al hombre que pisa tierra firme desde hace meses. Se recostó sobre aquella superficie, sintiendo el frio, la textura... Por fin.

Marruecos no era mala, no, por supuesto que no... pero podía regresar en si con eso, por fin podría dibujar, escuchar a Damon cantar, bañarse con la comodidad de tener un montón de ropa limpia que podía ponerse y usar, y usar sin cuidarse de mandarla a lavar a tiempo. Ir a la maldita cocina y tomar lo que él quisiera. Tener un supermercado cerca... la lista podía ser my larga, y la habría hecho mentalmente de no ser porque Damon le interrumpió con una risita honesta que perpetró sus oídos; Damon levantó ligeramente su cabeza para apreciar el techo. Uh, ¿esa grieta estaba allí antes?

—Me muero de hambre...— Murmuró Damon, cerrando tras de sí la puerta principal, calculador, sin azotarla pero sin cuidarse de que aquello pasara. Dejó una de las dos grandes maletas allí, mientras la otra la siguió arrastrando con su andar hasta que quedó más cerca de los sillones, en los cuales con cierta dificultad se botó debido a la perdida de costumbre. Igual y no habían pasado tanto tiempo lejos de allí, pero... era extraño. Todo parecía tan nuevo pero familiar a la vez. Hasta la luz, que rebotaba por las paredes debido a que ya empezaba a oscurecer afuera.

—¿Pedimos comida china?— Inquirió Hewll. Sí, los sillones eran cómodos... estar abrazándose con su novio –con esperanza a que aquello pasara a besos- era algo que necesitaba, pero. . . es que la alfombra..., verdaderamente tenía algo. La abandonaría poco a poco, de una manera pausada. Se sentó con las piernas extendidas en una simple abdominal.

—Ajá. . . — La respuesta de Damon parecía más bien un quejido mientras echaba su cabeza hasta que la nuca topase con el respaldo del sillón; Estaba despatarrado, con los brazos bien extendidos y parpados caídos, respirando profundamente. Igual y su trabajo no había acabado, pero mínimo se había alejado de... todo eso.

Albarn no se planeó reflexionar sobre por qué se sentía tan a gusto estando de regreso, pero era por el hecho de que era como alejarse de la ausencia de Graham.

Eso le iba muy bien, ya que de cierta forma bajo su fingido enojo se encontraba una inconsolable tristeza.

Hewll no dijo nada. Se levantó como supuso desde el principio lo haría para ir hasta aquella división entre cuartos. Ya habían dormido tanto tiempo juntos que eso era extraño. ¿Por qué aún existía la cama de su novio si ni siquiera era cómoda del todo para cuando Hewll decidía cruzar los límites con él? Ambos coincidían en que en la cama de Damon no existía tanta magia como en la del castaño... a menos que se le pusiera una hojita de muérdago arriba, en ese caso era una de las mejores opciones de todas.

Siempre pedían lo mismo, al menos una vez por semana desde que un restaurante con comida de ese tipo se instaló relativamente cerca; Dos paquetes de mediano tamaño. Ambos eran básicamente iguales, aunque a veces las raciones de carne de Damon variaban. Hewll comía la carne, Damon la pasta. A veces el último se dignaba a convidarle un poco a su compañero, pero no hacía mucho esfuerzo por darle más. Algo mezquino, pero cuando giraba la vista Jamie quitaba con su tenedor algunas cosas del plato del mas distraído, que cuando notaba esto creaba un real signo de enojo.

"Recientemente". Cuando Jamie colgó el teléfono no evitó dejar un suspiro al poco sonido que existía allí. ¿Hacía cuanto había sido la última vez que comieron allí? ¿Cuatro meses? ¿Seis? No tenía ni idea. Por un segundo la idea de dejarse llevar por el sentimiento que quería dominarlo desde que se encontró encerrado en aquel cuarto de hotel se hizo buena y liberadora. Por supuesto que no iba a mostrarse así frente a Damon..., pero...

You can blame me -Jamion-Where stories live. Discover now