Capítulo 8: El problema del destino

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—Lan Zhan, es un gran vino de arroz. En serio, deberías de probarlo.

La persecución llegó hasta la alta barrera de los Lan. Sin embargo, no había que siquiera hacer algo, su hermano y Lan Qiren estaban en la puerta. Habían notado su ausencia, así que decidieron esperar a que volvieran.

Lan Wanji llegó; de inmediato se puso de rodillas, suplicando perdón por tan grave falta. Qiren supo que había cometido un error al ponerlos de compañeros: El omega era incorregible, estaba en su sangre y solo podía arrastrar a otros a su desgracia.

—Lan Zhan solo estaba persiguiéndome. Yo fui el que se escapo. —Quiso aclarar el omega.

—CÁLLATE—Ordenó Qiren con voz de mando.

Wei Ying sintió la presión del alfa mayor. De inmediato su boca se apretó. No le gustaba que usasen la voz de mando con él, la odiaba.

—Wanji, me decepcionas. En este tipo de caso sabes exactamente el procedimiento. Recibirás un castigo. Mañana se les informará cual será.

El omega giró su rostro hacia el alfa, este lucía avergonzado, apesumbrado, como si quisiera recibir todo el castigo posible. Increíblemente a Wei Ying le dolió más ver a Lan Zhan luciendo tan miserable que la perspectiva de otro castigo más. Sabía que su amigo apreciaba demasiado a su tío y que, desde la muerte de sus padres, se había refugiado en enorgullecer a este. No le importaba ser regañado, pero se sintió culpable de que Lan Zhan fuera arrastrado a eso.

...

Al día siguiente, las clases dieron inicio. Qiren estuvo pensando que quizás recibieran tablazos era un buen castigo. Al menos el dolor quedaría grabado en el joven Wei; además que su sobrino menor entendería que era mejor mantener distancia de aquel joven testarudo. ¿Cómo los Jiang podían haber criado a una señorita tan educada como Yanli mientras criaban un ser descarrilado como Wuxian? Nuevamente, a su mente acudió la imagen de una hermosa omega de su pasado, tan rebelde que pudiendo ser la joven maestra de cualquier secta, prefirió a un sirviente y viajar por el mundo.

Jiang Cheng se había esforzado para poder destacar ese día. Xichen se sentó frente a él como de costumbre y le regaló una sonrisa sincera. Todos comenzaron. Los que tenían más sencillo fueron los de cultivo bajo, y esto lo sabían. La mayoría estaba expectante de los jóvenes maestros herederos de las casas más grandes. El pequeño loto era uno de ellos así que sentía el doble de presión. Su hermana era alabada por su educación y belleza, Wuxian llamaba la atención con esa forma de ser. El gran maestro Qiren ni siquiera lo había visto ni para regañarlo o felicitarlo. Comenzaba a pensar que ni siquiera sabría su nombre.

—Mantente sereno, A-Cheng. —Le indicó Xichen.

Asintió un poco más relajado. Cerró los ojos, sintió su núcleo y cuando por fin sintió que su energía se sometía a su voluntad logró materializarla en el centro. Su energía era demasiado fuerte, de su frente caían gotitas de sudor por la concentración. Era demasiado para su control, tuvo que dar marcha atrás rápidamente.

—Es un buen comienzo—Indicó Qiren mientras lo observaba.

El joven heredero Jiang sonrió, Yanli también desde su lado. Finalmente había conseguido un pequeño elogio. Continuaría practicando para lograr ser el mejor.

—Vas muy bien, Jiang Cheng. Seguiremos entrenando hasta que lo logres.

Jiang Cheng amplió su sonrisa y su mirada se conectó con la de su compañero. Ambos se quedaron observando sonrientes por un largo momento hasta que escucharon a Qiren hablar con voz grave en forma de regaño. El pequeño loto supo que su hermano se había ganado la antipatía del maestro.

Betrayal LoveWhere stories live. Discover now