Sin presentimientos, sin prejuicios

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/Distrito Tamana/Hospital/Habitación/

Sakura apretó la sábana en sus manos. — ¡De ninguna manera! —arrugó la frente indignada por lo que Tobi le había dicho— ¡Eso es... Eso es...! ¡Jamás haría algo como eso!

Tobi levantó los hombros. —El amor que va en una sola dirección se vuelve posesivo, niña. Si lo quieres de verdad, entonces sólo debes encargarte de domarlo para que entienda de una vez por todas que él es tuyo. —Tobi realizó una mueca— Así es como consigues el amor de verdad, el que se da y se recibe. ¿O acaso no quieres que Sasuke te ame de la misma forma que tú lo amas a él?

Sakura parpadeó perpleja un par de veces, soltó poco a poco el agarre en la sábana y posó la mirada en un punto vacío del piso.

Tobi dio media vuelta.

— ¡Suerte para conseguir el corazón de Sasuke por tu cuenta!

Antes de cerrar la puerta detrás de sí, Tobi sonrió al contemplar la meditabunda mirada jade de la chica en camilla. "Más temprano que tarde vendrás a mí y en ese momento le arruinaré por completo la vida a Sasuke."

— ¿Qué haces tú aquí? —Al chocar miradas con el dueño de la voz, percibió la notoria desconfianza que éste le estaba dando.

—Buscaba a un tal Iruka para preguntarle porqué obligó a una chica a actuar como hombre delante de su sobrina, Sakura. ¿Lo conoces, no? —comentó con sarcasmo y una juguetona sonrisa. Tobi vio como la respiración de Hiro se detuvo por un breve momento. Él colocó la mano en la chica y le revolvió el cabello de forma brusca. —Si tienes miedo de lo que pueda hacer, deberías dejar de estar en mi contra y de hacer preguntas estúpidas. —Tobi avanzó un par de pasos con las manos en la chaqueta del instituto. —Tienes quince minutos para llegar a mi auto.

Hiro volteó con todo el valor que consiguió reunir después de esas palabras.

—Y... ¿Y si no llego en quince?

La puerta del ascensor se abrió, Tobi lo contempló con una sobria sonrisa antes de entrar y Hiro apretó la mandíbula ante la impotencia que le provocaba estar a merced de alguien como él.

Hiro avanzó largo por el pasillo y llegó a la alcoba que le indicó la enfermera de piso, pero no abrió la puerta. Quería y no quería verla. ¿Cómo podía entrar sabiendo que Sasuke, quizá, ya no volvería a visitarla? Si de verdad él había aceptado que terminaría con todo... Él tenía la culpa. No hacía feliz a Sasuke y tampoco conseguía que Sakura lo fuera. Ella era tan importante en su vida como Sasuke y le dolía verla triste. De hecho, le dolía más; tal vez. Después de todo Sakura sentía algo por Sasuke desde mucho antes...

—Sí, esa es la habitación de la joven Haruno. —Interrumpió la voz de la enfermera. Ella abrió la puerta por él y de manera mecánica ingresó al cuarto.

El ambiente se sentía pesado. En la esquina, cerca de la ventana, la camilla ocultaba entre sus sábanas a Sakura. Él dio un par de pasos en su dirección con lentitud. Aún no sabía qué decirle. Todo el valor lo usó para responderle a Tobi frente al ascensor y ahora para enfrentar a Sakura sólo tenía un cascarón vacío en la conciencia.

— ¿Qué haces aquí? —Dijo Sakura de forma imprevista sin voltear, todavía acurrucada bajo la cobija. —Tú no deberías venir. ¿No te había dicho que tengo a alguien que se preocupa por mí ahora? ¿Acaso no viste que Sasuke-kun fue por mí y me trajo hasta aquí? —Hiro permaneció en silencio contemplando su espalda y notando como el tono de su voz se humedecía más y más. —Vete. No te quiero ver. —Hiro asintió en silencio y abandonó la alcoba.

El peso en sus hombros no desapareció cuando emprendió el camino al elevador.

/Hospital/Puerta principal/

Dulce GuardaespaldasWhere stories live. Discover now