Parte de la familia

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/Distrito Koshi/Construcciones abandonadas/Tarde/

— ¿Qué hacemos aquí, Hiro?

— Es que... —cerró la boca.

No podía decirle que su tío ordenó un acercamiento para la unión de las empresas; Kakashi le había contado sobre ello en la seguridad de su departamento. Formar lazos de amistad que se transformaran en amor era su encargo, pero Hiro estaba preocupado por ella. Él cuidaba de Sakura como Neji lo había hecho con ella en el pasado. Después de todo, Sasuke era la cúspide de una pandilla y la relación podría ser peligrosa.

La única persona que le tenía aprecio debía convertirse en esposa de ese delincuente... Pero órdenes son órdenes.

— Discúlpeme, Sakura-san, pero no puedo decírselo. —Sakura se cruzó de brazos molesta.

— ¡Hiiiro~chan~! —ese tono melódico y afable causó un escalofrío en la chica— ¿Listos? —una palmada en el hombro era su manera de darle ánimo para lo que le deparaba el destino.

Naruto se inquietó cuando Sasuke le dijo que preparara las pruebas de ingreso para Hiro y Sakura. No comprendía por qué le alegraba, y mortificaba, saber que Hiro pidió entrar a la banda. Tendrá sus razones, pero mientras pudieran charlar de chicas y bebidas no le importaba lo demás.

Los nuevo vieron en el centro del terreno baldío a Sasuke; los miembros prestaron atención a su presencia imponente. Su voz fuerte y varonil resonaba con potencia. — ¡Este par debe afrontar dos pruebas! —los murmullos no tardaron en aparecer. Todos sabían que para formar parte del grupo con el puesto más bajo sólo debían someterse a una prueba.

Y las habladurías no cesaron al conocer los tipos de pruebas; no eran para un novato común.

Ine no estaba nada contenta con saber el nombre de los nuevos; saber que Hiro sería miembro de la familia le revolvió el estómago. Con respecto a Sakura no había quejas, pues estaría bajo su mirada siempre que ella quisiera; sería su esclava.

Naruto trasladó a Hiro y Sakura a una tarima en la base de una rampa de dos metros de altura, situada al final de una colina pedregosa el triple de alto; en la cima tres de los motociclistas más hábiles de la Familia.

— Acuéstate allí. —indicó Naruto mientras Sasuke se acercaba— Primero Hiro-chan, luego Sakura. —los demás tomaban un puesto para el espectáculo.

— No. —manifestó firme— Sakura-san no hará las pruebas, sólo yo. —antes de que Naruto indagara en su indicación, Hiro continuó— Si es necesario las haré dos veces.

— Imposible, Hiro-chan. —rascó su mejilla— Ambos deben hacer las pruebas.

— Dije que...

— Debe hacerlas para entrar, sino olvídalo. —expresó a su espalda la presencia del Líder. Hiro volteó para refutar, pero él no se lo permitió— Tómalo o déjalo. —comunicó con frialdad.

— ¡Lo haré! —Sakura dio un paso al frente y colocó la mano en el hombre de Hiro— No dejaré que cargues con todo. —Hiro la miró por un momento, estaba decidida. Lo meditó por un par de minutos.

— Sólo una —respondió con la mirada fija en Sasuke, quien aceptó sin saber por qué toleraba sus condiciones. Ambos subieron a la plataforma y se acostaron.

— Las tres motos saltarán sobre ustedes, una tras otra. Si se acobardan quedan fuera. —explicó Naruto con una sonrisa.

— ¿Tienes miedo, Sakura-san? —Sakura no respondió, así que tomó su mano para darle fuerzas. Para él, el miedo era algo que había disipado con el paso del tiempo y entrenamiento; Sakura apenas y había practicado deportes. Los cuchicheos no tardaron en aparecer por la escena tan dulce entre la pareja que harían la prueba como enamorados.

Dulce GuardaespaldasWhere stories live. Discover now