Mal inicio en segundo preparatoria

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/Distrito Koshi/parque/miércoles/18h45/

— Sasuke. —el pelinegro, sentado en una banca, contemplaba el ocaso en silencio. Volteó ante el llamado de aquella voz.

— Eres tú quién me seguía.

— Yo... yo creo que... —bajó la cabeza.

— No eres el de siempre... tarado.

— ¡No creo soportar la culpa, idiota! —Naruto se aproximó al azabache para tirarse al suelo de golpe, agachando su cabeza hasta que topa el suelo en una clara señal de arrepentimiento. — ¡PERDÓN, DE VERAS!

— La culpa es mía. El accidente que mató a... —cortó la oración de golpe; su mirada estaba perdida en la distancia del ocaso.

— ¡De qué hablas, maldición! ¡Si no te hubiera dado alcohol no habría pasado nada! —el rubio no podía ocultar las lágrimas por el pesar causado.

Naruto sudaba por la exaltación, la impotencia de ver a su mejor amigo en esa actitud; sus ojos dilatados, respiraba de forma agitada. Por su parte Sasuke se encontraba sereno, no derramó ni una sola lágrima en la funeral, pero algo dentro de él se había roto con tal magnitud que causó en su temperamento un cambio negativo, se había llenado de odio y agonía, de vergüenza...

Lleno de culpa que cargaría toda la vida para torturarse con el recuerdo de lo que había provocado.

— Debes dejar Japón. —expresó luego de mirar lo húmedo del suelo por las lágrimas de Naruto, quien aún no levantaba su cabeza— Esa actitud tuya me... —un brusco tirón del cuello de la camisa elevó al rubio de la acera y Sasuke limitó a permanecer impávido con esos sus ojos azules llenos de dolor; Naruto nunca había visto a su amigo de tal forma.

Se conocían desde la niñez. Incluso podría decirse que Sasuke era más unido a su amigo que a su propio hermano. — ¡Sólo dilo, maldición! ¡DILO! —vociferó mientras lo zarandeaba sin poder expresar emoción alguna. — ¡Sasuke, maldita sea! ¡Por qué no lloras! ¡Deja de hacerte el fuerte! ¡Itachi-nii no te lo...! —Escuchar el nombre de su hermano despertó en él una explosión de rabia y sufrimiento que descargó contra el rubio con un puño que tiró a Naruto un par de metros hacia atrás.

— ¡NO ME ESCUCHASTE! —bramó con su mirada oculta tras su cabello, Naruto quedó perplejo en el suelo con la mejilla hinchada y roja — Es mi culpa... ¡MÍA! —Sasuke, respiró profundo y retomó su actitud calma e indiferente; su perfil se dirigió al sol que ya estaba a pocos minutos de ocultarse totalmente. — Este peso lo cree yo, Naruto. —el rubio se levantó del suelo sin dejar de mirar su rostro perdido en el dolor— Recordaré mi error... el resto de mi vida.—sus puños temblaban, apretó la mandíbula con fuerza para que el llanto no emergiera con la luz presenten, pero sus ojos estaba rojizos.

Una vez que la noche calló, las luces de los postes se encendían poco a poco hasta su localización. Los ojos de Naruto se abrieron de par en par al ver ese brillo causado por derramar la tan ansiada lágrima...

— Entonces cargaré con ese error también, Sasuke. —el rubio realizó una reverencia mientras sus ojos volvían a derramar dolor.

/VARIOS MESES DESPUÉS/Distrito Tamana/Centro/fin de semana/12h00/

Suficiente... —secó el sudor de su frente— (Además, quedé de acompañar a Sakura-san al centro comercial)

Hiro se encontraba en el dojo donde Kakashi le ordenó que fuera todos los días; después de dejar a Sakura sana y salva en casa. El lugar era tranquilo por las tardes y la mayor parte del tiempo entrenaba por su cuenta. Se duchó, vistió normal: jeans holgados que no resaltaban su figura, sus acostumbrados converse y una camisa de cuello redondo que impedía el realce de su pecho cubierto.

Dulce GuardaespaldasWhere stories live. Discover now