/DOS MESES Y TRES SEMANAS DESPUÉS/
/Distrito Tamana/Jitsuyama/Vacaciones/

Las hojas de los árboles tenían una coloración rojiza, amarillenta e incluso marrón. El sonido del agua en el río era relajante, el aire puro y fresco; algo frío, pero con la transición de estaciones a flor de piel.

Sasuke se detiene al borde del afluente para tomar un respiro antes de regresar a la carretera, sudaba levemente.

— ¿Quienes algo para refrescarte? —preguntó Tenten mientras sacaba de su mochila una lata de jugo. Toneri tomaba asiento bajo la sombra de uno de los árboles en la base de la montaña que habían decidido escalar como última actividad antes de retomar las clases. Esas vacaciones fueron las más largas que Sasuke jamás haya tenido la mala fortuna de vivir.

— Bien. —contestó no muy amable y Tenten arrugó la frente. Se acercó a él con la lata en la mano y cuando se la iba a pasar... ¡SPLASH! Lo último que vieron Toneri y Sakura fue el cuerpo de Sasuke desparecer en la corriente suave, pero profunda.

Los brillantes jades de la pelirrosa se dibujaron en su rostro con espanto al notar que pasaban los segundos y no salía del sitio. Dejó la mochila sobre Toneri de un tirón y antes de que Tenten pudiera detenerla se escuchó un segundo ¡SPLASH! en el río.

Sasuke emerge en la superficie con un rostro de disgusto, pero los manotazos en el agua y el cuerpo de Sakura tomando peso hasta desaparecer en la corriente lo sumergen una vez más en el efluente. Toneri y Tenten se miran con espanto luego de varios minutos en los que ninguno de los dos mostraban señales de vida. — ¡Ire por...!

La castaña tendió su mano para ayudar a Sakura, Toneri se acercó asustado al verlos en la orilla un par de metros a su izquierda.

— Eres una estúpida. —recrimina Sasuke mientras Tenten ayudaba a Sakura a recuperar el aliento mientras escupía la poca agua ingerida. — Si te sucede algo sólo le causarás dolor a quienes se preocupan por ti. —La castaña estuvo a punto de reclamar sus duras palabras, pero se detuvo. Sabía que lo decía bajo el recuerdo de lo sucedido con Ino y, en pequeña medida, era una cruda verdad que, tal vez, ocultaba un pequeño sentimiento de preocupación.

Sakura bajó la mirada apenada mientras temblaba por el frío del ambiente húmedo otoñal. Sasuke la miró de perfil, suspiró.

— Habrá que regresar. —ordenó con tranquilidad.

— ¡No llevamos ni dos horas! —refunfuñó Toneri.

— Me da igual si te quedas. —dijo Sasuke tomando su mochila y colocándola en la espalda para regresar sobre los pasos rumbo a la carretera. Toneri infló los cachetes, pero al ver a Sakura comprendió que era necesario una muda de ropa o enfermaría y terminó obedeciendo.

/Distrito Tamana/Avenida principal/Tarde/

El trayecto en el taxi de regreso a casa fue cayado y algo pesado. Tenten fue la primera en bajar, después Toneri. Sakura sentía la presión de su acción cada vez más estrujante en su garganta.

— No vuelvas a hacer algo así de estúpido. —indicó Sasuke mirando por la ventana del asiento trasero. Sakura, quien iba junto al taxista, abrió los ojos con alegría y volteó con una sonrisa tímida.

— ¡Lo prometo, Sasuke-kun! —este respondió con un bufido suave.

El taxi llegó a la Residencia Haruno, donde ella descendió con una gran sonrisa y un gesto de despedida que el Uchiha no respondió pero que a ella no le importó, pues pensaba —mientras el auto se alejaba de la entrada— lo cercanos que ambos se habían vuelto en se tiempo y lo feliz que la hace sentir poder pasar tanto tiempo junto a él desde que había aceptado protegerla.

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