Pensamientos que no pueden ver la luz

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La pelinegra lo ayudó a llegar hasta la entrada, donde él mismo la apartó para que aquella persona no lo viera en tan mal estado. Ine simplemente pensó que esa reacción era para no verse débil frente a los demás.

Abren la puerta y ambos ingresan. Con poco de esfuerzo llega Naruto a su pupitre y con el rabito del ojo observa a Hiro; prestaba atención a la clase. Lo ignoraba. Y era mejor así.

El rubio no quería que lo viera con el labio hinchado y las curitas en el rostro. Estaba cansado por la paliza y decidió recostarse en el pupitre hasta la hora de salida, donde se definiría su decisión.

/Instituto Konoha/pasillos/hora de salida/

— Naruto-kun. —lo alcanzó en las escaleras luego de indicarle a Sakura que prosiga al auto— No lo hagas.

— ¡No insistas-dattebayo! —tomando una posición más cómoda, sin demostrar que necesitaba sentarse— ¿Por qué te metes, Hiro? —comenta confundido. El peliazul siempre era tajante y jamás se preocupaba por alguien que no fuera la chica de cabello rosa— ¡Tú solo te preocupas de esa manera por Sakura-chan!

— Por eso mismo, Naruto-kun. Ahora eres una persona importante para mí.

El pecho del Uzumaki aceleró de un momento a otro con sus palabras. Le importaba. Quiza no de la manera que él desease, pero ya era algo. Naruto suspiró.

— No puedo, Hiro-chan. —el ojiperlo curvó las cejas— Una promesa entre hombres no debe romperse. —Hiro no comprendió, ya que era normal no conocer ciertos términos y un poco de ese desconcierto se reflejó en su mirada— ¡Estaré bien, de veras! ¡No te preocupes! —sonrió como siempre y comenzó el asenso a la terraza. Hiro no podía permanecer allí, sería inútil y caminó hacia la salida del colegio.

/Colegio Konoha/terraza/15h12/

Adopta una pose de defensa frente a su adversario, el cual estaba parado en pose de descanso con una mano en el bolsillo del pantalón y su mirada penetrante.

— Te ves horrible, dobe.

— ¡Cállate y empieza! —continúa con la pose— A menos que quieras recibir mis golpes. —pero el moreno continua viéndolo con indiferencia.

— No puedes ni mantenerte en pie. Para que sea justo sólo usaré un brazo. —coloca detrás de su espalda el brazo derecho.

— ¡No soy un debilucho, teme!

— Es una simple táctica. —y el moreno adopta una pose ofensiva.

— ¡Bien! —expresa con la frente arrugada y enseñando un poco los dientes— ¡Si pierdes luego no te quejes-ttebayo!

Naruto avanza a paso rápido, omitiendo el dolor en su costado y lanza un puño directo al rostro del Uchiha, este lo esquiva a la izquierda. El rubio envía una patada por otro extremo, con dolor al subirla y vuelve a ser esquivada.

Puño, tras puño. Patada tras patada, Sasuke esquivaba cada golpe sin fallar y a medida que pasaban los minutos, la respiración de Naruto se notaba más y más forzada.

— ¡¿No.. hhaa... piensas... hhaa... atacar?!

— No lucharé con alguien que no está al 100% de su capacidad. —el rubio observa los ojos de su amigo y ya no coloca los puños delante. Cierra los ojos por un leve momento y luego lo contempla con los párpados, ligeramente juntos.

La brisa mueve sus cabelleras con suavidad.

— ¿Realmente ibas a luchar?

— Nunca quise, Naruto.

El rubio sonríe irónico. Pasa su mano por el cabello y toma asiento dejando que todo el aire en sus pulmones saliera. Se acuesta y echa a mirar el cielo despejado. Sasuke lo imita.

— Eso no fue normal, Naruto. —expresa con los ojos cerrados y las manos tras la nuca.

— Lo sé-dattebayo. —no paraba de ver el cielo despejado; sin una sola nube. Siendo embellecido por los rayos del sol.

— No encuentro la razón por tu actuar, dobe.

Naruto gira un poco su rostro hacia su amigo y por su cabeza cruza la cara de Hiro y la promesa de su silencio y protección— Supongo, sólo quería ver si era realmente fuerte. —aunque la verdad en su mente era otra. Sin duda alguna se debía a ella y no se lo diría.

Cierra los ojos y suspira ligero.

Usuratonkashi...

/Colegio Konoha/Entrada principal/15h10/

Hiro distingue la cabellera de Sakura en la entrada; quieta. Esperando. Él se acerca— Sakura-san.

— ¡Hiro! —sus labios dibujan una sonrisa de arrepentimiento y al notar el estacionamiento reconoce a la chica castaña de la pasada reunión— Hoy me iré con Tenten-san para charlar sobre... —sus pupilas divagan por el espacio durante un segundo— cosas... —Hiro la observaba indiferente— Hoy deberás irte sólo a casa. No te preocupes por mí. —sonríe intentando ocultar la culpa de dejarlo solo.

— No se preocupe, Sakura-san. Vaya con cuidado.

La pelirrosa sube al coche y se despide con la mano al aire.

Camina con el rotro bajo. Observaba sus pasos sobre la acera; uno a la vez.

Unas risillas y las charlas entre grupos de compañeros, que se van a casa solos, lo obligan a levantar la vista— (Se expresan con tanta libertad...) —piensa al observar el rostro de las chicas. Sonriendo, enfadándose... — Sentimientos... —una extraña presión en su pecho llegó al pensar cada pequeño detalle de su vida.

Sabía que no podía hablar como realmente quisiera su corazón... Su corazón... — Sasuke-kun... —al pensar en él los latidos aceleraban y sus mejillas ardían. Sentía un gigantezco impulso de abrazarlo cuando su rostro denotaba tristeza y soledad. Quería tomar su mano. Hacerlo sonreír alguna vez...

Abrió los párpados y se detuvo al comprenderlo en su totalidad.

Su verdadero ser, su oculta y pequeña parte femenina había conocido el exterior, y se había enamorado de Sasuke.

Una pequeña lágrima apareció y rodó por su mejilla al notar, con severo dolor, que jamás sería correspondida de aquella forma porque... porque ella era Hatake Hiro.

Hyuga Hinata no debe existir.

Besos y abrazos en papel... :3

Dulce GuardaespaldasWhere stories live. Discover now