Dulce Guardaespaldas

Heridas de sangre y orgullo

Cuando cuando el ojiperlo observó en el suelo al peliblanco, se levantó como un resorte y comenzó a golpear a sus agresores sin demostrar venganza, sino para darles una lección por meterse con uno de los suyos.

Puños al rostro y patadas al estómago.

El chico de la navaja se acerca por la espalda del azabache y Hiro se interpone con un golpe que llega desde abajo.

Al ver que su líder terminó sin aire, los hombres lo toman por los hombros y huyen con toda la velocidad que logran sacar luego de tal paliza.

Sasuke mira a Hiro a manera de reprimenda por dejarse tratar de aquella manera, pero el ojiperlo observa al chico de piel pálida en el suelo. El azabache suspira corto y se acomoda un poco el uniforme al comprender que Hiro ayudaría a cualquiera; porque así era él.

— ¡HIRO-SENPAAAI! —se levanta luego de recuperarse del susto y corre hacia él para rodearlo con los brazos, pero el peliazul coloca una mano delante para que no lo atosigue luego de recibir aquellos golpes; necesitaba tomar un respiro. El albino de ojos celestes abre los párpados al notar ese líquido rojizo emanar de su brazo— ¡Senpai, estás herido!

Sasuke dirige la mirada a Hiro y se acerca rápido cuando este cubre su brazo con la espalda.

— Estoy bien... —retrocede cuando nota la mirada del moreno y la manera tan particular al acercarse— Tranquilo, Sasuke-kun, es sólo un- ¡ay!

El Uchiha toma el hombro del pequeño Hatake y luego el brazo, con algo de brusquedad; ya que sabía que el peliazul no le daría la importancia que realmente necesitaba la ocasión.

Observa la herida y suelta el brazo, del cual fluía una pequeña cantidad de sangre.

De imprevisto, el azabache desabotonó su camisa— ¿Sasuke... ¡kun!? —tanto el peliazul como el peliblanco, abrieron los ojos y los cerraron rápido; dando la espalda al Uchiha cuando se quitaba la camiseta interior que usan los varones bajo el uniforme.

Hiro mira de perfil a Toneri, y este le regresa la mirada.

— ¿Por qué volteas si eres hombre?

Ambos quedaron en silencio.

El pequeño de ojos lila siente la mano amplia del azabache en su hombro y al voltear, Sasuke ya tenía puesta la camisa del instituto; suspiró aliviado. Con la que se quitó, hace un vendaje para detener el sangrado, que no era excesivo pero sí preocupante para aquellos que estaban con él.

— Gracias.

— ¡De eso nada, senpai!

Como si estuvieran conectados, Sasuke agarra al peliazul del brazo vendado y Toneri del otro. Empiezan a arrastrarlo hacia la avenida— E-esperen... ¿Qué hacen?

— Te llevo al hospital, idiota.

— Tienen que curarte apropiadamente, senpai. Ese cuchillo podría estar sucio y no quiero que se te infecte.

Hiro abre los ojos al recordar que sólo podía ser atendido por un doctor de confianza, y no podía llevarlos al lugar o podría crearse un alboroto. Se libera con un poco de dolor por el movimiento en el brazo con la venda.

— Les dije que estoy bien. —empieza a caminar hacia el colegio— En la enfermería será más que suficiente.

/Instituto Konoha/martes/enfermería/09h03/

La mujer de bata blanca y vaqueros ajustados observó la herida y les comunicó a los dos, ya que Toneri regresó a su salón, que no era nada grave y tenía lo necesario para curarlo. La tensión en Sasuke desapareció sin que Hiro notara, si quiera, que estaba en ese estado.