Cap 61

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Tomé la toalla que Liam me tendía y comencé a secar mis brazos. Liam hizo lo mismo con su toalla.

—¿Cuanto has bebido? —pregunté caminando dacia la cocina, tratando de secar mi cabello con la toalla.

—Si te refieres a cuanto ponche tomé, sólo una copa, todo el mundo se dio cuenta del alcohol. El problema con los adolescentes, es que nunca saben cuando parar. Ni siquiera sabe ocultar la evidencia —dijo arrojando una botella vacía sobre el comedor, a la basura.

Abrí el refrigerador y tomé uno de los sobres de yogurth empaquetada.

—Nunca entenderé que es lo que hace tan especial a ese sobre, Generen no puede dejar de comerlo.

Me encogí de hombros y, rompiéndolo con los dientes, comencé a comerlo.

—¿Lo has probado?

—No.

—Que raro —murmure con sarcasmo mas para mi misma.

Liam arqueó una ceja y, tomando el sobre de mis manos con nula cordialidad, se lo llevó a la boca, probando el producto.

Mi boca se abrió tan grande, que realmente fue un milagro que no se dislocara.

—¿Qué? —preguntó inocente, devolviéndome el sobre de yogurth.

Ver al mismo hombre que anteriormente me decía que comer y hablar al mismo tiempo era asqueroso, probar un producto de sobre directamente de la zona usada... Bueno, era realmente extraño.

—Tienes gérmenes de Luce ahora mismo —avise.

Liam me dedicó una media sonrisa y preguntó:

—¿En serio?

—Repleto. Como una peste —aseguré llevándome el sobre nuevamente a la boca— ¿Estás listo?

—¿Listo para qué? —preguntó.

—Tu boda, mañana.

Un nudo se formó en mi garganta cuando la ultima sílaba abandonó mis labios.

Instintivamente tomé la copa de ponche que estaba sobre la mesa y la vacié en mi boca. Un sabor amargo me recorrió la garganta cuando el ponche descendió. Un ataque de tos me dobló.

Liam por su parte se limitó a negar con la cabeza y arrojar el resto del ponche por el lavatrastos.

—¿Por qué? —alcancé a preguntar.

—Porque ya se como te pones con el alcohol y no es agradable.

—Lo dices como si lo hiciera siempre.

—Últimamente así parece —dijo cruzando los brazos sobre el pecho y recargándose sobre el lavatrastos.

Rodé los ojos y continué con mi sobre.

—¿Vas a ir?

Mi turno para arquear la ceja.

—A la boda —dijo volviendo las manos a los bolsillos y bajando la mirada.

Rodé los ojos nuevamente. —No lo creo.

—¿Por qué?

—Mi... Hermano Harry... Viene de visita...y... No sé cuando vuelva a verlo —mentí.

Liam asintió.

El silencio se prologó mas de lo esperado, permitiéndome divagar la mirada en el resto del jardín.

Toda las personas continuaban saltando dentro de la piscina, la música de Geneden seguía resonando al exterior.

Cuando volví la vista al frente, encontré a Liam enredando el índice en uno de mis mechones de cabello. Repentinamente cerca.

Afortunado Desastre (LR #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora