Cap. 47

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47.

De camino a casa de Joel, en el auto de Liam, Katy sugirió calentar la garganta, por lo que al poco tiempo Ricky Martín comenzó a sonar desde su móvil con toda la intención.

Katy también había venido prevenida tomando un cepillo para el pelo del tocador de Geneden, el cual la jugaba ahora como micrófono inalambrico.

"...maquillada todo e día, los tacones le dolían y la coronamos reina del show" —aulló Katy antes de pasarle el micro a Quentin, quien sin hacerse del rogar siguió la siguiente linea.

Una de mis cosas favoritas de Quen, era que no te dejaba sólo jamas, ni siquiera cuando haciamos el tonto.

"Que bellos tiempos, cuando se bailaba hasta morir, saltando al cielo con esa locura de vivir"

Quentin colocó el cepillo al centro para que todos coreáramos al unisono:

—"Hay que pedirle mas, mas a la vida, que sea gasta que se apague el sol y la luna y que no importe mas, mas, mas lo que digan como si fuera la, la ultima noche de tu vida"

Todos menos Liam, que llevaba todo el viaje de camino partiéndose de la risa y mirando ocasionalmente por el retrovisor.

—"nunca te detengas, has lo que tu quieras, sigue tu destino, fuera del camino" —coreamos al final.

Me dolía la garganta, mas que cantar gritábamos pero mentiría si no dijera que había sido el viaje en auto más divertido que había tenido en la vida.

Y casi como si la vida me palmeada el hombro y me dijera "no te adelantes Lucinda, tu cuento va a la mitad, falta mucho para el final feliz" Chayanne comenzó a resonar dentro del auto, cambiando nuestro, ya de por si, animo bipolar.

—Ay por Dios —se quejo Quen

—"Nunca imaginé la vida sin ti —comenzó Katy haciendo de tripas corazón—,en todo lo que me plantee siempre estabas tu, solo tu sabes bien quien soy de donde vengo a donde voy"

Nunca te he mentido nunca te he escondido nada —continué— siempre me tuviste cuando me necesitabas, nadie mejor que tu sabrá que di todo lo que pude dar.

Y ahora tu te vas, así como si nada —coreamos todos, a pesar de que la voz de Geneden nos opacaba notablemente.

—"Y tu te vas" —coreó Quen con una voz chillona realmente graciosa. Pero los artistas no se ríen en medio concierto, así que me reprimí.

Acortandome la vida, agachando la mirada y tu te vas y yo, me pierdo entre la nada —coreamos— ¿Donde quedan las palabras, y me amor que me jurabas?

—Maldito desgraciado infeliz —sollozó Katy.

—Oh vamos Katy, volverá, lo sé —consolé.

La culpa de todo la tenia Chayanne seguro que si mi madre hubiera estado ahí se habría puesto a corear con nosotras por que, aceptemoslo, Chayanne había sido el platónico de muchas madres igual que Luis Miguel, y tal vez, basados en el repentino ataque de ira de Katy, Chayanne tenia algo que ver con la histeria de la madres. Ojalá hubiera pensado e eso antes de graduarme y mi proyecto de investigación no habría sido sobre la estúpida hidratación de las patatas.

Cuando finalmente llegamos, el corazón de mi amiga se había recargado de dolor y se dirigió a paso firme hacia la ventana de Joel, un médico amigo de Dorian que, después de seis meses lejos de mi amiga, al fin había logrado volverse independiente.

Al menos no tendríamos que lidiar con guardias como en la casa e cierto chico rico.

Ni siquiera tuve que pesar que canción seria la mas apropiada, pues de inmediato Katy comenzó nuevamente con Chayanne.

Afortunado Desastre (LR #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora