Cap. 29

52.1K 5.1K 1.1K
                                    

29. "¿Y AHORA QUIÉN NO GIRÓ A LA DERECHA?"

Caminé hacia el auto de Dorian y entré de inmediato acomodándome frente al volante. Encendí la radio y dejé que Maroon 5 resonara con fuerza dentro del auto. No pude evitarlo, sabía que iba a quedar como una loca frente al resto de los conductores pero mi voz tenía que acompañar a Maroon 5 y a Cristina Aguilera con "Moves Like Jagger", luego "Sugar" comenzó a resonar y di gracias a Dios por el hombre que inventó las puertas y ventanas en los autos ya que hasta yo me incomodaba con aquella voz chillona que comenzaba a hacer para imitar la voz de la canción. Mi misión era ir a comprar pañales, leche en polvo y toallitas húmedas para Mery pero de pronto un par de gotitas comenzaron a caer aplastando estrepitosamente mi Maroon5Humor, cosa que no mejoró cuando las pequeñas gotas fueron seguidas por mas y mas gotas de camino al centro comercial... pocos segundos después me encontraba en una enorme tormenta. El cielo comenzó a crujir y me entraron ganas de callar a Maroon 5 y concentrarme en llegar rápido a casa, pero un viaje aburrido y silencioso solo aumentaría mi miedo hacia los rayos, así que Sugar tomó mayor intensidad contagiándome ritmo con el que comencé a bailar meciéndome de un lado a otro en el asiento del conductor y chasqueando los dedos ocasionalmente para añadir énfasis a la coreografía.

Fue entonces cuando sucedió.

Una pequeña sombra se atravesó frente a mi y no pude hacer mas que girar con brusquedad hacia la izquierda. No iba a arrollar a un perrito... otra vez.

El auto giró hasta detenerse golpeando algo de frente. El sonido metálico me sorprendió al transmitirse a la par de un trueno espantoso del cielo.

El impacto empujó mi cuerpo hacia el frente y al lado pero el cinturón de seguridad evitó que el golpe fuera complicado logrando así que solo mi cabeza fuera a parar frente al volante propinándome un leve golpe en la frente y mi hombro únicamente rebotó en la puerta.

Parpadeé sintiendo un liquido caliente correr por mi frente y descender hasta mi mejilla izquierda. Mi visión estaba nublada y solo notaba leves borrones frente a mi pero Maroon 5 había comenzado con "She Will Be Loved". Lo apagué molesta. Nunca mas iba a volver a bailar nada de Maroon 5.

Me quité el cinturón de seguridad y me apresuré a salir del auto ignorando el leve punzón que sentí en el hombro en espera de haber salvado al perrito negro. Sentí que la sangre me abandonó el cuerpo cuando descubrí un bonito y lujoso auto rojo frente al mio.

Una melena roja comenzó a moverse dentro. Las gotas de lluvia entorpecían mi visión pero reconocería ese auto y esa melena en cualquier sitio.

América.

Mierda. El perrito se había marchado.

Mal agradecido.

Me apresuré a abrir el auto de América pidiéndole a Dios por todos los nombres que le conocía, que América estuviera bien... una demanda no era algo con lo que me apeteciera lidiar.

Al abrir la puerta del conductor América salto fuera (con un paraguas azul, porque claro, la chica no se iba a mojar aunque hubiese estado a medio paso de morir) y comenzó a gritar un montón de insultos sobre mi forma de conducir, mis estrellados lentes, mi estúpido actuar ente la situación y luego amenazó con llamar a la aseguranza, fue entonces cuando se dio cuenta de su herida... su enorme, peligrosa y preocupante herida.

—Mi uña...

—¿Tú qué? —pregunté aturdida por el estruendo del cielo que se cruzó con la declaración quejumbrosa de la prometida de mi jefe.

—¡Mi uña! ¡Era la muestra de las uñas de la boda! —gritó entre pucheros.

Genial, era lo que me faltaba una barbie molesta.

Afortunado Desastre (LR #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora