Cap 51

48.6K 4.9K 1.2K
                                    

51. CULTURA VIAL.

Ese hombre era el peor ser humano con el que me había topado —después de Will, claro está—. Era increíble que después de poner ambas llantas delanteras sobre el paso peatonal, todavía tuviera el descaro de gritarnos improperios a media calle.

En algunas ocaciones mi mejor amiga parecía recién sacada de una película de súper héroes. Cuando creía que algo era injusto simplemente era imposible hacerla parar y yo no podía quedarme a mirar como la hacían papilla todos los villanos... Ni Quentin, aunque se esforzara en asegurar que la odiaba mas que al brocli del desayuno.

Después de que el hombre del auto nos insultó porque Katy se había plantado frente al capote sin intención alguna de moverse hasta que aquel hombre retrocediera y liberara el paso peatonal, decidí usar la fuerza y, tomándolo del cuello, tiré de medio cuerpo hacia afuera pero al parece los planes de Katy eran otros.

—No Luce. Si lo dejas inconsciente no podrá retroceder ni aprender un poco sobre la cultura vial —aseguró—. Dejalo, va a retroceder.

—Bien —mascullé justo cuando Quentin un se detenía con una bolsa de compras a un costado con la boca abierta.

—Las dejo solo un minuto y arman todo este caos sin mi —sonrió— que bueno que llego a tiempo.

Como no podíamos golpearle porque aun necesitábamos que hiciera el auto a un lado opté por cruzarme de brazos y colocarme frente al capote junto a Katy, poco después Quen se nos unió y Dorian apareció con mas bolsas de compras.

—No van a creer esto, encontré un sushi con sabor a chicle... ¿Que hacen ahí paradas?

Casi corro hacia el en busca del sushi con sabor a chicle pero logre mantenerme firme.

—¡Escuchenme bien estúpidas! ¡voy a pasar por encima de ustedes si no se quitn en un minuto!

—¡Adelante! —retó Katy— Ya hay un montón de gente que ha anotado tu matricula, me pagaras el hospital.

Gire un poco y encontré que mucha gente asentía en nuestra detección aparetemente satisfechos con nuestra acción a favor de los peatones. Yo m estaba muriendo de miedo, si el tipo decidía cumplir su palabra seguro como el infierno que nuestros cuerpos iba a salir volado como pinos frente a una bola de boliche, pero no podía dejar sola a mi mejor amiga y al parecer Douan pensaba igual ya que sin dudar se acerco a nosotras y se plantó junto a Quen.

—¡Esta es una estupidez!

Pasó un cuarto de hora y los carros seguían transcurriendo excepto el sujeto al que le bloqueabamos el paso, que no tenia masqte retroceder y marcharse, pero su terquedad le obligaba a mantenerse firme.

—¡Escuchenme bien, malditas zorras, si lo que querían era llamar la atención deberán...!

Pero no terminó de iluminar nuestro día con su maravilloso consejo (una pena, parecía prometedor), porque de inmediato un hombre le saco medio cuerpo por la ventana tirando con fuerza del cuello de su camisa hacia arriba.

Podría reconocer esa espada ancha y esos cabellos café cobrizo de comercial francés de shampoos a kilómetros de distancia.

—¿Como las llamaste imbécil? Repitelo —retó Liam con su cara a pocos centímetros.

La piel del rostro de hombre estaba roja de la ira, aunque en sus facciones también se podía leer el miedo y aunque no podía ver mas que la espalda de mi jefe, estaba segura de que su expresión advertía problemas, muchos, muchos problemas.

Oh-oh —cantó Katy mirando a Liam igual de pasmada que yo.

Salí de mi trance e intenté correr hacia él pero apenas me moví, el hombre del auto avanzó aun con medio cuerpo fuera. ¿Qué? ¿En serio? ¿todavía planeaba dar pelea con medo cuerpo fuera del auto? No cabía duda: Cada vez mandábamos mas al diablo las teorías de Darwin sobre la evolución humana y el instinto de supervivencia.

Afortunado Desastre (LR #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora