Cap. 44

45.5K 5.2K 1.8K
                                    

44.

La habitación se había tornado borrosa, la mano de Katy caía pesada sobre mi frente mientras reía del mal chiste de uno de los chicos que hablaba con nosotras.

Mi mirada se centró en el piso que giraba bajo mis pies y tuve que detenerme la cabeza para no vomitar sobre el chico que me tendía la mano.

—Por Dios, no puedo dejarlas solas ni cinco minutos —gruñó Dorian ayudándome a ponerme en pie entre tirones nada agradables.

—Oye Dorian, te olvidas de mi —rió Katy sosteniendo su cabeza con ambas manos.

—Ya vuelvo por ti —amenazó con una mirada gélida torno a Katy—. Adulto responsable.

Katy rió. —Lo siento, ese niño es astuto.

Dorian dirigió su mirada de odio hacia Quentin. —Tú, ayudadme a traerla.

—¿A Katy? Pesa demasiado.

—Eso debiste pensarlo antes de escapar como un niño.

—Si, porque el peso de la amiga de mi prima es lo primero que me vuela a la cabeza cuando me voy a escapar —gruñó tomando el brazo de Katy echándoselo a los hombros.

Katy y yo reímos animadas mientras los dos hombres nos llevaban a rastras hacia el auto de Dorian.

—¡Hey es Lady Gaga! —anunció Katy sonriendo al escuchar la canción que llegaba desde la casa de Anna

—Es Katy Perry —corrigió Dorian.

—¿Cuál es la diferencia?

Mi amigo la miró mal. —Solo cállate y entra al auto.

—Quentin... —llamé.

—Estoy aquí —advirtió sentándose en el auto entre Katy y yo.

Dorian entró a auto y furioso lo puso en marcha.

—Lo siento —se disculpó Quetin.

—Cállate, ni siquiera quiero escucharte —ordenó Dorian.

—Dor, es un niño —defendí.

—No, se comporta como un niño pero ya es un adulto. Maldita sea, Lucinda, él y sabe lo que hace así que no traes de defenderlo.

Me quedé de piedra escuchando a mi mejor amigo levantar la voz por primera vez en mucho tiempo. La primera vez que parecía verdaderamente molesto.

—Dorian...

—No tienes justificación.

—Dorian tiene razón —interrumpí sintiendo como gracia al el alcohol comenzaba a hormigearme la cabeza—.  A veces eres un idiota.

—A veces siempre —corrigió Katy.

Asentí.

—Un idiota —resopló Quentin— Solo quiero tomar mis propias decisiones, ya no soy un niño.

—¡Entoces deja de comportarte como uno! —gritó Dorian.

—Estoy harto de todo esto

—¡¿Y tu crees que yo no?! —grité— ¡Tu solo tienes que ir a la escuela y tratar de ser bueno! ¡Yo tengo que dar la cara por ti, yo tengo que trabajar, yo tengo que lidiar con el juez, con los abogados,  con mi padre, con Will y ahora con la familia de Liam!  ¡Carajo, yo también estoy harta!

Todos quedamos en un silencio tan sepulcral que romperlo parecía un verdadero acto de profanidad. Hasta que finalmente Dorian habló:

—¿Will? ¿William Villé?

Afortunado Desastre (LR #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora