Afortunado Desastre (LR #2)

Cap. 11

10. SUSY Y ALEX

—Buenos días Hanna —saludé mientras caminaba por el pasillo directo a mi oficina. Sabía que no estaba siendo muy amable pero honestamente no me apetecía hablar con nadie después del encuentro con Will la noche anterior.

—Buenos días Luce. Espera ¿por qué tanta prisa? Liam quiere verte.

Me detuve a pocos centímetros de la puerta logrando atraer un par de miradas curiosas por parte del resto de las secretarias.

—Noche larga. ¿Qué necesita?

—Un informe detallado sobre las estadísticas de trabajos pendientes y realizados en reseñas en los últimos seis meses —se inclinó hacia mi y susurró: —No le dije que los terminaste hace dos días.

—Gracias.

—De nada —respondió entregándome los papeles con las estadísticas.

Las tomé y caminé derrotada hacía la oficina de Liam donde fui recibida por una enorme sonrisa de parte de Rose y un "adelante, Liam te espera en su oficina" tan amable que me entraron ganas de pellizcarle las mejillas a esa dulce ancianita.

—¿Me llamaste? —pregunté entrando a la enorme oficina gris de Liam pero me detuve a la mirad de esta cuando me percaté de la presencia de un chico que oscilaba entre los 19-20.

Liam me miró y pude ver que realmente no era el momento para hablar de estadísticas y que realmente no me esperaba tan rápido en su oficina. Tal vez debí demorarme más con el trabajo.

—Lo siento yo... No sabía que estabas ocupado. Regresaré en un rato...

—Oh, no, por favor no se detengan por mi —pidió el chico— los negocios son importantes ¿cierto Liam?

Liam se tensó de inmediato, parecía realmente molesto y el musculo de su mandíbula apareció a la par de una mirada de hielo en mi dirección.

De nuevo me miró como el primer día de trabajo; neutralidad e indiferencia decoraban sus finas facciones con un toque ligero de enojo.

—Gracias, pero realmente creo que debería...

—Mi nombre es Axel Woodgeth —dijo tendiéndome la mano— y tú debes ser la famosa Susy.

Sin duda aquello era obra de America Pitz.

Estreche su mano y negué con la cabeza. —Luce Webber.

Axel arqueó ambas cejas y miró a Liam. —¿Es que no nos vas a presentar hermanito?

¡¿Hermanito?!

Fue entonces cuando me percaté del enorme parecido entre ambos; cabello negro azabache, tez clara más bien nívea, buen porte, un cuerpo de ensueño  y elegancia. La única diferencia considerable eran los ojos, los de Liam eran una mezcla exótica de azul y gris, los de Axel eran de un azul tan profundo que apenas pude sostenerle la mirada.

—Para nada, lo están haciendo perfecto —aseguró Liam manteniendo la expresión indiferente mientras revisaba unos papeles sentado en su escritorio.

Axel chasqueo la lengua y negó con la cabeza un par de veces. —Ese espíritu de codescendencia es lo que te lleva a la perdida hermanito, considero que una chica tan inteligente como Susy Webber podría ser de suma ayuda en Canadá.

—Luce Webber —corregí por lo bajo.

Liam despegó la vista de los papeles y le lanzó a su hermano una mirada que habría hecho Garfield se pusiera a trabajar y Silvestre dejara de perseguir a Piolín. Un mirada envenenada tan fuerte que considere enormemente la idea de salir corriendo de ahí. La tensión se podía cortar con hacha.