『293 al 295』

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Cuando Qin Yi y los demás se apresuraron, vieron a una chica tranquila y elegante que miraba enojada a un grupo de personas.

"¿Cómo pudieron ustedes hacer esto? Esto me pertenece. ¡Devuélvelo!"

¡Maldita sea! ¿Pensaban que era fácil intimidarla sólo porque estaba sola? ¿De verdad se atrevieron a arrebatarle sus cosas? Tenía que darles una buena paliza, hacerles saber por qué las flores estaban tan rojas para empezar.

El hombre de delante era un chico traviesamente bonito. Se volvió hacia la hermosa figura 36D de Chen Yaping y exclamó: "Vaya, esta chica tiene bastante temperamento, ¿eh? Ven a jugar con nosotros, ¿eh? El hermano mayor se asegurará de que la pases bien".

El hombre habló obscenamente y las cinco personas que estaban detrás se echaron a reír, incluso guiñándole un ojo a Chen Yaping.

Las venas verdes en el frente de Chen Yaping sobresalieron mientras ella se burlaba. Luego, corrió hacia estas personas con su puño.

Su mano era hermosa y tierna, pero les produjo un gran dolor cuando aterrizó sobre su piel. Al escuchar sonidos como "ping ping pong pong", incluso un hombre como Wang Zhi, que tenía la carne áspera y gruesa, lo encontró doloroso.

Chen Yaping golpeó a ese pequeño gángster, murmurando: "¡Maldita sea tu madre! ¿De verdad te atreviste a mentirme? Solo estaba preguntando direcciones y realmente te atreviste a mentirme, ¿eh? A ver si te mataré a golpes..."

Wang Zhi, que al principio quería ser el héroe que rescatara a una belleza, pero tragó y silenciosamente dio un paso atrás. Tartamudeó: "Ídolo, deberíamos irnos".

'Maldita sea, esto no es una chica en absoluto. Es una tigresa', pensó, y le dolían los dientes con solo mirar su fuerza.

Qin Yi se mostró indiferente y dijo: "Espera un poco más".

Chen Yaping todavía estaba "educando" a este grupo de personas, ignorando por completo sus lamentos. A poca distancia, una de las chicas que había sido golpeada por ella tenía un atisbo de odio en sus ojos mientras una flecha dorada volaba hacia Chen Yaping.

Al sentir la flecha, Chen Yaping se burló y fue a esquivarla. Sin embargo, en ese mismo momento, el pequeño gángster inconsciente se despertó repentinamente y agarró con fuerza su pierna.

Las pupilas de Chen Yaping se contrajeron cuando tuvo un mal presentimiento. En ese momento, sentí que se le soltaba la pierna y cayó en un fragante abrazo.

Una cola de caballo larga y seda le cruzaba la cara; le picaba y tenía muchas ganas de agarrarla.

La persona con el cálido abrazo y la dulce fragancia preguntó con una voz clara que era tan agradable para los oídos: "¿Estás bien?"

Chen Yaping estaba aturdido. Levantó la cabeza y vio la barbilla impecable y el rostro deslumbrante del joven, lo que hizo que el corazón de Chen Yaping explotara.

Qin Yi arqueó las cejas y miró a la joven, que todavía estaba abrazada. Soltó su brazo y sus ojos de fénix brillaron, preguntando: "¿Cuánto tiempo vas a abrazarme, hmm?"

Qin Yi prolongó intencionalmente la última palabra, haciéndola sonar lánguida pero atractiva.

Chen Yaping se sonrojó furiosamente como flores de durazno, sus ojos brillaron cuando soltó la cintura de Qin Yi. Aclarándose la garganta, explicó: "No estaba tratando de aprovecharme de ti".

Qin Yi sonoro, "Lo sé".

Sus ojos de fénix eran embriagadores, como un cielo brillante y estrellado en el que la gente se ahogaría.

Reina del ApocalipsisWhere stories live. Discover now