Reina del Apocalipsis

『272 al 274』

El grupo tocó durante mucho tiempo antes de dispersarse. Como Chuchu era la única chica del grupo, tenía una habitación para ella sola.

Lan Xiang entró en la habitación de Chuchu mientras temblaba. Al entrar, vio a Chuchu sentado junto a la cama con el rostro sombrío. Bajo la tenue luz, su rostro era como el de un fantasma, y ​​la ferocidad en sus ojos hizo que la piel de Lan Xiang se entumeciera.

"Chuchu, hermana mayor Chuchu", Lan Xiang se armó de valor y se acercó, con la voz llena de miedo.

"Estás aquí", la voz de Chuchu era hueca, incluso cuando sus ojos rojos de fénix contenían un indicio de tendencias malvadas. "Nadie te vio, ¿verdad?"

Lan Xiang sintió que se le debilitaban las piernas mientras sacudía la cabeza: "No, no, nadie me vio".

Por alguna razón, Lan Xiang sintió que el Chuchu que tenía ante ella era extremadamente aterrador. Se podría decir que el Chuchu frente a ella era completamente diferente al anterior.

Chuchu se levantó gradualmente, con los ojos llenos de desdén y desprecio. Colocando un dedo en el cuello de Lan Xiang, dijo: "Quiero que hagas algo..."

El corazón de Lan Xiang se llenó de pánico y trató de negar con la cabeza para decir que no, que no podía hacerlo, porque si lo hacía, Yun Huan y los demás la matarían.

Chuchu se burló y asfixió a Lan Xiang, dificultándole la respiración. Estar al borde de la muerte la hacía sentir aún más temerosa.

"¿Lo vas a hacer o no? Si no lo haces, te mataré ahora mismo o tal vez te arruinaré la cara. ¿Qué opinas?" La voz de Chuchu era fría y llena de una profunda oscuridad, como una serpiente venenosa lista para atacar.

Lan Xiang asintió con la cabeza ansiosamente mientras reunía la fuerza para expresar: "Yo-yo iré".

Chuchu se burló y le soltó la mano, luego se volvió hacia su cama y ordenó: "No me decepciones".

Lan Xiang respiró hondo con avidez mientras salía tambaleándose.

La noche pasó y el cielo poco a poco se fue aclarando. Aunque estaba nublado, la gente se adormecía después de verlo a diario.

En una cama doble, un joven era abrazado por un hombre apuesto, su respiración era superficial y estaba llena de tiernos sentimientos.

Qin Yi sintió que durmió extremadamente bien. Su cuerpo estaba constantemente frío, pero ahora sentía como si hubiera un gran horno a su lado, lo que la hacía muy cálida y cómoda.

Cuando abrió los ojos, vio una mano grande y delicada e inmediatamente sintió que se le partía la cabeza. ¿Qué estaba pasando, por qué había alguien en su habitación?

Qin Yi entrecerró los ojos y analizó sus pensamientos caóticos. Ella apretó los dientes, furiosa todo el tiempo. ¡Chen Che, ese imbécil coqueto, se atrevió a conspirar contra ella! Definitivamente tenía que golpearle la cabeza.

"¿Estas despierto? ¿Cómo te sientes?" Yun Huan abrió sus ojos de flor de durazno y colocó sus manos en las sienes de Qin Yi, masajeándola.

El pequeño mocoso no podía tolerar el alcohol y había gemido de dolor toda la noche. ¿Quién sabía si le dolería la cabeza por la mañana?

Yun Huan acababa de despertarse y su voz áspera, que era tan elegante como un violonchelo, era extremadamente atractiva y sexy, lo que distrajo a Qin Yi.

Qin Yi se sentó con calma, razonando que como tenía un suéter puesto y se había apretado el pecho con fuerza, era imposible para Yun Huan descubrir que era una niña.