VI. LA SOCORRISTA DESAPARECIDA

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A la mañana siguiente, con un buen desayuno delante y más calmada, Ce nos explicó lo que había visto la noche anterior.

Billy agachado, delante de una chica que gritaba. De pronto él se gira. Y la ve. Ce se quita la venda, asustada, y el resto ya lo sabemos.

-Creo que ha pasado algo malo - explicó.

-Posiblemente no sea nada - dijo Max.

-Sí, es posible. Pero, si tranquiliza a Ce, podríamos ir a tu casa y echar un vistazo, ¿no? - propuse.

-Claro - aceptó.

Hopper ni siquiera se había despertado todavía, así que Ce le dejó una nota diciendo que dormiría en casa de Max. Recogimos nuestras cosas, las metimos en el maletero del coche y nos pusimos en marcha.

-Deberíamos ir a Starcourt a ver una peli o algo - comentó Max poco después de arrancar.

-¿Es que no me crees? - preguntó Ce.

-Creo que has visto algo superraro, seguro, pero… dijiste que Mike te presintió alguna vez, ¿no? A lo mejor fue eso, y ayer Billy te detectó de alguna forma.

-No lo creo - intervine -. Para empezar, Mike conocía a Ce, sabía de sus habilidades, de algún modo inconsciente pudo estar esperando que ella estuviese ahí. Pero Billy ni siquiera sabe de su existencia, mucho menos de los poderes.

Las miré por el retrovisor. Max se encogió de hombros, sin estar del todo convencida.

-No es una teoría imposible.

-Pero los gritos - insistió Ce.

-Sí, ya lo sé, pero escucha: cuando Billy está solo con una chica, a veces hacen ruidos muy raros - explicó Max.

-¿Y gritan?

-Sí, pero… es de felicidad.

-¿Gritos felices? ¿Qué es un grito feliz?

-Es como… ¿te acuerdas de T/n y Steve el otro día?

-¡Espera, ¿qué?! - exclamé.

-Que no, es broma.

-¿T/n y Steve hacen gritos felices? - preguntó Ce.

-¡No!

-Sí.

-¡Max! Mirad, hemos llegado - señalé, cambiando de tema.

-El coche no está - indicó Max.

Aparqué y bajamos. Nos acercamos a la puerta.

-¿Estás segura de esto? - le preguntó Max a Ce antes de entrar.

Ella asintió.

Entramos a la casa. Max nos guio hasta la habitación de Billy.

-Tengo la sensación de que veremos cosas asquerosas - comentó mientras abría la puerta.

Pero en aquel cuarto, a parte del desorden, no había nada extraño. Algunas revistas asquerosas en el cajón de la mesilla, de las cuales Max se encargó de quejarse, y poco más.

El siguiente lugar al que fuimos fue el cuarto de baño. Allí, dentro de la bañera, flotando en el agua, había unas bolsas de plástico.

-Bolsas - dijo Ce.

-De hielo. Son de hielo - explicó Max, cogiendo una de ellas -. Serán para los músculos, se mata a hacer flexiones.

"Le gusta el frío". Casi me asusté de mi propio pensamiento. Y lo que vi no ayudó demasiado a descartar la idea.

Stranger Things // La Tercera de los Hermanos ByersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora