XIV. ONCE

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Sentada en una de las sillas de la comisaría, movía mis piernas hacia delante y hacia atrás al ritmo de la melodía que sonaba en mi cabeza y que tarareaba en voz baja y sin muchos ánimos. Jonathan estaba allí, sentado ante un escritorio de la policía, esposado y con la cabeza gacha.

Uno de los agentes había avisado al jefe, el sheriff Hopper, que iba para allí. Yo no había logrado verlo, todo había pasado muy deprisa, pero, al parecer, durante el forcejeo para separar a Steve y a Jonathan, mi hermano había golpeado al policía que trataba de separarlos, de modo que, igual no la pelea, pero aquello tendría consecuencias.

Nancy llegó con algo en la mano y se sentó al lado de mi hermano.

-Me han dado hielo - le dijo.

-Gracias - respondió.

Intentó agarrar el hielo envuelto en un trapo que Nancy le tendía, pero las esposas no le permitían hacer demasiado, así que fue ella misma la que acabó poniendo el hielo sobre la sien de Jonathan.

-¿Va todo bien? - le preguntó él tras un largo silencio.

-Sí - respondió -. Todo va bien.

Se miraron y sonrieron. Yo sonreí también, sin dejar de balancear las piernas.

Hopper llegó unos minutos más tarde, acompañado de mamá. Ella se acercó a paso rápido.

-¡Eh! Jonathan, Dios, ¿qué… qué te ha pasado? - dijo.

-Señora - dijo uno de los agentes, levantándose de la silla en la que estaba sentado.

-Estoy bien - respondió Jonathan.

-¿Por qué le han puesto esposas? - exclamó.

-Porque su hijo ha agredido a un agente - contestó él policía.

-Quíteselas, vamos - exigió.

-Me temo que no puedo hacerlo.

-¡Que se las quite!

-Ya la habéis oído - intervino Hopper -, quitádselas.

-Jefe - habló otro agente -, comprendo que estamos todos nerviosos, pero debería ver una cosa.

Los dos agentes salieron acompañados de su jefe.

-Las cosas están saliendo bien, eh - dije, obviamente de forma sarcástica.

Mamá levantó la mirada y me miró muy sorprendida por mi presencia allí.

-¿T/n? Cariño, no te había visto…

-Gracias, mamá. Yo también te quiero.

-¿Qué haces aquí?

-Estar con mi hermano.

-¿Cómo te has enterado?

-Porque estaba allí.

Parecía que mamá iba a decir algo más, pero en ese momento volvieron con una caja llena de nuestras cosas caza-monstruos que dejaron encima de la mesa.

-¿Qué es esto? - preguntó mamá, revolviendo en ella.

-Pregúntaselo a tu hijo, estaba en su coche - respondió Hopper.

-¿Por qué me habéis registrado el coche? - se quejó Jonathan.

-¿Te parece la pregunta más pertinente? - preguntó Hopper, visiblemente cabreado, apoyándose en el escritorio y echándose hacia delante para acercarse a Jonathan -. Vamos a hablar a mi despacho.

-No me vas a creer - aseguró Jonathan.

-¿Qué tal si lo intentas?

-Es cierto - intervine -. No le va a creer.

Stranger Things // La Tercera de los Hermanos ByersWhere stories live. Discover now