IV. ELLOS SIEMPRE MIENTEN

173 10 2
                                    

Empezamos a traducir. Bueno, ellos traducían y yo apuntaba. Tras un buen rato que se me hizo demasiado largo para lo que realmente fue, conseguimos la primera frase.

-Se lo diré a Steve - decidí.

Me levanté corriendo y abrí la ventana que conectaba con el mostrador.

-¡Amor! - llamé.

Él se giró con dos helados, uno en cada mano. Sonrió.

-Nunca me llamas así, ¿qué pasa?

-Tenemos la primera frase.

-¿En serio?

Se acercó y yo sonreí.

-"La semana es larga" - dije, fingiendo un acento ruso.

-Qué emocionante - respondió, con clara ironía.

-Al menos progresamos.

Iba a cerrar la ventana, cuando me fijé en la chicas que esperaban por su helado. Ellas se habían inclinado un poco para verme a mí.

-¿T/n? - dijeron a la vez.

-¡Max! ¡Ce! - exclamé -. ¿Qué hacéis?

-Estamos teniendo una tarde de chicas - explicó Max.

-¿Vienes? - preguntó Ce.

-¡Pues claro que sí!

Cerré la ventana.

-Me voy - anuncié.

-¿Te vas? - repitió Robin.

-No es por vosotros. Dustin. No te estoy dejando tirado, ¿vale?

-No te preocupes, no me molesta. Por lo menos te has interesado. Pero si salvamos el país, no cuentes con parte de la recompensa.

-No tengo problema.

-¿Y no te quedas conmigo? - dijo Robin, fingiendo estar dolida.

-Lo siento, Rob.

-Que no me llames así.

-Os deseo mucha suerte resolviendo eso. Ya me contaréis como acaba. ¡Nos vemos!

Salí, corrí a darle un beso de despedida a Steve y me abracé con mis amigas.

-¡Vamos!

Salimos corriendo, como si tuviéramos prisa por algo. Se las veía contentas, y me transmitieron aquella sensación de forma tan intensa que yo también me sentía eufórica sin haber hecho nada.

-¿Ce? ¿Te dejan estar aquí? - pregunté.

Ella no respondió. Miró a Max y ambas se rieron.

-Vale - reí yo también -. Lo pillo.

Salimos del centro comercial. Íbamos a ir hasta mi coche, que estaba aparcado a unas calles de distancia, cuando vi a los chicos a lo lejos.

-¡Eh, mirad! - señalé -. Vamos a saludar.

-Me parece increíble - dijo Max.

Por su tono de voz, supe que estaba molesta.

-¿Qué pasa? - pregunté.

Pero no recibí respuesta. Caminaron hasta ellos y yo las seguí sin saber muy bien qué ocurría.

-Vaya, qué sorpresa más agradable - "saludó" Max.

A Mike se le cayó la bici por la sorpresa antes de responder.

-¿Qué estás haciendo aquí? - preguntó a Ce.

Stranger Things // La Tercera de los Hermanos ByersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora