IX. ENAMORADA

264 15 5
                                    

Por alguna razón, tener a Steve allí me producía una extraña sensación de tranquilidad, como si él fuese a ser capaz de protegerme de todos los monstruos del Mundo del Revés. Con Once también me sentía segura, pero la sensación era distinta.

Recordé lo que había sentido la noche de la fiesta, cuando bailábamos. ¿Significaba todo eso que me estaba enamorando? Aquello era algo que no podía permitirme. La última vez no había salido bien.

Suspiré y alejé mis pensamientos al mismo tiempo que Steve abría la puerta del sótano.

Me agaché a su lado y apunté dentro con una linterna. Pero no había nada.

-Debe de estar en el fondo - dijo Dustin -. Yo me quedo aquí por si intenta escapar.

-Y yo me quedo también por si… Dustin se asusta y lo deja escapar - dije.

Steve nos miró incrédulo, como quien mira a unos adolescentes que se siguen asustando porque creen que hay un monstruo debajo de la cama. Pero nuestro monstruo era muy real.

Le pasé la linterna y Steve se dispuso a bajar las escaleras.

-Ten cuidado - pedí.

Él sonrió.

-Tranquila - dijo.

Y bajó. Mientras esperábamos en silencio, Dustin me miró como si supiera algo, algo que incluso ni siquiera yo sabía, pero no se atrevió a abrir la boca para preguntar lo que fuera que le rondaba por la mente. Tras un rato en silencio, me empecé a preocupar.

-¿Steve? - no hubo respuesta -. ¿Steve, todo bien?

-¿Has visto algo? - preguntó Dustin.

De pronto, apareció al final de la escalera y nos apuntó con la linterna. Dustin retrocedió por el susto, y yo suspiré de alivio al ver que estaba bien.

-Venid aquí - nos pidió.

Nosotros nos miramos y obedecimos. El bate que Steve sujetaba tenía una especie de piel muerta, como la de las serpientes o los lagartos, señal de que Dart había vuelto a crecer. Tras mostrarnos eso, apuntó con la linterna a la otra punta del lugar, a un agujero hecho en la pared y que se adentraba en la tierra.

-¡Ah, joder! - exclamó Dustin.

-¡Mierda! ¿Cómo ha hecho eso? - pregunté.

Estaba frustrada, y puede que algo asustada también. Ahora había un Demogorgon suelto por ahí, vete tú a saber en donde. Eso no era bueno, no señor, para nada.

-Es tarde para perseguir a vuestro amigo. Será mejor que durmamos un poco y ya mañana seguimos con esto, eh - decidió Steve.

Asentí. Aunque no me gustaba la idea de pasar la noche sin tener localizada a esa criatura, prefería estar a salvo en casa de Dustin que en el bosque cazando Demogorgons. Volví a llamar a casa para preguntar si podía quedarme una noche más, pero nadie respondía.

"Estarán durmiendo", supuse. Aunque era una suposición de mierda, pues sabía que no era cierto. Al menos, era mejor pensar eso que pensar que les había pasado algo. "Sí, además, si hubiera ocurrido algo, alguien me habría localizado para avisarme". Aunque tampoco de eso estaba segura. Entre Dart y la "Visión Verdadera" de Will, empezaba a volverme paranoica. O tal vez no.

Aquella noche ya pudimos pasarla en la habitación de Dustin. Tras una cena rápida, nos encerramos allí; pusimos en el suelo un colchón con un par de mantas para que Steve y yo pudiéramos dormir, y Dustin se quedó en su cama.

Tras algunas horas, yo seguía dando vueltas, incapaz de dormir. Dustin llevaba roncando ya un buen rato, pero yo no lograba conciliar el sueño. Recordé la noche de pesadillas que había tenido tras casi quedar atrapada en el Mundo del Revés con Nancy, y solo eso me hizo estremecerme. Recordé también que aquella misma noche había logrado quedarme dormida mientras Nancy me abrazaba.

-¿Steve? - llamé, susurrando.

Esperaba que estuviese durmiendo ya, pero su voz me llegó clara desde el otro lado del colchón.

-¿Qué?

-No puedo dormir. Tengo miedo. ¿Puedes…? ¿Puedes abrazarme?

Tardó un rato en responder. Yo le daba la espalda, así que fue imposible ver su reacción. Cosa que también agradecí, porque en aquel momento yo estaba completamente ruborizada, a punto de lamentar haber hecho esa propuesta.

-Da igual, olvídalo.

-No, no. Yo... Te… te abrazo, sí. Ven.

Pronto sentí sus brazos rodeando mi cintura, acercándome a él. Me di la vuelta para poder esconder mi cabeza en su pecho y así no sentirme tan expuesta. En aquel momento me sentí a salvo, y mi miedo a enamorarme no pudo importarme menos. Si tenía que pasar, pasaría. Y si yo estaba destinada a amar a Steve Harrington, así sería.

Al final, acabé quedándome dormida entre sus brazos, mientras él me acariciaba el pelo en un gesto tan cariñoso como reconfortante.

Cuando me desperté a la mañana siguiente, seguíamos abrazados. El sol se colaba por la ventana y todo lo tenebroso de la noche anterior ya no estaba. Aunque lo del Demogorgon seguía preocupándome.

-¡Arriba, parejita! - gritó Dustin, entrando en la habitación y despertando a Steve -. ¡Tenemos mucho que hacer, vamos!

Me levanté y bajé con Dustin a preparar algo para desayunar. Steve se quedó arriba recogiendo la habitación.

-No sabía que estábais saliendo - afirmó Dustin.

-¿Qué? Oh, no, no, no estamos saliendo - respondí, esforzándome por no mostrar ninguna expresión, cosa que creo que no funcionó. Nota mental, no jugar al póker.

-Pero tú le gustas. Y él te gusta, ¿no?

-Yo no… él solo…

No supe qué decir, así que solo asentí. Dustin sonrió, como diciendo, "lo sabía".

-Tú no se lo digas a mi hermano.

-¿A cuál de ellos?

-A ninguno.

Justo en ese momento, Steve bajaba las escaleras. Desayunamos en silencio, nos aseamos un poco como pudimos y preparamos todo para ir a la caza del Demogorgon.

-Ya es el segundo año consecutivo que me enfrento a una cosa así - suspiré -. Espero que sea el último.

-Sí, yo también - coincidió Steve.

Nuestra primera parada fue para comprar unos cubos de carne, que servían como cebo para Dart.

Más tarde, mientras descargábamos los cubos del coche de Steve, Dustin se quedó quieto un segundo, atento, como si escuchase algo que no esperaba. Yo no oía nada, así que debía venir de los cascos que tenía conectados al walkie.

-Es Lucas - indicó.

-A buenas horas, menos mal que era un código rojo - me burlé, en una voz más alta de lo normal para que Lucas pudiera oírlo.

-Dart ha vuelto a crecer, ha escapado y ahora sabemos que es una cría de Demogorgon… Ya te lo explicaré, voy con T/n y Steve al antiguo desguace, trae los prismáticos y el cohete de pulsera - indicó Dustin.

-Bueno, vámonos - dijo Steve, cerrando el maletero cuando todo estuvo listo.

-Reúnete con nosotros ya. Cambio y corto - terminó Dustin.

Cogimos los cubos y nos adentramos en el bosque, listos para acabar con lo que empezamos.





Gracias por leer♡

Stranger Things // La Tercera de los Hermanos ByersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora