Le había preguntado a Cheng Yi al respecto. Cheng Yi le había dicho que Jian Yiling iba a la institución al menos una vez a la semana. Sin embargo, solía estar bastante ocupada y, a veces, no encontraba tiempo para ir allí a menudo.
Por eso, cuando tuvo esta oportunidad hoy, Qin Chuan decidió dar el regalo que había preparado a Jian Yiling.
"No hace falta", respondió Jian Yiling.
Ya había conseguido lo que quería.
"Es una pequeña muestra de mi agradecimiento", respondió Qin Chuan. Tenía una suave sonrisa en los labios y sus ojos estaban llenos de esperanza.
Aunque había un acuerdo en papel, quería darle algo. Sabía que no estaba obligado a dar ese regalo.
Sin embargo, para él, la promesa que Jian Yiling había pedido era demasiada ligera. Era demasiada ligera para compararla con la vida de su madre.
Qin Chuan extendió la mano de su regalo. No retiró la mano: "Por favor, toma el regalo".
Era claramente él que le daba el regalo a Jian Yiling. Sin embargo, también era él quien utilizaba un tono suplicante.
En ese momento, la mayoría de la gente había abandonado el banquete. Y por lo tanto, sólo había unas pocas personas que se dieron cuenta de las acciones de Qin Chuan. Mo Shiyun era una de ellas. Su atención nunca había dejado a Qin Chuan.
Mo Shiyun estaba en el mismo lugar. En este momento, experimentó la sensación de caer de las nubes.
Era como si lo que acababa de experimentar fuera simplemente un espejismo.
Tras una larga pausa, Jian Yiling extendió la mano para aceptar el regalo.
Qin Chuan respiró aliviado.
Detrás de Jian Yiling, Zhai Yunsheng entrecerró los ojos. Resopló ligeramente antes de darse la vuelta para alejarse.
Jian Yiling volvió entonces con Jian Shuxing y Wen Nuan.
Jian Shuxing tiró del brazo de Jian Yiling antes de decirle con voz suave: "Yiling, el maestro Sheng es bastante peligroso. No te acerques demasiado a él en el futuro, ¿de acuerdo?"
El tono que empleó Jian Shuxing era de negociación.
Sus ojos estaban cargados y su expresión era de preocupación.
No quería que su hija se acercara demasiado a un hombre tan peligroso.
Por no hablar de que su hija era todavía muy joven.
Jian Yiling echó una mirada a Jian Shuxing antes de decir: "Es un amigo".
Jian Shuxing frunció el ceño. Sin embargo, no podía soportar contradecir a su hija: "Ahh, está bien. No me opondré entonces".
Jian Shuxing sabía que no podía ser apresurado e impaciente en este momento. Su hija ya no confiaba en él. Si la presionaba demasiado para que le hiciera caso en este momento, sólo la alejaría más de él.
He Yan se acercó en ese momento.
Sonrió a Jian Yiling antes de decir: "¿Qué te ha regalado el Joven Maestro Qin? Hoy sólo te ha dado un regalo. De todos, tú fuiste la única que recibió un regalo. Eso demuestra que tienes un lugar muy especial en su corazón".
Antes de que Jian Yiling tuviera la oportunidad de responder, Wen Nuan contestó a He Yan en su lugar: "El joven maestro Qin solía ser el tutor de Jian Yiling. Los dos se relacionaban de vez en cuando. Se conocen desde hace tiempo. Por lo tanto, no es extraño que le haga un regalo. Por favor, no pienses demasiado en ello".
La voz de Wen Nuan era suave. Sin embargo, sus palabras detuvieron inmediatamente las preguntas de He Yan.
"Cuñada, sólo estoy preguntando por ello. No quiero decir nada más", respondió He Yan.
"Sé que sólo estás preguntando. Sin embargo, todavía estamos fuera. Algunas de estas preguntas pueden provocar problemas innecesarios. ¿Por qué no esperamos a llegar a casa para hablar de estos asuntos?"
He Yan sonrió: "Cuñada, honestamente estás pensando demasiado. Nunca he dicho nada. Nuestra Yiling es todavía joven. ¿A quién se le ocurriría pensar en esa dirección?".
"Es mejor que no lo hagas".
He Yan tenía una sonrisa en su cara. Sin embargo, su corazón estaba frío como una piedra.
¿Por qué finges? Un momento, su hija está bailando con el Maestro Sheng. Y al siguiente, está recibiendo regalos del Joven Maestro Qin.
La niña era inteligente.
¿Y dices que todavía es joven?
¡Eso es sólo un disfraz para ocultar sus verdaderos colores!
¡En el pasado, realmente había subestimado a esta niña!
