Sin embargo, Jian Yunmo había recuperado la compostura de nuevo. Comparado con el anterior, su rostro amable era un poco más solemne.
Miró a Jian Yuncheng y a Jian Yunnao con una profunda tristeza en su mirada:
"Hermano, no se trata de a quién golpeo o pego. Eso no importa. Eso no cambia nada. No cambia el hecho de que Yiling se haya hecho daño".
A Jian Yunmo le dolía el corazón por Jian Yiling. Nadie había confiado en ella.
Sin embargo, aunque le doliera el corazón, las cosas que podía hacer por ella seguían siendo increíblemente limitadas.
Aunque podía golpear a Jian Yunnao y reprender a Jian Yuncheng, nada podía cambiar lo que ya había sucedido.
Lo que necesitaba hacer no era desahogar sus propias emociones, sino hacer que su hermana se sintiera mejor.
Sin embargo, él mismo estaba en tal estado que temía herirla si se acercaba demasiado.
"Lo entiendo", respondió Jian Yuncheng. Entendía lo que su hermano quería decir.
Jian Yunnao se dio la vuelta para mirar a Jian Yunmo y juró: "Hermano, compensaré mi error. No pasa nada si Yiling se enfada... No pasa nada si pierde los nervios conmigo... Yo... me lo merezco..."
Hace tiempo, Jian Yiling también había sufrido su ira de la misma manera.
En aquel entonces, todos habían pensado que Jian Yiling se lo merecía.
Jian Yunmo no respondió. Su respuesta no importaba.
Los tres hermanos se levantaron y estaban a punto de salir de la habitación. Fue entonces cuando Jian Yiling salió de las aguas termales.
Se había puesto el kimono que la abuela Jian le había preparado de antemano.
Era un kimono morado con flores bordadas. Su pelo largo y recién lavado le caía hasta la cintura.
Sus pequeños y pálidos pies quedaban al descubierto bajo el kimono.
Por el momento, sólo estaban en la habitación Jian Shuxing, Wen Nuan y los tres hermanos.
Los seis miembros de la familia Jian Shuxing estaban finalmente reunidos después de mucho tiempo.
Wen Nuan se adelantó para abrazar suavemente a Jian Yiling en sus brazos:
"Yiling, llegamos tarde".
Había un fuerte sentimiento de disculpa en su voz. Sin embargo, la disculpa no se debía a que hoy llegaran 'tarde'.
"Mhmm", respondió Jian Yiling en voz baja.
La reacción de Jian Yiling al abrazo de Wen Nuan seguía siendo bastante rígida.
Sin embargo, Jian Yiling no apartó a Wen Nuan. En cambio, aceptó el tacto desconocido y el calor del cuerpo de Wen Nuan.
"Qué bien te sienta este traje hoy. Nuestra niña está creciendo".
"Lo eligió la abuela", respondió Jian Yiling. Era la primera vez que se ponía un kimono.
En ese momento, Jian Yunnao se acercó al lado de Jian Yiling.
Le dijo a Jian Yiling las palabras que no había tenido oportunidad de decir en días. Tenía que decirlo antes de que los demás volvieran a la habitación.
"Yiling... Lo siento... Siento haberte malinterpretado... Siento haberte herido..."
Mientras Jian Yunnao decía estas palabras, se sentía increíblemente nervioso e incluso asustado.
"No tienes que disculparte conmigo. Cuida tu mano. No hagas daño a tu familia".
La mirada de Jian Yiling hacia Jian Yunnao era tranquila como la superficie del lago.
Al ser tan tranquila, hizo que los corazones de los demás en la sala se sintieran doloridos.
De hecho, debido a los acontecimientos anteriores, el resto había predicho que Jian Yiling reaccionaría así ante la disculpa de Jian Yunnao.
Sin embargo, todavía les dolió cuando escucharon las palabras. Fue un doloroso escozor para sus corazones.
Las cinco personas de la sala miraron a Jian Yiling en silencio.
Esta no era una situación en la que Jian Yiling se sintiera cómoda. De las cinco personas, los ojos de Jian Yiling se posaron en Jian Yunmo.
Cuando Jian Yunmo vio la incomodidad en los ojos de su hermana, dio un paso adelante y le dijo suavemente a Jian Yiling: "Vamos a comer. Los abuelos nos están esperando".
Jian Yiling asintió a esto.
Y así, Jian Yunmo sacó a Jian Yiling de la habitación. La había salvado de una situación incómoda.
