Betrayal Love

By KaoryCiel

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Luego de caer en la trampa de un enemigo, Xichen y Jiang Cheng se ven forzados a comprometerse en matrimonio... More

Prólogo
Capítulo 1: El primer amor es un error.
Capítulo 2: Compromiso pactado
Capítulo 3: Sueños rotos
Capítulo 4: Pesadilla interminable
Capítulo 5: La llegada de los jóvenes maestros
Capítulo 6: Conflicto amoroso
Capítulo 7: Conflicto ético
Capítulo 8: El problema del destino
Capítulo 9: Polos opuestos
Capítulo 10: La venganza de Madam Jin
Capítulo 11: Deshonra
Capítulo 12: El rompimiento de nuestros lazos.
Capítulo 13: El lazo que nos une
Capítulo 15: Entendimiento y amor
Capítulo 16: Nuestro destino
Capítulo 17: Alfa y omega
Capítulo 18: Un rechazo y una aceptación
Capítulo 19: Una nueva historia
Capítulo 20: Cortejo impuesto
Capítulo 21: Sentimientos puros
Capítulo 22: Orgullo desecho
Capítulo 23: El destino de un Lan
Capítulo 24: Un nuevo heredero
Capítulo 25: Rivales y aliados
Capítulo 26: Falsa inocencia
Capítulo 27: Debates emocionales
Capítulo 28: El nacimiento del amor
Capítulo 29: Un día especial
Capítulo 30: El cumpleaños del pequeño loto
Capítulo 31: El rey de los cultivadores
Capítulo 32: La obsesión del heredero.
Capítulo 33: La libertad tiene un precio
Capítulo 34: La condena de los Nie
Capítulo 35: Mi amado
Capítulo 36: La pasión de un alfa
Capítulo 37: Trampa mortal
Capítulo 38: Los campeones del torneo.
Capítulo 39: Plan completado
Capítulo 40: Abandono
Capítulo 41: Decisión y consecuencias.
Capítulo 42: El amor de un Lan
Capítulo 43: Anticipo de perdida
Capítulo 44: Amores y venganzas
Capítulo 45: El amante traidor
Capítulo 46: Seducción
Capítulo 47: El precio de los errores
Capítulo 48: Herederos del fuego y del cielo
Capítulo 49: Espías
Capítulo 50: El ascenso del fénix
Capítulo 51: La caída de la esperanza
Capítulo 52: Arma mortal
Capítulo 53: Wen Yuan y Jiang Jingyi
Capítulo 54: Venganza
Capítulo 55: El nacimiento de Sangdu Shengshou y el Patriarca de Yilling
Capítulo 56: Anhelo de amor
Capítulo 57: Luz y oscuridad
Capítulo 58: Todo comienza y termina en Gusu
Capítulo 59: Dualidad
Capítulo 60: ¿Cómo será nuestro futuro?
Especial de San Valentín: Romance entre los jóvenes maestros
Capítulo 61: Detrás de las mentiras y engaños, ¿aún te amo?
Capítulo 62: Destinados
Capítulo 63: Esposos inmortales
Capítulo 64: Locura y pasión
Capítulo 65: El mejor espía del mundo de cultivo
Capítulo 66: Llorar en tus brazos
Capítulo 67: Promesas de amor
Capítulo 68: Misión de rescate. El amor puede trastornarnos
Capítulo 69: El juego ha iniciado. ¿Venceremos?
Capítulo 70: Desesperación ¿Realmente me traicionaste?
Capítulo 71: El Ocaso del mundo de cultivo
Capítulo 72: ¿Puede existir un nuevo sol?
Capítulo 73: ¿Asesinos o héroes de guerra?
Capítulo 74: Los herederos de la guerra
Capítulo 75: Hermanos
Capítulo 76: La familia que formaremos
Capítulo 77: La prueba de nuestro amor
Capítulo 78: Esta vez es para siempre
Capítulo 79: ¿Nuevos enemigos?
Capítulo 80: Brotes de lotos
Capítulo 81: La familia Jin
Capítulo 82: Resentimiento
Capítulo 83: La propuesta
Extra de Halloween: Teng Chieh - Rendirle culto a los ancestros
Capítulo 84: Peligro a cuestas
Capítulo 85: Canción de Cuna
Capítulo 86: Confrontación
Especial Navidad: Nuestra primera nevada juntos
Capítulo 87: ¿Quién es el culpable?
Capítulo 88: El enemigo siempre estuvo a mi lado
Capítulo 89: El poder del miedo y la vergüenza
Capítulo 90: Sentimientos que renacen
Capítulo 91: El infierno en que vivimos
Capítulo 92: Si lo pierdo todo ¿estarás ahí?
Capítulo 93: Acorralados
Capítulo 94: El juicio final
Capítulo 95: Sin el dolor no existe felicidad
Capítulo 96: Renacimiento

Capítulo 14: Amantes y destinados

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By KaoryCiel

Desde la muerte de sus padres, Lan Wanji fue adoctrinado por su tío: El amor apasionado era negativo porque desembocaba en acciones incorrectas. Desde pequeño entendió que ante alguna duda debía de acudir a su tío y qué las reglas eran sagradas. Así que las palabras de Wei Ying sacudieron su mundo entero como casi siempre hacía desde que se volvieron a ver. Wei Ying tenía la potencia de un desastre natural, arrasaba con todo a su paso, sin piedad ni respeto, era tan fiel a su naturaleza de fuego que ni siquiera habría que preguntarse qué elemento era su núcleo dorado. Wanji sintió que la garganta se le secaba, trago varias veces nervioso ¿celoso? ¿celos? Eran sentimientos inútiles que debían de purgar porque llevaban a muchas locuras.

—No lo estoy. — Negó rápidamente ante la pregunta del omega.

—Vamos, mentir está en contra de las reglas. —Continuó burlón el mayor.

—Yo no...—Titubeo. No pudo creer que titubeara. "¿Estoy celoso?", se preguntó el joven Lan, temeroso de la respuesta.

El omega estalló en risas. Seguía sintiéndose ofendido por que Lan Zhan creyese en los chismes que se urdían a sus espaldas, pero superó lo gracioso que era ver a Lan Zhan atrapado. Le sorprendía lo restrictivo que eran los Lan como para que ni siquiera fuera capaz de notar algo tan natural.

—Cálmate. —Habló Wei en tono casual. — Por supuesto que estás celoso. Ya no te presto tanta atención, así que mi pequeño hermanito tiene celos de que su hermano mayor Wei no le preste atención. Es natural, yo también soy un hermano menor celoso con mi shijie.

¿A esos celos se refería? Wanji supuso que entonces se trataba de eso. Tenía sentido. El omega se la pasaba incordiándole todos los días antes de que el problema de sus hermanos les cayera encima. Quizás se había acostumbrado a ser incordiado como una distracción de sus deberes. Lo cual no estaba bien, ya que no debería permitir que algo le distrajese, pero resultaba menos peligroso que celos de otro tipo.

—Lan Zhan, no tienes por qué ocultarlo.

Wei Ying puso una mano en su espalda y se la golpeteó suavemente.

—No me trates como un niño. —Replicó Lan Zhan serio.

Se sintió incomodo del gesto, como si fuera subestimado. En ese momento, Wei Ying se reprimió de hacer otra broma por la seriedad de su expresión.

—Bien, bien, como sea, ya eres todo un alfa, Lan Zhan. —Sonrió amical. — Ahora, por favor, solo déjame regresar a mi habitación. Te prometo que contendré esta pasión loca y no volveré a salir por la noche a buscar a Wen Ning. —Guiñó un ojo y puso sus manos en modo de súplica.

El joven Lan se sintió incómodo ante las palabras del omega.

—¿Te agrada? —Se atrevió a preguntar, deseoso de escuchar una negativa.

—Claro que sí. ¿No has visto lo adorable que es?

—Vete, regresa a tu habitación.

Wei Ying no hizo más preguntas o bromas. Aprovechó el instante en que esas palabras abandonaron los labios del menor para salir corriendo hacia su habitación. Solo le preocupaba que Lan Zhan se arrepintiese y lo mandase a castigar. No notó que Lan Zhan esbozaba un rostro triste.

El alfa continuó dando sus rondas, pero en sus ojos había tristeza pura. Xichen lo vio tan meditativo que se acercó.

—¿Wanji?

Se sorprendió aún más cuando vio que los ojos de Wanji lucían húmedos como si contuvieran lágrimas. Una persona ajena no lo notaría, pero para el mayor era muy evidente que esos ojos lucían más acuosos de lo normal.

—¿Qué sucedió?

—Debo ser castigado. —Respondió Wanji serio.

—¿Por qué?

—Deje ir a alguien que había roto el toque de queda.

Xichen se enterneció.

—Se trataba del joven Wei ¿verdad?

—Sí.

—Wanji, por favor, déjalo pasar. Sé que te estoy pidiendo ir contra las reglas, pero ellos han tenido demasiado.

El menor deseaba saber. No tenía el panorama completo de la situación, solo lo que vio aquel día y luego las discusiones de su tío y su hermano.

—Hermano, ¿Qué pasó ese día?

—Wanji, no hablamos mucho entre nosotros ¿no es así? —Soltó nostálgico. —Alguien busca hacernos daño. No sé si a mí o a Jiang Cheng o es un pleito contra la secta Lan o Jiang o ambas, pero es seguro que nos tendieron una trampa muy bien armada.

El joven alfa se sorprendió y sintió temor por su hermano.

—¿Alguien quiere hacerles daño?

—Sí, además todos esos chismes no los tengas en cuenta. ¿Acaso no conocemos bien a Jiang Cheng y el joven Wei? —Replicó el mayor.

—Pero Wei Ying se comporta amoralmente, no hace caso a las reglas, y ahora está con un alfa.

Xichen inclinó la cabeza, no creyendo aquello.

—¿De verdad?

—Yo los vi.

—Bueno, si es así, es asunto del joven Wei. Cuando me case con Jiang Cheng debería quedar a mi cargo, pero pienso dejarle eso a Jiang Cheng, es su hermano y a quien tiene que pedir permiso para tener pareja o consultarlo con la familia Jiang. —Resolvió.

Wanji no quedó conforme. No estaba bien que un omega tuviera un alfa sin casarse. ¿Por qué era tan difícil para Wei Ying entender que era incorrecto?

—Pero el tío...

—Wanji, el tío ha pasado por mucho, por eso es muy duro; pero voy a tener que ponerte en un aprieto, quizás en algún momento debas escoger estar de mi lado o del tío. —Anunció con rostro triste. — Jamás te reprocharé sea cual sea la decisión que tomes.

Era increíble. Wanji nunca esperó escuchar tremendas declaraciones. Su hermano siempre fue su ejemplo, pero él no se creía capaz de oponerse a su tío, tampoco creía justo que fuera así. Sin su tío, ellos habrían quedado desamparados luego de la muerte de sus padres.

—¿Por qué lo harías, hermano? El tío nos ha criado. — Replicó.

—Presiento que no estaremos de acuerdo en muchos momentos. —Respondió incómodo. — Sobre todo, en lo que compete a mi matrimonio. No voy a permitir que haga daño a Jiang Cheng. Y nuestro tío se empeña en culparlo.

Wanji recordó la escena que le dejó impactado aquel día.

—Pero él...

—No, Wanji. Él no tiene ninguna culpa.

El menor tuvo que aceptarlo. Si su hermano decía que el heredero Jiang no tenía culpa, seguramente tenía sus razones.

—Además, de eso, quiere arreglar un compromiso para ti. —Informó Xichen. — No se lo voy a permitir.

—Me dijo que Huaisang será mi esposo. —Anunció el más joven.

—No te preocupes, yo hablaré con el tío. —Apoyó su mano en su hombro mientras sonreía gentil. — Tú no tienes por qué casarte de esa manera.

—Pero si es lo que le conviene a la secta...

—No, Wanji, no lo hagas. Mingjue es realmente mi amigo, él será el líder pronto así que no necesitas casarte con Huaisang para mantener la paz entre ambos.

El tono de su hermano mayor fue firme, así que asintió. Sintió alivio, realmente no le gustaba la idea de casarse con Huaisang. Le fastidiaba su actitud, no lo encontraba especialmente agradable y no sentía interés en él.

—Hermano ¿serás feliz con el joven maestro Jiang?

Dada la confianza con la que hablaron, deseaba saberlo.

—Yo...lo seré.

No supo discernir si su hermano lo decía con sinceridad o solo por tranquilizarlo.

—De ahora en adelante debemos tener cuidado. —Advirtió Xichen. — Es necesario que seas cauto, lo mismo el joven Wei.

Xichen se despidió y se retiró hacia su habitación. Wanji decidió no revelar sobre el castigo que merecía Wei Ying. Si su hermano se lo pedía, entonces lo dejaría pasar. Se quedó meditando acerca de las palabras de su hermano: Temió por los peligros que podrían rondar a su hermano o a Wei Ying al ser hermano de Jiang Cheng.

........

El primer amor podría tratarse de un simple espejismo, una atracción unilateral por alguien a quien se admira. Su primer amor fue Nie Mingjue, un alfa que era cinco años mayor que él. Pero la diferencia de edad no resultaba lo más importante entre ellos, sino que Mingjue era el heredero de la poderosa secta Nie; mientras que él, Meng Yao, un sirviente, el asistente del segundo joven amo Huaisang. No importaba si era querido por Huaisang, seguía siendo solo un sirviente.

Sabía que Madam Nie, la esposa principal lo detestaba, pero esa mujer detestaba a varias personas, quizás a quien más detestaba era a la madre de Huisang. Así que formaban un grupo pintoresco, siendo los más odiados por la esposa del líder. La mujer era tan despiadada como para mandar a un grupo de delincuentes a violarlo solo para que su hijo no se fijara en él. Sin embargo, aquello solo hizo que Mingjue lo protegiera y ambos terminaran cayendo en el amor.

En aquel momento, ocultos, tras la sombra de una de las torres, Mingjue tomó sus labios con fuerza. El joven amo estaba a solo un año de llegar a la mayoría de edad, pero él no tenía los mismos escrúpulos que Xichen. Deseaba al omega, así que le besaba con pasión para demostrarle su amor. La diferencia de tamaños haría temer a otro omega, pero A-Yao encontraba fascinante que el otro alfa fuera tan alto y fuerte, en sus brazos podría ser partido en dos, pero aquello escarapelaba su piel.

—A-Yao.

A pesar de las toscas manos, Mingjue intentaba contener su fuerza para tocar sus mejillas con delicadeza. Aun así, el menor sentía lo rasposas que eran las manos del otro.

—Estás aprovechándote de este pobre sirviente. —Murmuró agitado luego del beso.

El alfa sonrió vicioso, le atrapó de la cintura y paseo sus manos por las caderas del otro. Observó con deleite como sus mejillas lucían tan encantadoras y aspiró su aroma a durazno, tan dulce.

—¿Acaso no fuiste tú quien me citó aquí? —Cuestionó— Siento que conoces mi hogar mejor que yo.

—Bueno, los jóvenes amos siempre son muy caprichosos, así que debo encontrar atajos para movilizarme rápidamente.

Mingjue envolvió sus brazos alrededor de él. Cuando le abrazaba así, Meng Yao sentía que estaba protegido.

—Me citaste aquí para que no castigue a Huaisang. —Murmuró directo en el oído del omega. —¿Quién está manipulando a quién?

—El castigo fue muy duro, joven amo, por favor.

El alfa ardió de deseo y se lanzó a besarlo, pero Meng Yao cubrió su propia boca. Sus ojos seguían siendo suplicantes. Era una fachada, pero a Mingjue le costaba no caer ante ello. Su rostro de fingida inocencia era cautivador.

—Bien, reduciré su castigo.

Esta vez A-Yao le permitió besarlo. Luego se mantuvieron juntos, abrazados durante un largo tiempo. No lo parecía, pero Mingjue era bastante cálido y cariñoso. El amor que Meng Yao sentía por su amo crecía imparable con la efervescencia propia de su edad.

No le habían dado nombre a lo que tenían. MIngjue sabía que su padre había tomado algunos amantes que eran sirvientes y que era común entre los jóvenes amos, pero él no veía a Meng Yao de esa manera. Se le hacía especial, deseaba protegerlo realmente. Además, su aroma le atraía enormemente. Siendo sincero, aunque luciera tan temible y tuviera veinte años no había tenido intimidad con ninguna persona. Inconscientemente había esperado a que Meng Yao creciera para manifestarle sus intenciones románticas.

Se despidieron luego de intercambiar algunos besos más. Incluso, Mingjue se desconocía por lo blando que se volvía por unos cuantos veces del omega, pero le era inevitable sentirse feliz cuando lo tenía en sus brazos.

Antes de poder llegar a su habitación, su padre le mandó a llamar. Ante él, se inclinó para recibir órdenes. Su padre no era del tipo de persona cariñosa, no creía que esa fuera una cualidad propia de un alfa. Aunque para su desgracia, Mingjue tampoco contó con la dulzura de una madre.

—Debo de ir a una conferencia de secta, tu madre irá conmigo. Así que te quedarás al frente. —Anunció sin más. — Estás cerca de cumplir la mayoría de edad así que debes ser capaz de dirigir una secta.

—Lo haré, padre. —Aceptó firme.

—Hay otra cosa de lo que quiero hablarte.

Mingjue se sintió nervioso. No por ser castigado, sino porque dañaran a su amado.

—¿Tienes de amante al sirviente Meng Yao?

El tono del líder fue neutro, así que Mingjue no pudo saber si su padre estaba enojado.

—No es mi amante. Yo...

—Estás enamorado de él. —Concluyó el mayor.

El joven heredero no supo cómo evadir el tema, así que tomó valor en nombre de la persona que amaba y asintió.

—Lo estoy, padre. —Aun no observaba el gesto de su padre. — No es su culpa. —Se apresuró a decir. No le importaba ser castigado, pero no permitiría que Meng Yao fuese lastimado.

Primero reinó el silencio, el cual fue roto por la risa del líder Nie.

—No tienes que estar a la defensiva conmigo, hijo. —Exclamó relajado. — No soy tu madre. No le haré daño a Meng Yao. ¿Sabes por qué lo acepté?

—Por piedad...

—Sí, pero también porque es un Jin, uno impuro claro, mestizo, además. Sin embargo, sabía que Huaisang necesitaría de compañía de su edad. Que mejor que alguien como él. —Declaró orgulloso de su propia decisión. — No solo por él, también prevenía que cuando crecieras ibas a necesitar compañía especial. No es bien visto que los cultivadores visitemos los prostíbulos de las ciudades, pero somos alfas y tenemos necesidades.

El hombre se manifestaba cómo si fuera lo más común. Mingjue sabía que para su padre lo era, después de todo tenía muchos concubinos. Aunque su favorita fuera la madre de Huaisang, eso no le limitaba a visitar una alcoba nueva por noche.

—No ha sucedido eso con Meng Yao y él no es así. —Se apresuró a aclarar.

—Por supuesto que no lo es o lo habría corrido de nuestra secta. —Replicó el líder. — Ahora que te ha aceptado, te pertenece y no tiene por qué involucrarse con otro alfa. Además, ningún oficial tiene derecho a acercarse a él. Pero queda en tus manos que a todos les quede claro ello y a él también. No aceptaré que te engañe.

No le gustaba la forma en que su padre veía aquello, pero era su oportunidad para poder tener a Meng Yao a su lado.

—¿Entonces tengo su permiso para poder tener una relación con él?

—Claro que la tienes. Aprovecha este tiempo que estaremos fuera para cortejarlo. Regálale todas esas cosas que a los omegas como él le gustan. —Indicó. —Solo que tu madre no se entere. Ella no piensa igual que yo y no comprende estas necesidades. Ya llegará el momento en que te encontremos un esposo. Disfruta tu tiempo con Meng Yao.

Quería decirle que lo que sentía por Meng Yao no era transitorio. Sin embargo, su padre no le dejó hablar más. Esa misma tarde sus padres se marcharon de la secta, llevándose a sus sirvientes personales.

Los deberes de líder eran diversos. Antes que nada, era importante velar por toda la familia, la cual era larga ya que su padre tenía numerosos esposos. Aunque, aparte de su propia madre y la de Huaisang, ninguno tenía hijos, sí que contaban con discípulos, sirvientes y familiares que se mudaron con ellos. Luego, debía de organizar los entrenamientos de los discípulos. Aquella noche se avocó a organizar un plan de entrenamiento para todas las semanas que sus padres se ausentarían.

Pronto, sintió a Meng Yao ingresar a su habitación con una bandeja de comida. No podía negar que aquellos detalles le gustaban. Desde que iniciaron su relación, ordenó a sus sirvientes personales permitir el ingreso sin restricciones del joven.

A Yao se sentó a su lado y comieron juntos. Luego de aquello, Meng Yao mandó a traer el té, Mingjue le contó cuál era su plan de entrenamiento. El omega le compartió su propia opinión, realmente juntos terminaron por construir aquel planeamiento.

—Eres bastante inteligente. —Alabó el alfa.

El omega estaba apoyado en su pecho, lo tenía envuelto, sus cabellos rozaban su barbilla. Desearía siempre permanecer así, sentirse libre de poder tocarlo sin el temor a ser descubierto por su madre.

—Mi padre no habrá pensado lo mismo, supongo. —Murmuró entristecido el menor.

—Perdón por esto, pero tu padre es un imbécil que no debería ser líder de secta. Tiene suerte de nacer con ese sangre o no hubiera logrado nada por sí mismo.

—¿Eso es lo que piensan los otros líderes de secta? —Preguntó el joven.

—Lo es.

Mingjue acarició sus mejillas y luego limpió esas lagrimas acumuladas en sus ojos. Debía ser duro para un omega sentirse desamparado. Sintió ganas de arroparlo, de asegurarle que de ahí en adelante todo marcharía bien, que no necesitaba lamentarse por un padre tan miserable como el que lo engendró. Sacó un cofre y lo abrió mostrándole una diadema para el cabello de fina seda con algunos brillantes.

—Es para ti. —Murmuró el alfa, intentando moderar su voz.

—Un alfa solo regala este tipo de cosas a su pareja ¿soy tu pareja, Mingjue?

—¿Aun no te quedaba claro? ¿Por qué te besaría entonces?

Meng Yao recibió su beso, luego se puso la diadema, a cuál enmarcaba perfectamente su rostro.

En los días siguientes, Meng Yao recibió varios regalos, algunos ostentosos, otros pequeños detalles. Era una muestra de ser cortejado. Al recibirlos, significaba que aceptaba el cortejo del alfa. No pudo evitar que su corazón latiese ilusionado. Mingjue era amable, dulce y apasionado, con toda esa fuerza que le aseguraba que nadie podría dañarlo y ese poder que asustaba hasta al más hostil de los alfas. Y él se había enamorado por completo del alfa. Con naturaleza, Meng Yao terminó dirigiendo a los otros sirvientes apoyando a Mingjue en sus deberes como líder. Mingjue sintió que deseaba esa vida, un sueño se fue construyendo para ambos: Mingjue como líder de secta y Meng Yao como su omega, su esposo, su único esposo.

Aquella tarde, Huaisang se había encaprichado con hacer una pequeña fiesta de linternas. Así que mandó a traer muchas linternas de diferentes artistas. Los sirvientes las colgaron en lo alto y durante la noche centellaron.

Huaisang lucía una de sus mejores túnicas, además vistió a Meng Yao con una túnica igual de hermosa. La vista de Meng Yao dejó anonadado a Mingjue que no podía creer que su pareja luciera aún más hermoso.

—Estoy siendo muy consentidor con ustedes. —Renegó el alfa.

—Yo creo que a ti te encanta ver feliz a Huaisang. Reniegas, pero terminas por comprarle todo lo que quiere. —Se burló A-Yao.

El alfa rodó los ojos.

—¿Y tú? ¿estás feliz, A-Yao?

El omega asintió tímido. No podía creer que de verdad aquel gran joven amo estuviera interesado en su bienestar. Para ese momento ni siquiera pensó en Xixhen. Las intenciones románticas del joven Lan quedaron relegadas en su mente. Para A-Yao, Mingjue se volvió su todo.

Esa noche, Huaisang bebió mucho, así que tuvieron que llevarlo a su habitación. Mingjue agradecía realmente el cariño que Meng Yao destilaba hacia su hermano menor. Ambos aun deseaban permanecer juntos así que ingresaron a los aposentos de Mingjue. No era inusual, últimamente siempre lo hacían.

—Mingjue, yo necesito saber. —Urgió el omega, sintiéndose de repente inseguro de toda la magia de su relación. — ¿realmente sientes afecto por mi o me estás usando?

—Debería ofenderme tu sola duda. ¿Por qué piensas que no te tomo en serio?

—Tengo miedo porque...—A-Yao tomó aire, decidido a confesarse. — Yo te amo.

El poco autocontrol que Mingjue tenía se quebró al oír esas palabras dichas de tan dulce manera. Tomó a Meng Yao en brazos y lo levantó. Mientras lo besaba lo llevó hacia su lecho.

—Mingjue...joven amo ¿me ama?

—Te amo.

Había salido de lo profundo de su ser. No podía decir palabras bonitas, pero era sincero. Meng Yao río ante la simpleza del otro.

Su hermosa túnica fue abierta y su pecho tanteado, gimió dulcemente. Mingjue sintió que su cuerpo se estremecía ante aquel sonido. Besó nuevamente al omega y luego sus labios viajaron por su cuello.

El aroma a duraznos inundó la habitación, llevando a Mingjue a la excitación. Su aroma de roble llenó el espacio combinándose con el del omega.

Se besaron largamente entre quejidos y susurros guturales. Toda la túnica del omega quedó abierta. Mingjue se deleitó con su imagen: su cuerpo menudo, pero de músculos firmes, cintura pequeña, pecho blanco de piel sedosa y pezones rosados. El cabello de Meng Yao caía sobre su lecho desordenado, enmarcado su rostro lleno de placer. Y de pronto las vio, una larga cola felpuda de color dorado, en la cabeza también las divisó, dos orejas de zorro dorado.

—Nunca digas mi verdadera forma, Mingjue, mi padre me ordenó ocultarla.

Acarició su mejilla y asintió. Era el espíritu animal manifestándose: un espíritu zorro noble, como la sangre pura de los Jin. Entendió porque lo despreciaban, era un símbolo de grandeza. De vivir en la secta Jin podía significar un riesgo para la sucesión de Jin ZIxuan.

Mientras besaba nuevamente a su omega, su propio espíritu animal se manifestó. Meng Yao pudo observar un par de orejas pequeñas, de oso.

—Eso explica porque eras tan grande y fuerte. —Musitó agitado el omega con una sonrisa.

Mingjue se avergonzó, pero el omega le dio un beso en el mentón. Meng Yao le ayudó a abrirse la túnica también. El omega paseo sus manos por su pecho.

—Estoy contento con mi alfa. —Sonrió pícaro. — ¿estás contento con tu omega?

—Quién diría que este noble sirviente era tan descarado.

Lo aprisionó contra la cama, y repartió mordidas por sus hombros. Luego bajó su cabeza hasta que sus labios chocaron con uno de los pezones del omega. Sin dudarlo, lo succionó repetidas veces hasta escuchar quejidos ahogados.

Su omega era erótico, su expresión desató sus instintos de ser más salvaje. Tomó las muñecas del omega y las puso por encima de su cabeza mientras continuaba succionando aquí y allá.

—Joven amo ¿es usted virgen? —Le preguntó con cierta diversión

—¡¿Acaso tú no lo eres?!

Por un momento Mingjue sintió que perdía toda la excitación y se llenaba de celos ante un alfa sin rostro.

—Claro que lo soy. Pero tengo alguna idea más o menos de lo se debe hacer. Ya sabes de donde vine.

Se sintió como un reto. Abrió las piernas del omega con cierta fuerza, sacando un quejido en el otro. Primero tomó el miembro de A-Yao, logrando que se quebrase de placer, luego comenzó a succionarlo. En unos minutos, A-Yao estaba sollozando de tanto placer, su respiración era errática, su piel estaba escarapelada, así como sus pezones lucían erguidos y duros.

—Joven amo...Mingjue...

—Llámame alfa, soy tu alfa. —Ordenó.

—Alfa, mi alfa.

Continúo saboreando el miembro del omega hasta que recordó que había algo que hacer si quería tomarlo por completo. Ninguno estaba en celo, así que era necesario asegurarse que el omega lubricase bien. Claro que no tenía experiencia, pero sí había leído pornografía para autosatisfacerse. Desde que inicio esa relación con A-Yao supo que no quería decepcionarlo.

Comenzó tanteando la zona, hasta llegar a su entrada, el lugar estaba ya húmedo.

—¡Mingjue! Eso...

A-Yao no podía abrir bien la boca, solo salían gemidos y quejidos ahogados. De sus ojos saltaron más lágrimas en cuanto sintió un segundo dedo invadirle. Apretó los dedos los pies contra el lecho cuando sintió correrse en la boca del alfa. Su respiración continuó agitada, pero su cuerpo cayó laxo sobre el lecho. No era suficiente para Mingjue, para él la acción recién empezaba.

Atrajo a Meng Yao tomándolo desde los muslos, poniéndolo a la altura de su propio miembro. Apretó la mandíbula. El espectáculo era exquisito, ninguna ilustración porno hacía un buen homenaje a cómo lucía un omega en medio del placer, al menos no cómo su omega.

—Joven amo...

Meng Yao levantó sus brazos hacia el alfa. Este se inclinó para verse envuelto por los brazos y piernas de su omega. Le sostuvo de la cadera mientras se abría paso en el interior de su pareja.

—Duele...—Se quejó el menor.

Mingjue sabía que era demasiado grande para el otro, pero aun así no se detuvo, continúo moviendo su cadera en busca de que su pareja le recibiera. Sin embargo, mientras lo hacía acarició los labios del otro, le brindó un beso dulce que tranquilizó al omega. Luego le sostuvo e ingresó de golpe en él, llenándolo por completo. A-Yao se quedó sin aliento, de sus ojos brotaron más lágrimas. Era diferente a lo que había visto de niño. Ningún alfa trató con tanta delicadeza a su madre ni a las hermanas de ella en el burdel. Siempre escuchaba llantos o quejas de lo poco amable que resultaban los clientes. Incluso con los que eran subastados vírgenes, no tenían piedad con ellos. Es decir, Mingjue era rudo por naturaleza, pero aun así se sentía amado.

El omega se aferró a su espalda, clavando sus garras. Su esponjosa cola de zorro se removió a un lado mientras recibía las penetraciones del alfa. Mientras era consumido por Mingjue, solo pudo emitir balbuceos donde incitaba a Mingjue a ir más rápido.

Estuvieron un largo tiempo enzarzados, besándose, tocándose mientras sus cuerpos se unían. La velocidad de las embestidas del alfa aumentó.

—Joven amo, márqueme, por favor márcame.

Y Mingjue estuvo a punto de hacerlo, pero decidió morder la almohada destrozándola mientras se instalaba en el interior de A-Yao, tan profundo, llegando a su zona más íntima, logrando que su miembro se anudara, uniéndolo por largo momento. A-Yao experimentó el nudo, una sensación nuevamente dolorosa y un poco incómoda, donde pudo sentir como la abundante semilla del alfa le llenaba.

Durante aquel momento compartieron besos apasionados y lentos. Luego de terminar y separar sus cuerpos, Mingjue lo acomodó en su pecho.

—¿Por qué no me marcaste? —Preguntó A-Yao.

—Quiero marcarte cuando nos casemos.

A-Yao sonrió, finalmente tenía a alguien, un alfa que lo amaba, seguramente antepondría el amor que compartían a cualquier cosa. Solo que finalmente no fue más que un juego, alguien con quien experimentar. Mingjue no le amaba lo suficiente como para arriesgarse por él, ni para enfrentar a su familia por el amor que sentían.

...........

En ese momento Meng Yao se vio en el espejo y encontró a un ser patético, inocente, incrédulo. Dos veces había perdido a su pareja, dos veces creyó que finalmente tendría a alguien a su lado por siempre.

"Solo que Xichen no tiene la culpa", pensó. En cambio, Mingjue le había hecho esa promesa ocultando sus verdaderas intenciones.

—¡A-Yao! Mi padre le va a proponer a Lan Qiren un compromiso entre LanWanji y yo. Esperará el momento indicado para que Lan Qiren no pueda negarse.

A-Yao río internamente. Un matrimonio así sería el inicio de su venganza. Por el momento solo se conformaba con seguir aumentando el escándalo del joven Jiang. Ser sirviente tenía sus ventajas, era invisible y podía conversar con los sirvientes de los otros clanes, los cuales le contarían a sus amos las nuevas noticias.

—Huaisang, si lo hace debes de tener cuidado. No vaya a ser que el joven Wei te arrebate a tu prometido.

—No creas que no lo he notado. —Respondió el menor. — El segundo joven maestro Lan siempre lo tiene en la mira. Pero Wei Ying nunca lo nota y cuando lo hace se asusta.

—Hay que mantenerlos de esa manera.

No era conveniente que Wei Ying se diera cuenta que despertaba interés en el segundo jade. A pesar de que Lan Zhan era obediente, seguía siendo un alfa. Y quizás resultaba ese tipo de alfas que lo dejan todo por la persona que aman.

............

Un día nuevo se alzaba, haciendo que la fecha de la boda se acercara. No sería una boda tan esplendorosa como se esperaba de dos jóvenes amos de grandes sectas. Para Lan Qiren no existía nada dichoso en celebrar al tener que casar a su sobrino con alguien así. No le encontraba nada beneficioso a esa unión. Por lo que planeaba seguir presionando para que su sobrino aceptase tomar otro esposo. Jiang Wanyin no merecía ser el primer esposo de su sobrino. Ese tipo de pensamiento solo lograba que Xichen se cerrara a hablar con su tío. Era cansino que en cada reunión le repitiera lo mismo.

La confianza entre amigos se construye con el pasar del tiempo. Xichen sentía absoluta confianza en Mingjue y pensaba que era recíproco. Así que conversaba con su mejor amigo sobre las dudas y miedos que sentía ante su próximo matrimonio. Necesitaba desahogarse con alguien y en el único a quien podía contarle era su amigo de infancia.

—Realmente no sé porque te quejas. —Replicó el mayor al tener que escuchar tantos remilgos del otro. — Jiang Wanyin es un omega bastante hermoso, tiene buena base de cultivo y evidentemente se siente atraído por ti. Además, tú admitiste que empezaba gustarte.

Xichen bajó la mirada.

—No me quejo por él. Yo no deseaba hacer sufrir a nadie. Pero destrocé el corazón de...de esa persona y Jiang Cheng tenía un mejor futuro que esto. Él mismo admitió que odia nuestro compromiso, cómo no hacerlo si se va a casar con alguien mayor, al que veía como un hermano, un maestro.

Mingjue veía a su amigo sentirse tan miserable que decidió aligerar la situación.

—¿Tan malo es ser tu esposo? —Se burló. —Vaya, entonces mejor no entregarte a mi hermanito.

—Mingjue...no es lo mismo. Jiang Cheng fue criado con la ilusión de ser líder de secta, entrenó duramente por todos estos años para eso. — Replicó. —Y ahora no podrá serlo, deberá conformarse con ser mi consorte.

No podía creer que su amigo viera el panorama tan oscuro. Mingjue resopló, sí que debía de tener paciencia para guiar a su amigo. A él le convenía toda aquella situación pues planeaba recuperar a Meng Yao, pero no le agradaba ver a su amigo nadando en la incertidumbre y la culpa.

—Entonces has que valga la pena. Ya no tiene sentido que te lamentes. Jiang Wanyin va ser tu esposo y solo de ti va a depender que tengan una vida miserable o no.—Cruzó sus brazos, serio. — Aunque mi padre haya dicho que las pruebas eran irrefutables no me creo que un joven amo haga algo así.

Para Mingjue fue una total sorpresa, pero luego de ponerse a razonar no le encontraba sentido. El joven lucía demasiado inocente como para hacer algo así; además, los Jiang eran conocidos por su sinceridad, nobleza y orgullo.

—No lo hizo, pero no sé quién lo odia o me odia tanto como para hacerlo. —Respondió el alfa menor. —Mi tío está entercado en culparlo. Tengo miedo que arruine su vida.

El mayor palmeó la espalda de Xichen para hacer que dejase de auto lamentarse y ahogarse en su miseria.

—Ya te lo dije, eres el único que puede hacerle el tránsito más fácil. Si tú lo tratas como se debe, no tendrá porqué importarle tu tío.

De repente, se le ocurrió una manera de hacer que Xichen saliese de ese pozo negro de lamento. Sonrió ampliamente pues sabía que era un tema desconocido para el otro alfa.

—Supongo que como amigo y hermano mayor deberé instruirte para tu noche de bodas. —Habló decidido. — Déjame que te haga una selección de...

—No lo necesito. —Replicó Xichen, avergonzado.

—Vamos, sé que nunca has leído alguna novela pornográfica.

—No, pero no es necesario.

—Bueno, eso vi aquel día. Lo tenías muy bien acorralado. —Río burlón.

—Mingjue...—Advirtió con su voz que no continuase.

—Pero eso eran los instintos. Será lamentable si se da cuenta que no tienes idea de cómo proceder.

—No será necesario. —Insistió.

—Lo único que les dan de leer a ustedes antes de casarse es libro de anatomía. Te advierto que el sexo no es tan simple como meterlo si quieres que tu omega disfrute.

—Mingjue, no pienso tener noche de bodas. —Respondió finalmente. — No podría...

—¿Eh? No lo entiendo, si ustedes ya se han dado más que besos.

—Eso fue porque estaba inconsciente, no puedo hacerle algo así.

—Yo creo que sí te lo podrías coger, solo tienes escrúpulos tontos. Se van a casar, qué problema hay.

Xichen desvío la mirada avergonzado ante la afirmación de su amigo.

—No. Jiang Cheng es hermoso, lo admito. — Afirmó. — Pero es casi un niño.

—¿Entonces vivirán un matrimonio de celibato? Vaya espero que Wanji sea muy fértil o se acabó la descendencia Lan.

El menor tembló levemente cuando un recuerdo poco decoroso rondó su mente.

—En un futuro...quizás si ambos... No lo sé, no depende solo de mí. Jiang Cheng debe crecer y madurar aún. Si él desea que tengamos cachorros más adelante, entonces...

—Entonces te sacrificarás y te lo cogerás. Excelente.

Xichen intentaba no pensar demasiado en ello. Desde hace unas semanas se estaba criticando así mismo por algunos pensamientos incorrectos; sin embargo, la situación cambió, Jiang Cheng se volvería su consorte. ¿Cómo debería verlo? ¿Debería comenzar a tratarlo como si fuera su pareja o continuar siendo amigos? Temía asustarlo y no deseaba que ambos tuvieran intimidad por responsabilidad social. Jiang Cheng no merecía eso. Aunque sonase inmoral, sabía que podía excitarse con él porque realmente era un omega atractivo, pero su moral le indicaba que en nombre de la amistad que tuvieron debería de abstenerse de siquiera dedicarle un pensamiento sucio.

Al terminar la plática con su amigo, se dirigió hacia la mansión Lan. De repente, vio a Jiang Cheng salir furioso de un salón y uno de los ancianos salir resondrándolo: "¡Es usted un mocoso inmoral!, ¡cómo se atreve a hablarme así!".

Recordó las palabras de Jiang Cheng la última vez que hablaron a solas y sintió la rabia recorrerle. Era injusto, todo lo que sucedía lo era, su pequeño loto merecía más que esto; pero Mingjue tenía razón, el único que podía hacer que todo fuera más digerible era él.

Se acercó a paso firme. En cuanto lo divisaron, Jiang Cheng se quedó en su sitio, mientras el maestro elevó su mandíbula con orgullo, creyendo que observaría cómo aquel omega inmoral sería criticado.

—Primer joven maestro, este chico se ha portado vergonzosamente. No entiende que no está en posición de portarse arrogante. —Habló el maestro.

Xichen dirigió una mirada a Jiang Cheng. El omega pensó que el alfa estaría molesto con él, por lo que cruzó sus brazos y desvió la mirada. Estaba harto de aquella situación, demasiados días callando y aceptando, no podría vivir de aquella manera.

—El maestro aquí presente decidió recordarme una y otra vez lo inmoral que soy y la suerte que tengo de que hayas decidido desposarme. —Habló sin mirar hacia el alfa, pero su tono de voz era firme, sin ningún miedo. — Xichen, no me importa, aunque decidas no casarte conmigo y me toque vivir como cultivador errante sin orgullo no voy a agachar la cabeza otra vez. No iba a quedarme toda la tarde para que me humille.

Ante la sorpresa de ambos, Xichen se acercó hasta el omega y acarició su mejilla suavemente. No hubo molestia ni reproche en su mirada, sino infinito cariño. Luego se giró hacia el mayor, aquella mirada cálida se congeló, incluso oscureciéndose.

—Maestro, lo respeto por su categoría, pero el primer deber de un alfa es proteger de su omega, así que no puedo permitir que lo continúe humillando. —Aclaró, reprimiendo su ira, mostrando un rostro sereno con mirada firme. — Jiang Cheng es mi prometido ahora, mi esposo pronto, será parte de nuestra familia y clan con todos los deberes y derechos que eso compete. Usted debe aprender a tratarlo según aquello. No se olvide que soy el heredero de la secta y el futuro líder de esta. Jiang Cheng gobernará la secta a mi lado. —Declaró, observando directamente a los ojos del mayor.

—Xichen, ¿te das cuenta a quién estas defendiendo? Este niño arruinó tu vida...

El alfa no le permitió continuar. Se dio cuenta que el nivel de maltrato que sufría Jiang Cheng era monumental.

—No. No es "este niño", a mi puede llamarme por mi nombre si desea porque fue uno de mis maestros, pero a él solo puede referirse como joven maestro o señorito. Cuando sea mi esposo tendrá que tratarlo con la cortesía requerida. —Su voz se agravó. — Cómo puede enseñar etiqueta si no predica con ella.

Ante aquello, el maestro no pudo replicar, su rostro se llenó de vergüenza. Solo pudo dedicarles una reverencia. La presencia de Xichen marcaba cuan poderoso ya era y aun no llegaba a la mayoría de edad. Sería un alfa de mucho nivel, capaz de ordenar a otros, un alfa nacido para ser líder.

—Discúlpeme, joven maestro Jiang. —Habló el maestro hacia el menor.

Jiang Cheng sonrió. No podía disimular que se sintió bien que pusieran en su lugar a aquel cretino que no se cansaba de recordarle cómo se había terminado comprometiendo con Xichen. Así que se atrevió a voltear la situación contra aquel maestro, pue sabía que solo se comportaría porque tenían a Xichen presente.

—No deseo que me brindé más clases. No lo creo competente para ello, Xichen.

El alfa no fue ajeno a que el menor disfrutaba el momento. Estuvo a punto de reírse por aquello, pero disimuló y continuó con el gesto serio. Su pequeño loto podía ser bastante mimado y algo que siempre le había gustado hacer era consentirlo. Decidió regalarle aquel pedido porque se lo merecía luego de tantos maltratos.

—Maestro, gracias por su tiempo. A partir de ahora yo le enseñaré a mi prometido.

—Qiren...

—Si mi tío tiene algo que decir, puede culparme. No se preocupe.

El maestro dio otra venia y se retiró dejándolos a solas.

Jiang Cheng se regodeó de verlo partir derrotado, pero entonces se dio cuenta que se quedaba a solas con el alfa y la vergüenza le llenó.

—Xichen, yo siento este escándalo.

—No lo sientes en lo más mínimo. —Respondió viendo con gracia la tensión en el menor. — De hecho, disfrutaste verlo derrotado.

El joven omega se quedó sin palabras.

— Pero te entiendo. Eres un joven maestro, no tienes por qué aguantar todo esto.

—Él realmente me hacía sentir incómodo. —Replicó.

—Lo sé. Discúlpame por eso. —Xichen le devolvió una mirada gentil. — Sin embargo, lo que dije es cierto. Tú eres mi prometido. Ningún subordinado, maestro o sirviente puede tratarte de forma descortés. Soy el heredero de esta secta, para gusto y disgusto de muchos en nuestro clan y tu dirigirás la secta conmigo.

—Sé que hubieras querido que fuera otra persona, Xichen. —Le costó decirlo, pero era mejor tener las cuentas claras. Estaba agradecido por la defensa, pero no quería armar ilusiones.

El alfa se acercó a él, su mano tembló, pero se atrevió a tomarle de las manos. Ambos desviaron la mirada avergonzados por algunos retazos de recuerdos de aquel día.

—Confía en mí, A-Cheng. Si alguien más te molesta, dímelo. Tienes todo el derecho que te corresponde tu posición.

Jiang Cheng estaba acostumbrado a que todos le rindieran pleitesía. En su hogar no había quien no le tratase con respeto. Hasta hace unos días, los otros omegas le tenían envidia por su posición. Sin embargo, había soportado culpándose inconscientemente por todo lo sucedido, pero su hermano y Xichen tenían razón, no iba a ingresar como un sirviente a la secta Lan ni como un concubino, sería el esposo de Xichen, aunque no fuera amado, nadie tenía porqué humillarlo.

—Entonces, Xichen, no volveré a permitirlo. Aunque aquello te cause problemas, no aguantaré otra humillación más. —Decidió. Aceptaría la oferta de su futuro marido, no más humillaciones, no aguantaría ningún insulto más.

—No lo soportes. Ni siquiera mi tío tiene derecho a hacerlo.

Ambos se quedaron observándose a los ojos y encontraron a esa persona del pasado, aquella con la que habían compartido tantos momentos juntos. Sus vidas habían dado un giro inesperado, pero a pesar de todo aquello, ellos sentían afecto y no se habían traicionado, sino que fueron embaucados por alguien más.

—¿De verdad vas a enseñarme tú? —Decidió preguntar Jiang Cheng.

—Lo haré.

—Pero...

—Eres mi prometido ¿Qué hay de malo en que sea yo quien te enseñe?

—A tu tío no le va agradar.

Xichen lo sabía, pero no importaba. Aunque le asignase otro maestro, todo era tan reciente que el nuevo maestro trataría de la misma manera a su prometido. Lo mejor era que por el momento quien le enseñara fuera él mismo, así evitarían confrontaciones continuas.

Aparentemente, aquel maestro no había dudado en contarle todo a Lan Qiren. El tío apareció y fulminaba con la mirada a Jiang Cheng. El omega, a pesar de su convicción, se sintió nervioso. Después de todo, Qiren era un alfa mayor a él. Se dio cuenta que había mucho que entrenar para poder soportar el peso de la autoridad de un alfa mayor.

—Tío. —Saludaron ambos.

La ceja de Qiren tembló en cuanto escuchó el "tío" provenir de Jiang Cheng.

—Me contó Lan Wu que el joven maestro Jiang tuvo un comportamiento inadecuado y que tú en vez de disciplinarlo le diste la razón.

—El maestro Wu no trató con el respeto debido a mi prometido. No puedo permitir que le sea brindado un trato así.

—Xichen, es urgente que este joven sea disciplinado ya que no recibió buena crianza de su familia

Jiang Cheng se adelantó y se plantó firme ante Lan Qiren, soportando el peso de su presencia y su aroma agrio.

—Discúlpeme, gran maestro Lan, sé que no soy de su agrado, pero sigo siendo el prometido de su sobrino y tengo un linaje, no voy a permitir que continúe tratándome de menos.

El gran maestro Lan frunció el ceño. Nunca imaginó que un niñato de quince años le plantaría cara de esa manera.

—Te atreves siquiera a decir algo, deberías de agradecer la enseñanza que te brindamos.

Xichen se plantó entre ambos.

—Tío, a partir de ahora te pido que no vuelvas a traer ese tema a colación.

Qiren apretó los labios enojado. ¿Acaso ese chico realmente era tan malicioso que no solo se conformaba con haber causado tal desgracia? ¿Cómo era posible que su sobrino lo defendiera tanto?

—Jiang Cheng será parte de nuestro clan y dirigirá Receso de las Nubes conmigo. Tío, no vuelvas a insultarlo.

Xichen siempre había sido calmado, pero era evidente que tenía el temple de su padre en cuanto a defender lo indefendible. Qiren sabía que casarlo con Jiang Cheng solo afectaría la reputación de su sobrino y debilitaría su posición en la secta, por eso había querido que Xichen se retractara de su palabra o al menos aceptase tomarlo solo como segundo esposo o concubino. Sin embargo, lo prometió frente a los líderes Jiang y la secta Nie. Así que pensó que no sería tan malo si Jiang Cheng aprendía a comportarse y a resignarse a no ser el favorito. No esperó que su sobrino saltase a defenderlo una y otra vez, e incluso a retarlo a él, que lo había criado. Ni siquiera por aquel sirviente se mostró tan determinado, fue fácil empujarle a tomar las decisiones correctas y alejarlo de él. ¿Cuál era la diferencia?

—¿Piensas ser tú quien le enseñe? Sabes bien las desgracias que trajo el que ambos se vieran a solas.

—En ese momento no debí mantenerme a solas con Jiang Cheng, pero nunca hubo malicia en nuestras acciones. — Replicó sin dar muestras a ceder. —Ahora tampoco las hay, además ya somos prometimos nadie tiene porqué juzgarlo y si continúan las murmuraciones, entonces deben ser castigados porque nuestras reglas lo prohíben.

Xichen le dio una venia de despedida a su tío, Jiang Cheng le imitó, bastante sorprendido por la defensa absoluta de su prometido. Se sintió satisfecho pues, el viejo Qiren no había dejado de torturarlo y encima mencionó claramente que deseaba que su sobrino tomase otro esposo. Ya no importaba ser amado, al menos debía recuperar el respeto o exigirlo.

Siguió a Xichen y ambos dejaron atrás a Lan Qiren. El gran maestro Lan comenzó a tener una sospecha.

"¿Será posible que sean destinados?" Pidió a los cielos porque no lo fueran. De ser así, los sentimientos de su sobrino por aquel chico solo crecerían imparablemente y entonces el corazón de su sobrino quedaría en manos de la voluntad de aquel omega inmoral. 

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Hola a todos!!! Como les había informado estuve en aislamiento por Covid, pero continuó mejorando, espero que eso siga así. También que todos ustedes estén bien en sus hogares. Vengo aquí a traerles un nuevo capítulo para que se entretengan en estas circunstancias. Si desean permanecer atentos a todos los avances de mis historias pueden seguirme en mis redes, también subo material extra y temas BL. Hace poco me agarró la locura de leerme The husky and his white cat shizun, y e leí los 150 últimos caps en tres días XDXDXD,  si me siguen sabrán que me agarró fuerte, aun sigo en shock. Pienso hacer algún fanfic de esta historia pronto y sacar videos reseña y otros más en mi Youtube e IG. 

Youtube: Kaory-Madness. Tengo un vídeo sobre mis favoritos de The Untamed. El canal es sobre BL y cultura asiática. 

Ig: Kaoryciel_Madness

Twitter Kary Ciel

Fanpage: Kaory-Madness

Ahora sí, qué tal les pareció el capítulo????!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Tuvo de todo. Hace algunos caps les pregunté si querían el hard nieyao y me dijeron que sí, así que ahí lo tiene ¿qué les pareció? 

¿Piensan que Meng Yao volverá con Mingjue o se irá por el camino de la venganza?

¿Qué le pareció los consejos de Mingjue a Xichen?

¿Creen que Xichen tiene buena actitud? Me gusta escribirlo  protegiéndolo. 

¿Como será el matrimonio entre ambos si se casan?

¿Qiren aceptará el compromiso para su sobrino con Huaisang? ¿Lo comprometen?

 ¿Ustedes creen que Wei Ying si supone algo de los sentimientos de LanZhan?

¿Wei Ying se pondría celoso si a su lanchita lo comprometen?

¿Creen que Wei Ying siente algo por Lan Zhan?

¿Habrá noche de bodas si el xicheng se casa?¿Quisieran que haya? (las observo, JC está en los 15 XDXDXDXD)

Teorías del futuro!!! Quiero saber qué teorías locas van armando!!!!

Eso sería todo por el día de hoy. Esta vez sí creo poder actualizar Pequeño Maestro Lan porque solo me falta la revisión, recuerden que estábamos a punto de leer el enfrentamiento de Huaisang y Wei Ying. Y de sus historias hermanas, veremos que tal. 

Gracias, no se olviden de comentar, votar compartir y seguirme por mis redes y al canal (video de The Untamed).Nos vemos prontito, espero...!!!!Nos leemos!!



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