Caminé por el jardín en busca de la ventana de la habitación de Liam, encontrándola tan solo dos minutos después.
—Ustedes —señaló Katy a los guardias —, ocúltense, arruinan la magia.
Los guardias obedecieron a regañadientes siguiendo las ordenes de Bob, el líder, y ocultándose detrás de los arbustos.
—¿Cómo estás tan segura de que es la habitación de Liam? —preguntó Katy, clavando la mirada en el enorme ventanal sobre nosotras.
Me encogí de hombros. —Solo busqué la mas aburrida y pretenciosa de todo el exterior... Además es la más grande.
—Ah.
—¿Quieren comenzar de una maldita vez? —gruñó Quen— En serio me estoy quedando sin batería.
—Muy bien...
Katy tomó dos ramas de un bonito y frondoso árbol. Me tendió una (que tomé felizmente entre las manos) y se quedó con la otra. No tuve que escucharlo de sus labios, de inmediato supe que su misión era conseguir nuevos micrófonos...
—Si en una rosa estás tú, si en cada respirar, estás tu ¿Cómo te voy a perdonar? —aulló mi mejor amiga con la rama de árbol haciéndola como micrófono.
—Esa canción es ridícula —aseguró Quentin asomando la nariz detrás de la cámara.
—¡No Katy! —la silencie. Dios, ¿Cómo podía cantar con ese material tan lamentable?
—¡Gracias! —escupió Quen.
—Es "como te voy a olvidar" "Si besando la cruz, estas tú, rezando una oración, estás tú, como te voy a olvidar" —canté usando la rama como maraca.
—Ay por Dios —gruñó Quen—. Y Dorian se pregunta como es que están solteras —Quentin giró la cámara hacia él —. Esa es la razón.
—Tiene razón —le dije a Katy —, podemos probar con algo... Un poco menos vergonzoso.
—Muy bien... Qué propones? —dijo Katy con un asentimiento.
It's a beautiful night, we're looking for something dumb to do
Hey baby, I think I wanna marry you
Is it the look in your eyes, or is it this dancing juice
Who cares baby, I think I wanna marry you
Well I know this little chapel on the boulevard
We can go
No one will know
Oh c'mon
Who cares if we're trashed
Got a pocket full of cash we can blow
Shots of Patron
And it's on
Don't say no no no no no
Just say yeah yeah yeah yeah yeah
And we'll go go go go go
If you're ready, like I'm ready
Mi garganta raspaba, tenia la sensación de estar aullando a grito abierto más que cantado, la verdad, pero a esas alturas ya nada me importaba demasiado.
Las lágrimas brotaron con rapidez.
¿Por qué Liam no podía quererme ni la mitad de lo que yo le quería a él? ¿Es por qué soy latina y él quiere conservar su raza Améri... Alemá... Japo...? Para empezar ¿de dónde carajos venía Liam? ¿o a caso era por mi cabello? Vamos, tenía claro se era horrible, pero no era para tanto... ¿era por mi aliento? ¿o mis cejas? Carajo, seguro eran las cejas...
—¿Luce? —llamó Liam abriendo la ventana como mi ceniciento. Sus ojos brillaron en contraste con la luz de la luna... Ay por Dios, me estaba poniendo ridícula... Mas de lo común. Un pequeño duendecillo en mi cabeza llamó al orden.
—¡Cause it's a beautiful night, we're looking for something dumb to do. Hey baby, I think I wanna marry you! —gritamos Katy y yo con más fuerza, logrando únicamente que Liam frunciera el ceño y a Quentin se le escapara una carcajada entrecortada.
—¡¿Luce, que demonios estás...?! ¡Espera Geneden, no!
—Pero fue demasiado tarde, pronto una cascada de agua fría cayó sobre nosotras.
Esta vez no solo rió mi primo, los guardias detrás de los arbustos también se cacarearon con descaro.
Comencé a lagrimear. ¿A caso solo había venido a hacer el ridículo? Retuve las lágrimas sacando fuerzas de flaqueza y giré hacia Katy.
Lucía igual de terrible que yo: el maquillaje se le había corrido de lleno y también contenía el llanto.
Y cuando un puchero escapó de mis labios a la par de un lagrimeo de Katy... Comenzamos a reír con histeria. Se veía terrible mojada, con el maquillaje corrido y sin haber terminado la canción, justo como debía lucir yo.
Definitivamente aquello no había estado en nuestros planes.
Continuar con la canción ya no era una opción, incluso yo podía darme cuenta de que aquello estaba perdido por donde se viera. Así que cuando Liam nos invitó a entrar con la misma seriedad y amabilidad que le caracterizaba siempre que iba a cerrar un buen trato, no dudamos ni en un pestañeo.
Liam me tendió una toalla cuando me acerqué a la puerta trastabillando y Geneden le tendió una a Katy detrás de mi.
—Lo siento, de verdad creí que era América... La ultima vez que la escuché sonaba igual que un zorrillo pariendo y bueno... ustedes chicas sonaban igual que uno.
—Le tiene envidia a nuestro talento —me aseguró Katy en un susurro poco discreto.
—Seguro —concordé convencida de la afirmación de mi amiga.
Liam rió junto a Geneden mientras le daban paso a Quen hacia la sala principal.
—Lo sentimos, señor —se disculpó uno de los guardias—la señorita es conocida, no presentaba una amenaza, la registramos y... Dijo que era una sorpresa...
Liam lo silenció levantando una mano y asintiendo levemente. —Hablaré con ustedes después.
—Ellos no tienen la culpa —defendí mientras era dirigida por Liam hacia el interior de la vivienda.
—Eso ya lo veremos. ¿Me quieren explicar que hacen aquí a las 12:35?!
—Te trajimos serenata maldito arrogante mal agradecido —musitó Katy con trabas de palabras arrastradas.
—¿Las estás grabando? —espetó General a Quen.
—Es para una buena causa —aseguró— digamos que tengo un buen ojo para el futuro. Créeme les daré un buen uso.
—Solo queríamos divertirnos —le aseguré cuidando no arrastrar las palabras como mi amiga.
—¡Por Dios! ¿Cuánto han bebido? —preguntó Liam frunciendo predecible mente el ceño.
—Solo llevamos tres —aseguré levantando primero ocho dedos y luego cinco... ¿o había levantado cuatro? ¿dónde estaba mi tercer dedo?
—¿Tres vasos?
—Tres horas bebiendo unos vasos tamaño jumbo —dijo Katy echándose a reír y contagiándome al instante.
Liam gruñó y maldijo entre diente antes de ayudarme a sentarme en el sofá de piel y logrando detener a Katy antes de que cayera sentón sobre el sueño alfombrado.
—Gracias guapo. Tu siempre fuiste mi favorito —le dijo Katy palpando la mejilla de mi jefe con una mano, mientras él la ayudaba a sentarse en el sofá—. Ese John era demasiado extraño, guapo como el demonio, pero muy extraño... Aunque besara como Dios griego, no lo quiero cerca de mi chica.
—¿Ya lo besaste? —preguntó Quentin conectando la cámara a una toma de corriente cerca de nosotras.
—No, yo no, fue Luce —se chivó señalándome abiertamente con el índice —. Hasta usó lengua.
—¡Katy! —silencié.
Quentin tosió repentinamente incómodo y fingió buscar algún botón o tornillo en la cámara de vídeo.
—Vaaaya, y yo que creía que nuestra Chica en Llamas era una mujer seria y quisquillosa —la niña negó con la cabeza—. Cuéntanos Luce ¿Fue solo uno?
—Por supuesto que no fue solo uno, aún no te ha contado la mejor parte —dijo Katy.
Mi cara había cambiado de piel a rojo en un tiempo récord.
—Iré a preparar un poco de café —dijo marchándose a zancadas, con la mandíbula tensa y el ceño fruncido.
Vaya ¿Tan molesto le ponía nuestra presencia en ese lugar? Sentí un apretujón en el corazón. Probablemente estuviera planeando su boda vía internet y yo no había hecho mas que interrumpirle.
Una lágrima rodó por mi mejilla y esta vez no hice ningún esfuerzo en retener a las que le siguieron como fieles soldadillos en un campo de batalla.
—Oh, no Luce ¿que pasa ahora? —preguntó Geneden abrazándome con un solo brazo sobre el hombro.
—Esto yo... Odio cuando las mujeres lloran así que... Iré a la cocina con Liam... Tal vez necesite... Lo que sea.
Quetin se marchó y pronto en la sala se convirtió únicamente en zona de chicas.
—Se ha ma-marchado, lo interrum-pi, solo soy una es-es-estúpida piedra en su zapato —berreé.
Geneden reprimió una ristorada ganándose únicamente una mirada fulminante por parte de mi amiga y berridos más grandes de la mía.
—Lo siento —se disculpó retomando la seriedad—. Luce eres una idiota.
—Oye, ¿a caso crees que la vida no se lo recuerda a cada rato?
Limpie mis lágrimas con la manga de mi suéter guinda y sorbí por la nariz.
—Tienes razón, está molesto —aseguró Geneden con una sonrisa maliciosa—, por supuesto que lo está, acabas de admitir que te besó un chico que además e usar lengua besa como dios griego, ¡por amor de Dios! claro se esta echando chispas en la cocina. Seguro que ahora mismo calienta el café con la mirada.
—¿De qué estás hablando?
—Ustedes dos son tan idiotas. Si alguien fundara idiotilandia ustedes serian los presidentes y los primeros dos habitantes, tendrían la vida tan fácil si solo... —aseguró Geneden— oh, aquí viene, finjamos que hablamos sobre el clima.
Liam y Quen se acercaron con unas tazas de café que depositaron sutilmente (o quizá no tanto) sobre la pequeña mesa de centro.
—¿Qué hacen aquí? No, mejor dicho ¿Qué demonios hacen bebiendo a estas horas de la noche? —demandó Liam visiblemente molesto.
—Vamos Liam, solo querían divertirse —silencio Gene restandole importancia a todo el asunto de las bebidas.
—Ella viene a confesarte su amor —dijo Katy señalándome.
Pensé en negarlo todo y salir corriendo fingiendo demencia, pero ya estaba cansada de huir, el alcohol me había dotado de un valor sobrehumano, así que esta vez no me rendí.
—Si, vengo a confesarte mi amor —dije mirándolo de frente.
O tal vez no.
—Em... Esto... Luce, Liam esta del otro lado —dijo Geneden girado mi cabeza hacia el lado opuesto.
Liam ni se inmutó, su mirada inexpresiva seguía firme logrndo únicamente que el nudo en mi garganta se engrosara mil veces mas. ¿Tan rápido lo había fastidiado todo?
—Geneden, trae algo de la ropa de Lia ¿quieres? —se limitó a responder.
Quise ponerme a berrear nuevamente pero me mantuve firme ante su mirada congelada. ¿Es que no podía tener ni un poco de corazón? O tal vez yo había sido demasiado estúpida creyendo que una a ceder tan fácilmente, que iba a abrir los brazos y a cancelar esa estúpida boda ¡Por Dios! ¿En qué estaba pensando?
—¡Oye imbécil! —llamo Katy— ¡Nadie trata a mi mejor amiga como si fuera un trapo viejo!... Fuera de sus padres... Su hermana... Su ex novio... Su primo... ¡Oye, no la vas a tratar así frente a mi!
Liam arqueó un ceja en torno a mi mejor amiga en un gesto de total indiferencia. ¡¿Pero que demonios le pasaba?!
—Quentin, ayudarme a lavarles la cara, están llenas de maquillaje.
—Yo pido a Katy, Luce golpea cuando la obligas a hacer cosas que no quiere, así que te sugiero cuidado —dijo Quien llevándose a Katy prácticamente tirones.
Liam suspiró cansado y me miró de frente durante un par de segundos, mientras Quen tiraba de mi mejor amiga hacia el baño.
—Ven, vamos a quitarte todo ese maquillaje, parece que te ha escupido un lata de pintura.
—¿Eso es todo lo que vas a decir? —pregunté cuando tiró de mi cintura hacia arriba para comenzar a guiarme de camino al baño.
—No tengo mucho que decir.
—Acabo de decirte que...
—Por favor, ni siquiera sabías donde estaba yo, no espero mas coherencia.
—¿Estás diciendo que estoy mintiendo? —dije antes de tropezar con mis propios pies.
—Cuidado —advirtió demasiado tarde, pero deteniéndome justo a tiempo. Mi nariz se lo agradecería después—. Solo digo que el alcohol te hace perder la razón.
—Pareces un experto —murmuré.
Se recargó en la pared cruzando los brazos mientras me limpiaba la cara con toallas húmedas dentro de un baño independientemente climatizado.
El maquillaje negro marcaba hileras de pintura sobre mis mejillas, mis pupilas estaban tan dilatadas que mis ojos parecían completamente oscuros, de pronto, me entró la risa nerviosa y una cosa llevó a la otra.
Terminé riendo incontrolablemente sosteniendo mi estómago con ambas manos para tratar de mitigar el dolor que comenzaba a atravesarme el abdomen.
—¡Claro que no! ¡Quítate de encima! —peleaba Katy ali lejos.
Salí de la habitación de baño dando traspiés con Liam detrás.encontré a Katy peleando con Geneden al borde de la escalera.
—¡No voy a quedarme aquí!
—Katy ¿qué pasa? —pregunté antes de se intentará sacarle la cabeza a la chica.
—¡No quiere dejarnos ir! ¡Aún tenemos ni misión!
Era cierto, habíamos quedado en llevarle la serenata a Liam y después a Joel, el ex novio de Katy, quien dicho sea de paso, también le había partido la nariz al actual novio de Katy.
—Tranquila Katy, claro que iremos...
—Por supuesto que no van a ir a ningún lado —coincidió Liam.
—¡Por supuesto que sí! —espeté girándome había él molesta. Ocacionando que el piso se moviera demasiado rápido, pero logrando mantenerme en pie— ¡Qué tú no hayas apreciado nuestra buena música no significa que Joel será igual de malagradecido que tú!
Su hoyuelo simpático volvió a aparecer junto una sonrisa burlona de lo más familiar.
Genial, ahora hago el tonto.
—¡Vamonos Katy! —indiqué dando media vuelta sin reprimir ni un poco mi indignación.
Todo marchaba bien, el plan era ir a casa de Joel, cantar y limitarme a mirar como mi amiga recibía el amor que el rey de los imbéciles que tenia por jefe no había podido darme. ¡Pues al diablo! ¡Qué se case con la arpía venenosa! ¿Quién lo necesita?
Pero pronto, un brazo se cerró sobre mi cintura atrayéndome de espaldas a un pecho realmente cálido.
—Solo para que quede claro —susurró a mi oído—: Me ha encantado esa serenata, principalmente la parte en la que el agua te pegaba la ropa al cuerpo.
Ok, yo lo necesitaba, ¿a quién quería engañar?
—Geneden —llamó Liam, alejándose de mi para alzar la voz—, entregarles la ropa seca.
Katy protestó pero al final terminó cediendo cuando Genwden le aseguró que ni Joel ni nadie iba a quererle si se presentaba con los mocos de fuera y la nariz roja. Entonces cambiarnos de ropa fue un trabajo más fácil.
La blusa que Geneden había conseguido para Katy era muy bonita y se pegaba perfectamente a su cuerpo resaltando sus curvas igual que el short. Yo era un tema completamente diferente (a excepción del short, que me quedaba perfectamente a la medida), la camisa me quedaba increíblemente enorme y me hacia ver como una niña que se pone a modelar con la ropa y zapatillas de su madre usando el cepillo de cabello como micro. Al menos parecía que el blanco de la camisa me hacía ver mas clara.
Cuando Katy me vio estalló en una sonora carcajada. Debía parecer un tamal mal amarrado en aquellos trapos, pero como decía mi madre: a caballo regalado no le veas el colmillo... Ni la camisa, en mi caso.
Salimos del cuarto de visitas y nos encontramos de inmediato con el resto del grupo. Quentin y Geneden estallaron en risas cuando me vieron cruzando con una camisa que me engordaba el cuerpo considerablemente.
Pero no Liam, aquella situación no parecía hacerle ninguna gracia. En cambio me miró de arriba a abajo carraspeó y apartó la mirada como si mirarme quemara.
—¡Ups! Creo que me equivoqué de armario contigo Luce —declaró Genedeen con un brillo travieso en la murada y gestos para nada lamentados.
—¿De qué hablan? —pregunté.
—Es... —Liam volvió a aclararse la garganta— es mi camisa.
—¡Oh, lo siento! No lo sabía ¿La quieres de regreso? —iba a quitármela pero cuando iba a la mitad todos gritaron simultáneamente: "para" "detente" "que asco" ese ultimo fue Quentin cubriéndose la cara con una mano y levantando al aire la otros a modo de protección.
Al final fue Liam quien me detuvo tirando de la camisa hacia abajo nuevamente.
—Está bien —dijo con un brillo nuevo en la mirada, brillo que habría podido descifrar si Katy no se hubiera puesto a aplaudir y a recordar entre gruñidos frustrados que debíamos ir a casa de Joel, pues su pobre corazón roto no iba a soportar mas tiempo sin ver al hombre.
—No es una buena idea —aseguró Liam.
—Querido Liam —llamó Katy— ¿Sabes cuantas veces tu chica ha escuchado esas palabras y se las ha pasado por el...?
—Ya nos vamos —interrumpió Quen, tirando del brazo de mi mejor amiga.
—¿Y quién demonios va conduciendo? —preguntó Liam deteniendo nuestra huida.
—Yo —respondió Quentin—. Duh.
Liam se llevó ambas manos a la cara, como si aquella fuera la idea mas estúpida que hubiera escuchado. Bueno, le doy algo de crédito porque realmente era una idea estúpida, aunque en mi defensa debo decir que ya había tenido varias ideas estúpidas incluso antes de conocerle, así que no le daría el crédito completo.
—No van a cambiar de opinión, ¿cierto? —dijo con la cara entre las manos.
Los tres negamos con la cabeza y respondimos a voz con un coreado "no".
Liam se pasó la mano por los cabellos, negó con la cabeza y, tomando las llaves de la mesita de centro, caminó a paso rápido hacia la puerta.
—Suban al auto.
No pude evitar que una sonrisa tonta se me escapara de los labios y Liam no la pasó por alto.
—No me veas así. Esto lo hago por mi, no podría cargar con sus muertes en la conciencia. Suban antes de que cambié de opinión. —Todos pasamos de largo sonriendo entre dientes fingiendo habernos tragado todo ese cuento del egoísmo.
Cuando pasé a su lado, no pude evitar unir mis manos al frente y, poniéndome de puntillas, le besé la mejilla.
—No engañas a nadie —dije antes de retomar mi camino hacia el frente.
Juro haber visto, por el rabillo del ojo, la aparición de esos hermosos hoyuelos que siempre mostraban una sonrisa reprimida.
Entonces mi mejor amiga y yo cantamos abrazadas por el pasillo "llevamos juntos serenata" por todo el jardín de Liam.
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N/A: Hola! :D Extrañaron a Liam? Yo si! Que les pareció el capitulo? Espero que les haya gustado!!
Como siempre, las invito a:
1- La pagina de facebook "RollitodeSushii" donde encuentran memes, avances, curiosidades, novedades, chismes :p etc.
-Créditos a Ángeles Arce
-Créditos a Abrille Espinoza
2- En instagram ya esta un adelanto del cap 47 ;) por si quieren ir a verlo, me encuentran como "alexw_rs"
3- En twitter hay una pequeña novedad sobre esta novela :3 ahí me encuentran como "RollitodeSushii" :3
Los links (por si no me encuentran con los nombres) están también en mi perfil de Wattpad ;)
Muchas gracias por leer cada capitulo, se que muchas esperan el capitulo durante la noche, no me explico porqué (para mi el sueño es sagrado :P) pero se los agradezco muchísimo!
No se olviden de votar y comentar si les gusto el capitulo!
=] Alex