Posiblemente, desde que se casaron e intentaron intimar por primera vez había iniciado un ciclo de situaciones vergonzosas. Eran como niños empezando a caminar, torpes y caían constantemente, pero en ese instante ambos realmente deseaban que la tierra se los tragara. Se habían descubierto como mentes inquietas por adquirir sabiduría sexual. Sin embargo, lo mejor era simplemente enfrentarlo, sino sus corazones permanecerían en duda. En esos momentos, después de una pelea, lo que menos necesitaban eran más peleas. Ambos esposos estaban con sus túnicas internas simplemente puestas, apenas cubriendo su desnudez, frente a frente.
—Empieza tú—Ordenó Jiang Cheng.
—A-Cheng, qué injusto. —Se quejó el líder Lan.
—Yo pregunté primero. — Se defendió el menor.
Las mejillas del menor lucían tan adorablemente rojas que Xichen río enternecido y avergonzado, así que simplemente suspiró resignado. Lo mejor era ser sincero con su lotito.
—Bien, mi hermano mayor Mingjue me regaló un libro de primavera antes de nuestra boda para saber qué hacer...evidentemente no lo leí y por eso fracasé. —Comentó desviando la mirada, su piel de jade se había teñido con un suave velo rosa. Alzó su mano y acarició el mentón del menor suevamente, deseando poder tocar más de esa tibia piel.
—Pero te deseo y quisiera que nuestra primera vez no fuera dolorosa, así que tomé valor y leí un poco. —Continuó con voz suave y mirada de fuego. — No esperé que hacerlo en un lago fuera tan incómodo, no volví a intentarlo.
Jiang Cheng se sonrojó y todo su cuerpo se estremeció ante las dulces palabras de su marido y ese toque que hacía hervir la piel que era tocada. Era su momento, también entendía que lo mejor era confesarle de dónde provino ese libro.
—En mi caso... fue un libro regalado por Wei Ying en mi cumpleaños. Lo...traje y leí un poco.
Ambos se observaban sonrojados, con la terrible curiosidad de ir por el libro e intentar aprender un poco. La mano de Xichen tocó con deleite los labios suaves de su omega. Jiang Cheng entreabrió los labios permitiendo que los dedos del alfa ingresasen, los lamió un poco y luego los mordió suavemente. El cuerpo entero de Xichen vibró de deseo.
—Quizás deberíamos aprender juntos. Usarlo de referencia. —Intentó no morir de la vergüenza al decirlo.
—Xichen, suenas a un pervertido. —Se burló el menor, observando como el pecho de jade del alfa se enrojecía.
—A-Cheng, si tú quieres intentarlo, por supuesto que yo también. Hoy nos dijimos cosas dolorosas, pero te adoro. Si aún no deseas, lo respetaré, podemos satisfacernos como siempre lo hacemos.
—Yo...
Si ya lo habían confesado, qué importancia tendría intentarlo, Jiang Cheng estaba deseando ser amado por su alfa. Sin embargo, desde afuera de la habitación que compartían, llamaron, interrumpiendo la respuesta del menor. Ambos suspiraron, olvidaron que aún era muy temprano para encerrarse a hacer ese tipo de cosas. Sus deberes como líderes de la secta Lan no podían ser retrasados por sus caprichos personales.
—Líder de secta, llegó la invitación del líder Wen para el banquete. —Exclamó un discípulo.
—Sí, iré ahora. Espérame en silencio.
Atrajo a su omega y le dio un beso lento que ambos disfrutaron, juntaron sus frentes y se mantuvieron cerca unos minutos. Habían tenido una nueva crisis, pero suponían que era normal pues aún eran jóvenes. Para ninguno era fácil afrontar sus responsabilidades de adulto y de líderes de secta, mientras descubrían el amor que sentían el uno por el otro.
...
Todas las comitivas de las sectas invitadas se encontraban en el banquete. Se supone que en tal ocasión el líder de secta Wen debería de indicar cuál sería la siguiente competencia, además de saludar a los primeros lugares. Sin embargo, nuevamente se hacía esperar, trayendo con ello el nerviosismo de todos los presentes. Hasta que finalmente arribó con ese porte naturalmente altivo. Tomó asiento y le dio permiso a su hijo mayor de hablar. Wen Qing removía nerviosa sus manos, miró hacia Madam Yu y dio un pequeño asentimiento.
—La primera competencia ocurrió sin contratiempos; así como develó muchos talentos de diferentes sectas. —Inició Wen Xu, lucía entusiasmado como si no pudiera contener ese éxtasis por más tiempo. — Por la amistad que une y el objetivo común de eliminar el mal, mi padre cree que es relevante que unamos las sectas por medio de matrimonio. Como saben, en mi caso aun no tengo un esposo que dirija mi hogar. Así que queremos observar el talento no solo en cacería nocturna y habilidades marciales sino también virtudes y destrezas en artes.
Era una invitación abierta a todos los líderes para exponer a sus hijos e hijas para llamar la atención de Wen Ruohan y de sus hijos. Por un lado, podría asegurarles emparentar con el líder Wen y tener su protección, pero también significaba perder libertad. ¿Qué era mejor entre ambos? ¿Sobrevivencia u orgullo?
—Sin embargo, hay un talento que ha destacado a quien pretendo honrar tomándolo como mi concubino. —Habló el joven alfa, quien se relamió antes de continuar. —El campeón del torneo de arquería, Wei Wuxian.
Wei Ying tembló levemente. Hubiera querido que todos se equivocaran y que aquel alfa realmente no lo viera de esa forma. Se puso de pie, ya preparado para la situación. Se arrodilló frente a Wen Xu. La presencia del Wen era bastante poderosa, no tanto como Wen Ruohan, pero era posible que Wen Xu alcanzase un día esa aura imbatible de su padre.
—El gran líder Wen y el joven maestro Wen me halagan con este honor, yo que solo soy hijo de un humilde sirviente. —Inició el omega, respetuoso. —Sin embargo, debo confesar que no puedo tomar tal honor, pues estoy impedido por juramento haca mi amo Jiang Wanyin, el joven consorte Lan.
En concordancia, Jiang Cheng y Xichen se pusieron de pie, saludaron formalmente a los Wen. Era el momento en que ofenderían a los Wen por salvar a Wei Ying. No había retroceso. Se sentían como si estuvieran a punto de saltar a un abismo por ser acorralados por lobos que los destrozarían salvajemente, pero es no indicaba que el resultado de saltar por un abismo fuera mejor.
—Mi joven esposo, necesita de una persona de confianza que le sirva y que mejor que con un joven que estuvo a su lado desde pequeños. —Comentó Xichen con su presencia firme y elegante. — Así que hicieron oficial un juramento que ya se había hecho de palabra. El joven Wei ha renunciado a una vida común para ser su asistente y servirlo.
Wen Xu tenía el ceño fruncido, rabió y tiró la copa a un lado. Los sirvientes a su alrededor contuvieron un quejido, pero se apresuraron a limpiar rápidamente. Lucían como si le temieran, pero a la vez estuvieran acostumbrados a sus desplantes.
—¿Desde cuándo juramentó? —Algunos gruñidos escaparon del pecho del alfa Wen.
—Desde antes de la competencia. Justamente por lo dura que puede ser, tomamos la decisión de hacer la ceremonia pequeña pero oficial. —Respondió Jiang Cheng, conteniendo el miedo que le transmitía el alfa. — Es mi sirviente ahora, existe para servirme por el resto de su vida.
Aquello sonó duro e implacable. Jiang Cheng tuvo que mostrarse altanero, como si la vida de su hermano fuera inferior. Internamente estaba disculpándose con Wei Ying, pero el omega mayor lo comprendía.
—¡Todo eso es una treta! —Exclamó indignado el joven alfa.
—¿Cómo puede ser? Nosotros no sabíamos que usted tenía esas intenciones con Wei Wuxian. Su padre fue un sirviente de mi marido, así que por supuesto el destino de su hijo es servir a uno de mis hijos. Lo hemos criado, entrenado tantos años ¿no merecemos su retribución? —Intervino la araña púrpura.
Wen Ruohan se puso de pie. De su expresión no se podía saber cuál era su humor. O si en ese instante estallaría igual que su hijo. Siempre era una incógnita que causaba pavor por no saber que esperar de él.
—Debe haber testigos de aquella juramentación. —Habló con un tono neutro que puso a la defensiva a los líderes de secta.
Lan Qiren, Jin Zixuan, el líder Nie y Mingjue se pusieron de pie, así como otros líderes de pequeñas sectas servidoras de los Jiang. Los ojos de fuego de Wen Ruohan examinaron a cada uno como si buscase que sus rostros se le grabasen en la mente para siempre. En su mente, supo que todo aquello había sido la forma de Qiren para proteger al cachorro de Cangse. Les cedería esa pequeña contienda, pero no la batalla.
—Entiendo. —Soltó para luego regresar a su lugar.
—¡Padre! —Se quejó Wen Xu.
—Hijo, debes comprender cuando se pierde y esperar para contratacar. —Resolvió con simpleza. — Por supuesto, el omega tiene una deuda de vida con la secta Jiang, así que es natural estar al servicio del joven consorte Lan. No hay nada qué hacer. —Soltó observando a sus invitados, mientras revolvía el líquido de su copa.
Wen Xu resoplando furioso, volvió a su lugar. Los presentes comenzaron a lo suyo nuevamente, aunque se sentían observados por los ojos de un dragón. Para el joven alfa aquello no había terminado, pues sí escogía a alguien, esta persona debía de pertenecerle sin importa qué. Wei Wuxian le pertenecería tarde o temprano.
De repente, una puerta lateral al trono de Wen Ruohan se abrió, ingresó un sirviente que informó de algo a Wen Ruohan en voz baja. La expresión del líder se encendió llena de vigor y malicia. Se puso de pie para dar el anuncio por su propia voz. Ni Madam Yu ni LanQiren habían bajado la guardia, esperando un ataque en cualquier instante. Alguien como Wen Ruohan no estaría tranquilo sin no daba un contrataque.
—La competencia por la que estamos reunidos es para ahondar en las relaciones de nuestras sectas, por ello mismo no se puede tolerar intrigas ni mentiras. —Comentó con un brillo ganador en la mirada.
De pronto, por la puerta lateral, una mujer era traída a rastras, venida con grilletes que contenían el flujo de energía. Ante todos, se lanzó al suelo de manera indigna a Madam Nie. Los ecos de sorpresa no se hicieron esperar. El líder Nie y Mingjue avanzaron, aturdidos, pero varios discípulos de la secta Wen lo detuvieron.
—¡¿Qué demonios significa esto?!— Gritó encolerizado el líder Nie.
—Wen Qing, explica la situación—Resolvió Wen Ruohan mientras tomaba un poco más de vino de arroz.
La muchacha avanzó, enfrentando a todos los presentes. Fue como lo había previsto: su tío esperó el momento exacto para develar la captura de Madam Nie. Además, primero apreció como las otras grandes sectas se unieron para proteger a Wei Ying. Eso le corroboraba que debía de destruir los lazos entre estas. Y aquel plan de justicia para Huaisang era su mejor opción, un regalo de los cielos para destruir a sus enemigos.
—Esta omega acusó a la secta Wen de ser la causante de la muerte de la segunda consorte del líder Nie. —Declaró la alfa. — Sin embargo, luego de investigar hemos concluido que ella armó todo para poder deshacerse de su rival ya que ella fue la única consorte o concubina que logró darle un heredero al líder Nie.
—¡Eso es imposible! Un disparate. —Arremetió Mingjue.
El joven Nie giró su mirada hacia su hermanito, buscando la verdad. El cual tenía na expresión compleja como si quisiera mostrar una sorpresa, pero fallara. Apretó los dientes, nervioso, intentando que su temor no se viera.
—¿Qué pruebas tiene? —Inquirió Mingjue, sintiendo su pecho apretado y su estómago revuelto. De solo ver a su madre golpeada sentía que perdería el control sobre baxia.
—Tengo cartas a puño y letra que seguramente el joven segundo maestro Nie puede corroborar que vienen de su madre, donde ella atestigua sentir su vida en riesgo al quedarse a solas con Madam Nie. —Replicó Wen Qing sin inmutarse, aunque ciertamente estaba atenta a tener que dormir al joven Nie.
—¡Huaisang!
Huaisang avanzó sintiendo su corazón acelerado. Esta era su oportunidad, comenzó a llorar sin control, tomó las notas y rompió en un llanto más lastimero. El ambiente de todo el lugar cambió de la indignación por el trato dado a una maestra a la lástima por el pequeño omega derrumbado.
—Es la letra de mi madre. Lo es. —Soltó, mientras las lágrimas continuaban cayendo. —¿Por qué Madam Nie? —Se quebró, siento más lamentable. — Lo siento, Da-ge, pero debo confirmar que es la letra de mi madre.
Wen Ruohan comía sus bocaditos y tomaba vino disfrutando toda la escena. Esto era lo mejor qué podía suceder. Ciertamente, tenía buenos sirvientes: su sobrina y Xue Yang se habían encargado de todo y ahora podía aplastar la supuesta unión entre sectas. Giró su vista hacia Qiren, quien parecía tenso y sorprendido. Era bien sabido por todos los líderes de secta, la unión entre las sectas Lan y Nie, así como el buen trato entre las sectas Jiang y Lan. Poco a poco irá despedazándolos.
—¡Eso no prueba nada! —Exclamó el líder Nie. — Ese día realmente fuimos atacados por soldados de la secta Wen. Mi esposa los combatió, pero no pudo con tantos y asesinaron a mi segunda consorte.
Los oros líderes, devolvieron su mirada hacia la alfa Wen, esperando la réplica. Wen Qing sacó otro pergamino. Esa situación no acabaría fácilmente.
—Esta es la lista de todos los soldados que hicieron una incursión amistosa a su secta, pero solo pocos escaparon. Uno de ellos ha venido a atestiguar.
Un joven de unos quince años con túnicas Wen ingresó, saludó a los presentes con una inclinación.
—Nosotros solo estábamos jugando ahí. Solo queríamos tener limpios encuentros con los discípulos de la secta Nie, pero su señora no solo se limitó a expulsarnos, sino que asesinó a todos. Yo pude escapar por mucha suerte. Éramos muy pocos.
—¿Cómo esperas que lo crea? —Replicó Mingjue, completamente negado a creer tantas injurias hacia su madre.
El líder Nie viró su mirada hacia los Lan, esperando su respaldo. Los Lan, como secta hermana de la Nie, especialmente Lan Qiren y Lan Xichen, tenían una deuda grande con el líder Nie. Ni siquiera deberían de esperar a ser convocados por el líder Nie, por propia voluntad deberían saltar a defenderlo; sin embargo, tío y sobrino lucían incómodos.
—Puede haber una manera. —Intervino el gran maestro Lan. —Tenemos un suero de la verdad. No es totalmente efectiva, pero en personas de bajo cultivo puede funcionar. En madam Nie, ella podría resistirse, pero sus sirvientes... —Habló Lan Qiren.
Wen Ruohan permanecía atento a la forma de hablar del Lan. Era evidente que intentaba mantener el apoyo de los Nie sobre su secta. "Si me hubieras aceptado, no necesitarías el apoyo de nadie". Cuando el líder Lan, el hermano de Qiren, murió los demás miembros de secta se lanzaron a querer tomar el poder de la secta Lan, todos lo sabían, la secta Jiang no tenía suficiente fuerza para respaldarlos, así que el apoyo de la secta Nie a Xichen fue crucial. Aun así, en ese momento, Wen Ruohan le había propuesto brindarle su ayuda, pero Qiren la rechazó.
—Lo sabemos, por eso el joven líder Lan nos otorgó una muestra. —Comunicó Wen Qing, sorprendiendo al líder Nie y Lan Qiren, Xichen apretó su túnica. — Yo le indiqué que era como muestra de regalo hacia mí por ser su invitada en el Receso de las Nubes. La he potenciado, si bien no servirá para Madam Nie, servirá para sus discípulas más cercanas y dos de sus sirvientas.
Trajeron a más personas, las cuales lucían moretones y pequeños cortes por todo el cuerpo. Mingjue, el líder Nie y Huaisang las reconocieron, eran las dos sirvientas más cercanas de Madam Nie. Wen Qing vertió algunas gotas en la boca de cada una. Estas comenzaron a removerse y a suplicar perdón. No tenían ningún poder de cultivo, así que eran muy fácil de manejar.
—Mi señora, lo siento, lo siento. —Comenzó a murmurar una, deseando contenerse para serle fiel a su ama, pero fracasando. — Ella siempre odio a la concubina Li porque tuvo el favor del líder y porqué logró dar a luz a un hijo. Su idea era matarla y luego matar al joven Huaisang.
La otra sirviente en medio de lágrimas lo corroboró.
—Nuestra señora nunca permitió que otra consorte quedase embarazada y cuando lo hacía, ella provocaba el aborto de estas, a otras con venenos las dejó infértiles. —Rompió a llorar, mientras se mordía los labios, intentando contenerse. — Siempre tuvo miedo que alguien le arrebate el poder al joven Mingjue porque sabe que el líder no la ama. Temía que el joven Huaisang al tener el apoyo de los Lan se convierta en favorito del líder o que un cachorro alfa del joven Huaisang se vuelva digno de serlo.
Todos los presentes estaban sorprendidos, comenzaron a murmurar en contra de Madam Nie. Los discípulos al ver que habían hablado, flaquearon. Al menos deseaban escapar de una muerte dolorosa.
—Merecemos la muerte, líder Nie, la señora nos mandó a liquidar a la consorte Li. —Se apresuraron a decir a coro. — Ella estaba sin armas y no sabía defenderse. Fue fácil y desagradable hacerlo. La señora nos instruyó de afirmar que los Wen ingresaron, tuvimos que matar a todos los discípulos y sirvientes de su pabellón para que no hubiera cabos sueltos.
El líder Nie se quedó quieto, con la boca entreabierta. Mingjue cayó al suelo de rodillas, golpeó su puño contra el suelo. De sus ojos brotaron lagrimas sin control, se sentía débil y roto.
—Madre ¿por qué? —Susurró.
Madam Nie que había permanecido callada desde que fue arrastrada ahí sin ninguna dignidad, gruñó. Enfrentó a su hijo, segura de sus palabras y de su deber como madre.
—Era por tu bien, Mingjue. Tu padre podría tener cualquier otro hijo y suplantarte. No podía permitirlo. ¿Porque ese mocoso incapaz, hijo de una inútil tenía tanto beneficio de tu padre? Tu padre debe agradecerme el fortalecer de la secta Nie.
—Madre ¿Cómo pudiste? —Murmuró aun confundido, sin poder creer las acusaciones al completo.
Huaisang estaba llorando. Esta vez no tenía que fingir, su corazón estaba roto y un poco más muerto. Después de todo, quizás guardaba un resquicio de esperanza, pero imaginar la muerte de su madre, sola, débil y frágil, sin poder defenderse era desesperante. Seguramente fueron minutos llenos de pánico, escuchando los quejidos de los sirvientes cayendo y los pocos discípulos defendiéndola, solo para morir de esa miserable manera.
—Madam Nie, entonces echaría la culpa a los Wen para así librarse de todo. —Insistió Wen Qing.
—Huaisang, qué tienes para decir. —Ordenó el alfa Nie.
—Madam Nie, Dage, padre, lo siento, pero ella siempre nos maltrataba y tengo como testigo a mi asistente. El cual también ha sido maltratado constantemente por ella.
Meng Yao apareció al lado de Huaisang apoyándolo, haciendo más dramático y conmovedor el cuadro. Las personas alrededor al principio estaban convencidas de que era una treta de los Wen, pero luego de las palabras finales y los llantos de los jóvenes omegas, solo pudieron comenzar a murmurar lo asquerosamente cruel que era aquella mujer.
—Mi joven amo, solo quiere justicia. Madam Nie siempre lo ha maltratado constantemente. Y luego nos amenazó de muerte. Mi vida es insignificante, pero mi joven amo también ha sufrido sus maltratos.
Madam Nie les observaba furiosa mientras se removía. A pesar de tener sellado su cultivo poseía una contextura poderosa que la hacía atemorizante con solo presenciarla.
—Así que esta mujer, no solo es una asesina, sino que es mentirosa, poco filial, mala esposa por no poder tolerar a las demás esposas de su marido y nos quiso incriminar—Comentó despectivo Wen Chao.
Se acercó a los dos omegas. Atrajo el rostro de Meng Yao lleno de lágrimas y se relamió.
—Pobres pequeños omegas. Padre, hermano, definidamente debemos hacer justicia.
Wen Xu se puso de pie, observó con malicia a Mingjue y el líder Nie los cuales no salían de la consternación. Entendió que su padre había predicho la negativa de cederles a Wei Wuxian, por lo que tuvo preparado todo ese acto para cobrar venganza del primer grupo, a los que más odiaban, los Nie. Hace mucho que los Nie eran una piedra en su camino, así que para qué ensuciarse las manos para destruirlos, era más simple esa situación, además de comenzar a aislar a los Lan.
—Por supuesto. La secta Nie que siempre dice ir por el camino justo, definitivamente se ha desviado estos últimos años. Parece que olvidaron sus propias palabras, tanto para permitir estos atropellos e injusticias. Padre, estoy con mi hermano, esta omega debe ser ajusticiada.
Wen Ruohan se puso de pie, analizando a todos los presentes, así como a los dos omegas llorosos. Sonrío con cierta malicia y luego observó a Lan Qiren.
—La secta Wen está para asegurar la justicia de todos. —Empezó. — Así que Madam Nie es despojada de su título, se sellará su cultivo para siempre, si es asesinada o encerrada... ¿debería de decidirlo yo o la secta misma? Qué opinas, A-Yang.
Xue Yang avanzó, también estuvo entretenido con toda la agitación entre las sectas. Capturar a Madam Nie viva fue su misión, algo sencillo para él. Todo ese circo le recordó lo corrupto que era realmente el aparente limpio mundo de cultivo correcto. Sin embargo, era divertido dejar en ridículo y exponer todas las fechorías y traiciones que se cometían entre ellos.
—Mi señor, ciertamente repudiable. —Respondió como si la situación le afectara. —La secta Wen ha sido agraviada, con seguridad debe cobrarse su propia justicia, pero también hay un precio que la ex señora Nie debe pagar con su propia secta. Creo que usted podría pedir además de lo ya mencionado doscientos azotes con el báculo de castigo.
Xue Yang observó con una sonrisa hacia Meng Yao, el cual debía de seguir llorando, pero a cada castigo que mencionaba sus vellos se erizaban de felicidad y regocijo.
—Muy justo. —Asintió el líder Wen. —Entonces, será castigada con doscientos azotes con el báculo de castigo para que sienta por las vidas perdidas de mis discípulos y los castigos que fueron dados a su hijo y sirvientes. Luego, su núcleo será sellado para siempre y desde este momento pierde su derecho y título a ser llamada como Madam Nie, siendo solo una plebeya más.
La sonrisa del líder Wen se amplió. Giró nuevamente hacia los Lan que no sabían qué decir al respecto.
—Gran maestro Lan, líder Lan, siendo ustedes veladores de la justicia y rectitud, ¿creen que yo debo decidir la vida o encierro de esta mujer?
Lan Xichen no sabía qué responder, así que Qiren se adelantó.
—Líder de secta Wen, como dijo su asistente, Madam Nie debe responder a la justicia de los Nie también, creo que, si sobrevive al castigo de hoy, ellos deberán decidirlo.
—Bien, así se hará. Madam Nie permanecerá encerrada aquí hasta el fin de la competencia, luego será llevada por los Lan a los Recesos de las Nubes. Ahí las demás sectas junto a la secta Nie decidirán que se hará con su asquerosa existencia.
El líder Nie temblaba entre la ira y la indignación. Quién estaba ahí era su esposa. No importaba si no la amaba, aun así, era su responsabilidad su vida, además que ella representaba una piedra angular en la secta, los seguidores que la respetaban no eran pocos. Por su parte, Mingjue tenía atoradas varias lagrimas sin saber qué decir o hacer. Observó a su madre magullada y aun deseaba destrozar a todos para rescatarla.
En poco tiempo madam Nie fue arrastrada hacia el patio de castigo. Meng Yao y Huaisang observaron con regocijo cada golpe en la espalda de la omega. Todo salió mejor de lo que esperaron. Lo cierto es que pensaron moverse entre los Wen comprando sirvientes, siempre había los temerosos y ambiciosos, pero fue mucho más fácil influenciar a Wen Ruohan a través de Xue Yang. Exponer a Wei Ying ante los ojos del líder y su hijo traería como resultado problemas para la secta Lan y Jiang, por el compromiso que había entre la secta Lan y Nie, con seguridad buscarían al ayuda del líder Nie. Eso haría notar al líder Wen que la secta Lan, Jiang y Nie estaban demasiado unidos, peligroso para sus objetivos. Al final, Wei Ying terminó librado, pero la mecha de Wen Ruohan y Wen Xu solo podía ser calmada con la venganza. Por supuesto, aprovecharían volver un circo el caso presentado por Wen Qing. Para Wen Ruohan era perfecto ver como el líder Nie era humillado al no poder defender a su omega y a perder a su mejor guerrera.
Disfrutaron cada instante, casi no pestañearon a cada golpe. Vieron como la espalda de la mujer se abría, como la carne comenzaba a salirse, borboteando sangre a montones, sus gritos contenidos, sus lágrimas que finalmente escaparon de sus tercos ojos, como en la última secuencia de golpes terminó por desmayarse. Meng Yao pensó que finalmente llegó su retribución. "Maldita perra, ahora tienes lo que mereces ¿Fue divertido hacer que me rompieran la espalda por estar con tu hijo hace años? ¿Cómo se siente?"
Y el momento más culmine fue cuando Wen Zhuliao cerró sus meridianos. El derrite núcleos podía cerrarlos, pero también destruirlos. Huaisang y Meng Yao pensaron que hubiera sido mejor que lo destruyeran, pero quizás eso traería mayor desesperación en la mujer. Sentir su núcleo, pero no poder usarlo para escapar. Toda una vida de miseria no podía pagarse con una simple muerte. Verla derrotada sin su altanería, apenas pudiendo abrir un ojo fue el deleite más álgido de ambos jóvenes omegas, quienes al probar las mieles de la venganza supieron que era lo mejor de la vida.
Por su parte, Mingjue sentía su corazón destruido. Sus lágrimas caían, tuvo que contenerse para no ayudar y liberar a su madre. Estaba en un debate por completo, esa mujer que le dio la vida, que lo crío y protegió había asesinado a la madre de su hermanito. Observó desde lejos a Meng Yao y Huaisang, supo que esto era lo que ocultaban de él, lo comprendió. Si ellos se lo hubieran dicho, no tenía respuesta de como hubiera actuado. Y en ese instante sabiendo que ambos habían sido partícipes del maltrato que su madre sufría le hacía odiarlos. Su amigo tenía una expresión culpable, supuso que él también lo supo y solo pudo odiarlo también.
Cuando el castigo terminó. Mingjue corrió a sostener a su madre. Lloró, quebrándose por completo. En ese instante solo recordó los buenos momentos que pasó con su madre, como la admiró por ser fuerte y sus consejos en el manejo del sable.
—Mi hijo, debes vengarme. Entiendes, véngame. —Murmuró adormecida por el dolor.
Discípulos de la secta Wen se llevaron para mantenerla encerrada. Esa tarde no se llevó a cabo ninguna actividad. Cada secta regresó a su palacio, temerosos de las capacidades del líder Wen. Mientras que Wen Ruohan y sus hijos celebraban una primera victoria.
...
Dentro del pabellón de los Lan, Mingjue había ingresado buscando a su hermano y A-Yao. No tenía claridad, no sabía realmente qué buscaba, solo que necesitaba verlos. Xichen quise detenerlo, pero finalmente, A-Yao lo enfrentó. Los dejó a solas a pedido del omega. Meng Yao prefería que, si todo terminaba mal, Huaisang no lo sufriera.
—¡¿Esto fue lo que me escondieron?!—Exclamó furioso.
—¿Qué hubieras hecho si te lo decíamos?
Mingjue nuevamente no tenía respuesta sobre eso.
—Ahí tienes tu respuesta. —Replicó Meng Yao.
—Es mi madre. —Replicó, apretó los dientes al recordar a su madre gritando de dolor.
—Y la mujer que asesinó era la madre de Huaisang, tu hermano. La persona que fue como una segunda madre para mí. ¡¿Me estás diciendo que tu lazo con tu madre vale más que el lazo que Huaisang y yo teníamos con la consorte Li?!—Estalló el menor, indignado.
Bien podían haber manipulado a varias personas para obtener su venganza, pero el afecto por la consorte Li era real. Esa mujer fue la única que lo cuidó, arropó y enseñó en todo ese tiempo.
—Ahora entiendo todo, porque eras tan errático, a veces dulce a veces lejano. Era la culpa por lo que me iban a hacer. —Recriminó, apretando los puños.
—No siento culpa. Se hizo justicia. ¡Tu madre merece la muerte! —Gritó furioso.
No supieron en qué instante, pero la mano del alfa ya había aterrizado en la mejilla de Meng Yao, derrumbándolo. El alfa sintió el impacto en su propia mano, balbuceo. Observó el rostro lloroso del omega así como salía sangre de su boca.
—¡Ayuda! —Gritó desesperado Meng Yao. Su mano aterrizó en su vientre, intentando sentir que todo estuviera bien con su cachorro.
Rápidamente ingresaron a la habitación, Huaisang y SuShe. El último mandó a llamar al líder Lan.
Mingjue tenía la mano temblorosa y su cabeza dolía. Xichen ingresó seguido de su tío y esposo. Qiren mandó llamar a Wanji. Xichen contuvo a Mingjue, mientras Wanji empezó a tocar claridad para adormecerlo y hacerle recobrar la cordura. El maestro Lan observó como el joven sirviente tenía la mejilla y el labio roto, escupiendo sangre, así que ordenó traer a un sanador para que se ocupara de él.
Cuando lo retuvieron, Xichen cerró su punto de energía y lo desmayó.
El sanador llegó y comenzó a curar a Meng Yao.
—¿Qué sucedió? —Preguntó Qiren al joven sirviente.
—El joven Nie nos culpa por lo sucedido a su madre. —Respondió Meng Yao mientras su sangre era limpiada por el sanador. — Gran maestro Qiren, líder Lan, consorte Lan, por favor permita que nos quedamos con ustedes. Cuando regresemos, por favor, o en un hospedaje cerca. Temo por la seguridad de mi joven maestro.
Huaisang abrazó a Meng Yao mientras sollozaba.
—Hablaré con el líder Nie. Tienen razón, se quedarán con nosotros—Decidió Qiren. Era incapaz de abandonar a dos omegas que probablemente sufrirían de maltratos en el Reino Impuro.
Mingjue despertó en una habitación clara, confundido. Hasta que luego todos los recuerdos vinieron a él.
—Hermano mayor, estás en nuestros aposentos. —Habló Xichen
—¿Cómo se encuentra Meng Yao?
En sus recuerdos brumosos de la ira y su poder agitándose no rememoró cómo la mano de Meng Yao acudió a su propio vientre, protectoramente.
—Un sanador ya lo curó. ¿Cómo pudiste? —Intentó reprimir su tono de indignación.
—Perdí el control. —Confesó. —Me dijo que esta era su justicia. Xichen ¿Cómo crees que puedo simplemente asumirlo?
—Piensa tú. Si la asesina no fuera tu madre, ¿no pensarías que el castigo dado fue lo justo?
Mingjue se apretó la cabeza, horrorizado, sin poder creerlo.
—Lo vería así. —Admitió. — Pero ahora mismo lo odio, odio a Huaisang, a Meng Yao y a ti también porque los encubriste.
Xichen suspiró. La situación era desagradable y difícil de digerir para cualquiera de las partes involucradas.
—Lo sé, amigo. Pero debes aclarar tu mente, esto no hará bien a tu salud. Por eso, mi tío decidió que sería lo mejor para Huaisang y el joven Meng es quedarse en el Receso de las Nubes, cuidaremos de ellos.
Esta vez no pataleo ni renegó. Solo asintió.
—Es lo mejor. No me siento capacitado y seguro de no hacerles daño. Era mi madre y conmigo fue dura, pero también me dio su atención y cuidado. Tengo buenos recuerdos de infancia, así que simplemente no puedo odiarla y desearle ese mal. Me encuentro atrapado.
—Es entendible. Te dejaré descansar.
Jiang Cheng y Xichen permanecían abrazados en su lecho. Todo el ánimo de la tarde se había disipado. Observar ese castigo había descompuesto sus cuerpos, así como comprobar lo cruel que podían ser las personas. Por otra parte, sabían que Wen Ruohan lo hizo con intención de debilitar la posición de la secta Nie, desunirla y desorganizarla, pero el castigo fue el correcto. Era tan confuso.
—A-Cheng ¿estás conforme con la decisión de tío?
—Si piensas que haré pataleta porque Meng Yao se quede en el receso de las Nubes, no lo haré. Ver su labio roto solo puede indicar que tu amigo le dio un buen golpe, qué desagradable.
Xichen le dio un beso dulce en su frente. Estaba orgulloso de la madurez de su consorte.
—Temo que Mingjue está perdiendo el control de su fuerza y puede sufrir una desviación. No es una situación simple para ninguno.
—Por eso nunca entenderé qué de bueno le ven a los sistemas de harem. Por suerte, mi secta y la tuya no la tienen.
El alfa sonrió mientras apretaba a su pareja.
—No necesito a nadie más. Solo quiero a a mi lotito a mi lado y a los cachorritos que me puedas dar.
Jiang Cheng se apoyó en su pecho, dejando que el otro acariciase su cabeza. Terminaron durmiéndose aun con los sentimientos revueltos por todo lo vivido en ese día. Sin embargo, no sería lo único desagradable que vivirían durante su estadía en Sin Noche.
...
A pesar de haber pasado el toque de queda en los miembros de la secta Lan, por supuesto Wei Ying no lo respetaba. Estaba despierto, observando el hermoso cielo nocturno, hasta que una voz familiar le interrumpió.
—Tenías razón. —Susurró una voz.
—Oh, Lan Zhan, creo que mis malos hábitos se te han pegado. Ya son más de las nueve y todos los Lan están durmiendo. —Comentó divertido.
—Tú también deberías. — Replicó el alfa.
—Pero no soy un miembro de la secta Lan. — Se defendió, para luego hacer un puchero.
—Ahora lo eres. Al ser el asistente formal del consorte Lan debes atenerte a las reglas de nuestra secta.
Wei Ying se sintió descubierto y río.
—Tienes razón. Pero no estamos en el Receso, así que aquí puedo quedarme más tarde y beber.
Tomó un tarro y se lo llevó a sus labios.
—¿Qué es eso?
—Es el alcohol que preparan por aquí. Está bueno me lo trajo A-Ning.
Lan Zhan rodó los ojos. Aun así, avanzó hasta ponerse al lado del omega, silencioso también observando el firmamento.
—¿Podrías ser feliz casándote con Huaisang? —Preguntó el mayor.
—El juego y la mentira terminó. —Respondió Lan Zhan.
—Sabes que no es así.
—Tío solo quiere protegerlos.
—Tu tío aun querrá que te cases con él.
—Pero yo no.—Respondió sin duda. — Así como tú, me dedicaré a servir a mi hermano, apoyándolo.
Aquello tomó por sorpresa a Wei Ying. Sabía que los objetivos de Lan Zhan iban más allá de eso y su destino era otro al nacer como un joven maestro.
—¿De verdad? Pero una de tus metas era casarte y dejar descendencia.
—No tiene sentido, mi hermano tendrá sus hijos y yo le ayudaré a criarlos. Mi tío comprenderá. Además, dudo mucho que el consejo permita un acercamiento con los Nie luego de esta situación.
Wei Ying sopesó esas palabras. Los Nie habían perdido respeto de todas las sectas. Y aunque Huaisang era visto como una víctima, no lo hacía realmente atractivo para un enlace matrimonial. Seguramente el consejo ya no querría esa unión. Además, Xichen ni Qiren prestaron real ayuda al líder Nie en esta situación, quizás el propio líder se sintiera traicionado por sus supuestos aliados Lan.
—Supongo que tienes razón. Bueno, Lan Zhan, en ese caso seremos los tíos solteros. ¿no suena genial?
Lan Zhan asintió débilmente. Pensó que de esa manera podría estar al lado de Wei Ying, como amigos y aliados. Eso podía ser gratificante. No necesitaba un enlace que asustara a Wei Ying para poder cuidarlo como sus sentimientos e instintos le demandaban.
—Lan Zhan, gracias por dejarme ser tu amigo aún. —Comentó Wei Ying sonriente.
El joven omega lucía bellamente iluminado por la luz de la luna, su sonrisa y ese ligero rubor en sus mejillas le daban tanta vitalidad y dulzura. Lan Zhan sintió su corazón encogerse, deseando saborear sus labios nuevamente. Se acercó un poco y el omega entrecerró los ojos, pero pronto se dieron cuenta que ese no era el camino para conseguir una buena amistad. Se separaron rápidamente y se despidieron. Lo mejor era no tentarse por la lujuria.
...
Se comunicó al resto de sectas cual sería la siguiente competencia. Se trataría de un duelo de artes marciales y espada, dividido en categorías. Los puestos más bajos en la competencia anterior serían eliminados para no competir, con lo cual varios hijos y discípulos de bajo nivel de cultivo pudieron suspirar aliviados. Por lo cual, Yanli fue eliminada. Eso tranquilizó los corazones de sus hermanos, pues la joven no podría soportar un duelo.
Esa tarde, la joven se acercó a Jin Zixuan cuando este calentaba sus músculos para el inicio. El joven se puso nervioso de inmediato.
—Muchas gracias por ayudarnos. —Comentó la muchacha ya que Zixuan se presentó como testigo de la ceremonia de servidumbre de Wei Ying.
—Es lo menos que puedo hacer desde que mi secta tuvo que ver en la desgracia de tu hermano menor y el líder Lan.
Yanli sonrió con esa dulzura característica.
—Los actos de tu secta no describen tu esencia. —Replicó. — Mucha suerte en la competencia de hoy. Quizás no le importe, pero lo animaré desde el fondo de mi corazón
—¡Me anima! —Se apresuró a decir, batallando con desmayarse de la vergüenza. —Me animarían muchísimo si tú me apoyas... Muchas gracias, señorita Jiang.
Yanli se retiró luego de dedicarle una sonrisa que terminó por encender la vivacidad del joven Jin, decidido por luchar por el primer lugar. Aunque solo fueran alfas ya tenía muchos rivales encima como Lan Xichen y Nie Mingjue. Por suerte, Wen Qing y los hijos de Wen Ruohan no participarían.
..
Los participantes de la competencia ingresaron para luego dedicar venias respetuosas a los presentes. Los líderes de secta estaban en un estrado apartado. El único no presente era el líder Nie. El campo había sido dividido en tres áreas, una para las competencias de alfas, otra para betas y la tercera para omegas. Mientras no iniciaba, los pequeños líderes murmuraban entre ellos, aumentando los detalles del drama vivido por la secta Nie y la despreciable Madam que tuvieron. Sin duda, los Nie serían la comidilla de las otras sectas por mucho tiempo, pues eso aún no había acabado.
La competencia dio inicio, para Lan Xichen no fue nada difícil enfrentarse a los primeros, después de todo él ya era un maestro. Incluso le parecía injusto esta competencia. A pesar de que se retenía siendo fiel a su palabra de no exhibir sus habilidades, le resultaba casi instintivo responder y terminar derrotando a los otros alfas.
Por su parte, en la arena para omegas: Huaisang y Meng Yao no participaron. Nadie los juzgó dado su situación especial. Esta categoría fue claramente dominada por Wei Ying y Jiang Cheng. Sus rivales no podían vencerlos.
Casi por el atardecer la ronda de alfas se puso interesante pues después de que Jin Zixuan venciera a Wen Ning, se encontró cara a cara con Lan Wanji, quien también venía de una racha de vencer rápidamente a sus contendientes. Ambos se saludaron con respeto. La competencia consistía en hacer que su rival saliera de la arena. Con solo sacarlo, la ronda se daba por vencida. Solo se debían usar artes marciales y el dominio del arte de la espada.
Jin Zixuan desenvainó esperando que Wanji hiciera lo propio, pero el alfa no lo hizo, esperó paciente el ataque del otro. El joven Jin, sintiendo que era subestimado, atacó. Pero Wanji se mantenía en movimientos ligeros, saltos elevados llenos de gracia y elegancia, ni siquiera se despeinaba. El Jin se mordió el labio inferior, volviéndose más agresivos en sus ataques. No fue suficiente, no estuvo cerca de alcanzar al otro. Luego de que su respiración se agitara y le faltase el aire, Lan Zhan sacó a bichen y atacó con firmeza. Jin Zixuan soportó los ataques firmes del otro joven, pero el cansancio ya era extremo. Con una patada impulsada con su energía de agua, el Lan logró sacar a su contendiente de la arena, ganando al instante.
Eso hacía que Lan Zhan llegase a la final. Su contendiente sería el ganador de la ronda disputada entre Lan Xichen y Nie Mingjue, los otros semifinalistas de la categoría alfa. El joven heredero Nie decidió continuar compitiendo, pues no le daría aún más razones a la secta Wen de verlos derrotados, aunque cuando llegasen a Qinghe todo sería un caos. Los discípulos seguidores de su madre reclamarían, así como la familia de ella. Él mismo aún no se sentía completamente firme, estaba confundido con qué sentir.
Lan Xichen y Mingjue avanzaron serios.
—Dage, puedes usar este momento para liberar tu resentimiento contra mí.
La forma de pelear de Xichen era similar a la de su hermano, solo que con mayor uso de fuerza. Sin embargo, con Mingjue debió usar a shouyue desde el inicio. Apretó los dientes, soportando la brutalidad del otro alfa. Comenzó a deslizarse hacia atrás peligrosamente cerca de la línea de quedar fuera. Así dio un salto hacia el cielo y empezó a atacar con patadas llenas de energía espiritual imprimida, pero Mingjue lo contuvo con su sable. Se separaron, ambos estaban agitados, sus fuerzas eran similares.
—Hermano mayor, siempre has tenido mi respeto, pero ahora mismo tengo a alguien a quien enorgullecer.
Mingjue frunció el ceño con ese comentario y se dio cuenta que él no tenía nada ni nadie por quién luchar. Fue atacado por Xichen que se dio la vuelta sorprendiéndole por la espalda. Con un golpe limpio de su palma llena de su fuerza espiritual de viento logró desestabilizar a Minjue y con otra patada en el centro del pecho lo sacó de la arena. Xichen era el vencedor y, por tanto, pelearía contra su propio hermano.
Ambos alfas debían esperar para su contienda final, mientras descasaban se daría la contienda final entre Wei Wuxian y Jiang Cheng.
Los jóvenes hermanos se observaron detenidamente en la arena de combate. Era una situación que se había repetido constantemente en sus vidas.
—Ante el mundo soy tu sirviente, A-Cheng, pero no tendré ninguna consideración.
—Te agarraría a latigazos si te contienes anquen sea un poco.
Se saludaron y se pusieron en posición de combate, ambos liberaron al mismo tiempo sus espadas y se analizaron detenidamente. Se habían criado juntos y entrenado juntos. Este sería la revancha de Jiang Cheng, pero también podía ser la demostración de la supremacía de Wei Ying. En la última vez que se enfrentaron, el mayor venció con una amplia ventaja, quien sabía si había progresado más o no. Esta era una pelea demasiado importante para Jiang Cheng. No podía ser vencido por su sirviente ante los ojos de las demás sectas, aquello solo lo volvería la burla de los demás, sería deshonra a las sectas Jiang y Lan, así que estaba decidido a pelear con todas sus fuerzas.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hola a todos!!! Después de tanto tiempo al fin pude editar el capítulo. Por cierto, en teoría Pequeño Maestro Lan había prometido actualizar, no se preocupen será el siguiente fic. No me lincheis, pleasse. Pero también había muchas personas que esperaban por esta actu, además se han sumado nuevos lectores. Estoy muy feliz por ello!!
Como siempre, les mantengo al día sobre mis actus y subo contenido relacionado a mis historias, mis próximos proyectos y el mundo friki y yaoi en mis otras redes, así que se las dejo aquí para que le den amor.
Youtube: KaoryCiel Fangirl
IG: Kaoryciel_Fangirl
Fanpage: KaoryMadness Vlog
Face: Kaory Ciel
Twitter: Kaory Ciel
Tiktok: Kaory Ciel
Creo que el titulo lo decía todo la verdad. Este fue el primer gran golpe para la secta Nie y la primera batalla ganada por Wen Ruohan sin ensuciarse las manos. Aunque la oportunidad fue plantada por Meng Yao y Huaisang. ¿Adonde irán sus planes de este par?
¿Como se sienten al respecto del castigo de Madam Nie?
Fue una venganza casi consumada de los dos, pero al parecer perdieron a Mingjue por eso. ¿Qué opinan? ¿Se esperaban esa reacción en Mingjue? ¿Se justifica el golpe que le dio a Meng Yao?
Creo que es complicado la situación porque de todas maneras es su padre. Vemos siempre que aunque el padre o el familiar sea un delincuente sus hijos en muchos caso los defienden. ¿Cómo creen que Mingjue lo irá asumiendo?
La secta Nie ha perdido parte de su poder y prestigio, veremos que más consecuencias trae ello. Y si afectará a Huaisang
¿creen que el consejo Lan desista de casar a Huaisang y Lan Zhan?
¿Cómo creen que Mingjue se tomará el que Meng Yao este embarazado?
¿Qué esperan hacer ese par con el cachorro?
¿ Qué consecuencias traerá esto para la secta Lan?
¿Cómo creen que Wen Xu intentará tener a Wei Ying?
¿Creen que Wen Ruohan se detendría de destruir la secta Lan por Qiren?
¿Los lazos entre las sectas Nie y Lan están rotos?
¿Creen que las demás sectas ordenen condena de muerte a Madam Nie?
Ahora, se viene la pelea entre Jiang Cheng y Wei Ying. Corren apuestas ¿quién ganará?
Y entre Lan Zhan y Xichen ¿Quién vencerá?
Hagan sus apuestas!!!
¿Sienten que el estado de servidumbre de Wei Ying irá afectando su relación con la secta Jiang y su hermano?
Por fin el pavito pudo hablarle algo a Yanli ¿Hará renamoramiento entre ellos?
Bueno, espero que les haya gustado este capítulo tanto como a mí. Definitivamente, estamos entrando al juego peligroso con los Wen. Vamos a ver cómo continúa esta situación para todos!!!
No se olviden de votar, comentar y compartir, así como seguirme pro aquí y mis redes. Nos estamos leyendo pronto!!! Por cierto que si no conocen mi fic xicheng Loto cristalizado les invito a leerlo, ya van dos capítulos y pronto saldrá el tercero.