Capítulo 19

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Junto a mi padre, madre y George, estábamos en un gran salón, donde nos estaban haciendo un retrato familiar. Mis padres estaban sentados en dos grandes asientos de terciopelo, George estaba junto a nuestro padre, y yo, de mi madre. Con mi madre traíamos vestidos idénticos, solo que de distinto color, mi madre traía un vestido azul rey, mientras que yo traía un vestido violeta, tan intenso como el color de ojos de Amatista. Creo que, al terminar la pintura, haría que le hicieran el mismo vestido a Amatista, incluso mejor, se lo merece, le quedaría bien.

Mi padre y hermano llevaban trajes verde musgo, como el de los guardias, con la insignia de Lótusz. Algo teníamos todos en común, traíamos coronas. Sentía que en cualquier momento la corona se me caería de la cabeza, además, tenía que estar quieta, sonriendo, algo un tanto incómodo puesto que, las mejillas las tenía adormecidas. 

Dejé de sonreír, masajeé mis mejillas, el pintor chasqueó la lengua con evidente irritación, ya que era la tercera vez que hacía esto.

—Por favor princesa, no se mueva, sonría, y quédese quieta — ordenó.

Dejé de masajear mis mejillas, musité una pequeña disculpa y me enderecé sonriendo de oreja a oreja.

Esto era muy frustrante, llevábamos toda la mañana aquí. Quería salir, ya que hubo una tormenta que duró dos días seguidos, por lo cual, jardineros, caballerizos y todo aquel que trabajase en el exterior del castillo, les dieron cuatro días libres, incluyendo los de tormenta, así que podía salir con Evan, no lo veía hace días, ya extrañaba pasar tiempo con él.

Quería salir a hacer ángeles y muñecos de nieve, lo sé, algo infantil, pero quería distraerme un poco, no le hace a nadie daño que intente divertirme.

—Compórtate — dijo mi madre entre dientes.

—Me duelen las mejillas de tanto sonreír — respondí.

—Bueno, os sirve de práctica para vuestra coronación.

—¿Y cuándo será eso?

—En vuestro cumpleaños. Ya os habíamos dicho.

—¡No me habías dicho nada!

El pintor se sobresaltó, salpicando pintura sobre las baldosas y en parte de su mostacho, me vio con fastidio, lo ignoré, que haya interrumpido la estúpida pintura es lo de menos ¡Mi coronación se acercaba y yo ni enterada estaba!

—¡Jenara! — llamó mi padre — ¡Comportaos como tal!

Ignorando lo que acababa de decir mi padre, me separé de mi madre, cruzándome de brazos. Mi madre me observaba con esa mirada suave que ponía cada vez que me alteraba, ella intentaba suavizar el enojo que sentía en este momento, pero ni su mirada más tierna, hará que me calme.

—Mi cumpleaños es en primavera, recién estamos saliendo de invierno — no comprendían hasta donde quería llegar con esto — La primavera consta de tres meses, aproximadamente, y mi cumpleaños es en el segundo mes de primavera, no pueden coronarme dentro de dos meses.

—¿Y por qué no? — preguntó mi padre, ya desesperado,

—¿Por qué no? — solté una carcajada incrédula — ¡Porque vosotros queréis que haya contraído matrimonio para esa fecha!

—Si — afirmó — Os casareis con Dmitrei, el mismo día de la coronación. 

—¡A la mierda Dmitrei! — mi madre se llevó una mano al pecho, asombrada de que haya dicho una mala palabra — No me casaré con ese patán ¡Intentó darme una bebida para luego aprovecharse de mí! Sobre mi cadáver me caso con él.

Heredera Perdida [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora