Capítulo 12

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Estaba decidida a utilizar pantalones el día de hoy, pero mi madre les dio una orden clara a Canela, Jenna y Blanca, debía utilizar un vestido sí o sí. Las chicas escogieron un vestido color lima con decoraciones blancas y una capa a juego, estos días de nieve son muy helados, por ello siempre llevaba capa. Traía el pelo suelto, con una pequeña trenza al lado derecho.

Se suponía que, dentro de quince minutos, Odilia y su madre estarían en el castillo, mi madre quería que estuviera presentable para cuando llegarán mi tía y prima, debía dar una buena impresión.

Estaba ansiosa en mi habitación, no tenía permitido salir, me estaba comportando como una fiera enjaulada, caminaba de allá para acá, salía a ver por el balcón, luego entraba, y así sucesivamente, estaba mareada.

Me estaban saliendo raíces, así que sin importar que me ganara un regaño, salí de mi habitación. Mire a la izquierda, luego a la derecha. El pasillo estaba vacío, sin guardias ni empleados, podía ir a donde yo quisiera. Por lo que sé, Rex y Louis tenían hora libre, por ello no estaban afuera de mi habitación. 

Decidí recorrer el castillo, no lo conocía completo aún, no me había tomado el tiempo de explorarlo, creo que era el momento indicado para hacerlo.

Estaba doblando la esquina de uno de los grandes pasillos cuando choqué con una chica que tenía a dos acompañantes que traían vestidos iguales. La chica era rubia con tez pálida, el color de su tez hacía que sus rojos y carnosos labios resaltaran, sus ojos color esmeralda se clavaron en los míos.

—¡Tened más cuidado! Arrugas mi vestido — se quejó alisando su vestido color rojo intenso.

—Lo siento mucho, no te vi.

—¿Qué no me viste? No sé quién crees que eres, pero aléjate de mí ¡Fuera de mi vista!

¿Quién rayos se cree para hablarme así?

Sin tener oportunidad de contestarle con un bello insulto, hizo una seña a sus acompañantes para que siguieran caminando junto a ella. Solo vi cómo se alejaban, le mostré el dedo corazón, pero no lo vio, ya que estaba de espalda. Suspiré y seguí mi camino. 

Hace dos días, decidí investigar por mi cuenta los viajes en el tiempo, se sorprenderían al saber cuántos libros encontré sobre este tema, es más, el mismo libro que encontré en la biblioteca del siglo veintiuno, yacía aún en el escritorio, así que lo investigué más a fondo.

La mayoría de libros decía que tenía que manejar la magia, ser una hechicera, haber tenido una práctica y tener el título de hechicera o hechicero. Consideré pedirle ayuda a Amatista, luego lo pensé mejor, siento que no es muy seguro hasta ahora comentarlo con alguien del castillo o externo a este, aún no puedo confiar en nadie, ni siquiera en Evan. No puedo, no me arriesgaré a que llegue a oídos de mis padres que estoy intentando volver al siglo veintiuno, solo para despedirme.

Sin embargo, no me detuve ahí, decidí buscar en las tres bibliotecas del castillo, y en la biblioteca de Amatista, con la excusa de seguir estudiando a las criaturas mágicas que no conocía. Husmee en su biblioteca que tenía más información, gracias a las Diosas, encontré otras formas de viajar en el tiempo. El libro decía que no era del todo necesario ser una experta manejando la magia, pero tenía que practicar algún tiempo para abrir un portal. Tenía que abrir un portal en un punto de origen específico, o sea, donde se abrió el portal por vez primera para traerme hasta aquí. Algo sencillo, ya que el portal se abrió en la biblioteca de la segunda planta, ahí el bibliotecario solo estaba dos horas, no más, ni menos, por un golpe de suerte, nadie recurre a esa biblioteca, a excepción cuando no se encontraba un libro en la biblioteca de la planta baja. 

Heredera Perdida [Completa]Where stories live. Discover now