Capítulo 39

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Este capítulo contendrá escenas de violencia explícitas. Por favor, si son sensibles, salten aquella parte. Gracias.

Ahora lxs dejo leer el capítulo ¡Que lo disfruten! ✨

[...]

—Sé que la mayor parte del tiempo estás ocupada, pero ¿Podrías pasar esta tarde conmigo antes de que vaya a ver a mi madre y hermana?

—Debo pasar tiempo con la princesa Dakott, lo siento.

—No te preocupes — contestó Evan depositando un beso en mi cabeza mientras me estrechaba en su pecho — Para la próxima será.

Evan se iría por dos días a ver a su madre y hermana, su madre se había enfermado y la pequeña Sindye no podía cuidar sola de su madre y manejar la panadería, por lo que Evan decidió ir a ayudar. Me encantaría poder acompañarlo y ver a Sindye, pero mis deberes eran primero, lamentablemente.

Habían pasado ya unos días desde mi último encuentro con Dakott, por lo que hoy me pidió que saliéramos a cabalgar, algo que me extrañó, considerando que, por lo que sé, no tiende a hablar con otras personas, con suerte intercambia palabras con sus padres o hermano. Aun así, acepté su propuesta, era una oportunidad para conocer a la princesa, oportunidad que no perdería.

Eike chilló llamando nuestra atención, de verdad le molestaba que Evan y yo no le prestamos la suficiente atención, era como un bebé, quien requería de toda la atención de sus padres, que mimado. Observamos lo que estaba haciendo, pero al instante, Evan y yo nos incorporamos al ver lo que pretendía hacer. Se había subido a la rama de un árbol, y luego saltó, con la esperanza de que pudieran salirle alas y volar. Actué rápido, hice que una rama más brotara del árbol y lo atrapase, antes de que se estampe contra el suelo. Evan se levantó y corrió donde él, para envolverlo en sus brazos, Eike lloraba.

El castaño se sentó en el césped a mi lado, me miró con preocupación ante el llanto de Eike y su comportamiento. No era la primera vez que intentaba volar nuevamente con la esperanza de poder alzarse por los aires. Cada vez que podía, lo volvía a intentar una y otra y otra vez, siempre en nuestra presencia, gracias a las diosas, quizá solo intentaba demostrarnos que si podía volar, que en cualquier momento lo haría, pero debemos ser realistas, Eike jamás podrá volar.

Acaricié su cabeza que se agitaba a cada sollozo que escapaba de sus diminutos labios, podía sentir el dolor que tenía en ese momento el pequeño moinckius.

—Lo lamento tanto Eike — le susurré mientras le acariciaba — Pero no podrás volar nunca más, no puedes.

Sabía que mis palabras habían sido crudas y le habían afectado a Eike, pero era la realidad, y debía enfrentarla sea como sea. 

El pequeño moinckius lloró más fuerte ante la verdad que se hizo más clara ante sus grandes y azulados ojos. Observé a Evan quien mecía al pequeñín intentando calmarlo, luego de unos minutos, lo logró, ya que este se quedó completamente dormido en sus brazos.

—Quizá Daysi pueda ayudarle, no puede seguir así, Jen — habló el castaño con preocupación, y lo suficientemente bajo para que Eike no se despertara.

—Lo sé, lo llevaré para que lo cuide mientras estoy fuera — asintió.

Nos levantamos del suelo, recogimos nuestros morrales y salimos del claro del bosque donde habíamos estado, debíamos volver, ya que el sol estaba en su punto más alto.

Evan nos acompañó hasta la enfermería, donde le pedí a Daysi que cuidara del pequeño, le conté lo sucedido. Antes de que saliera de la habitación, la chica me aseguró que Eike estaría en buenas manos. Depositando un beso en la mejilla de Evan, me fui rumbo a mi habitación, para cambiarme de ropa.

Heredera Perdida [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora