Capítulo 44

243 40 73
                                    

El sol se colaba por la ventana, abriendo paso a la mañana, recibiendo un hermoso día, pero para mi, el día más oscuro que podré contemplar jamás. Así no era como imaginaba estar pasando mi cumpleaños número dieciocho.

Llevaba despierta unas horas antes del amanecer, no podía seguir durmiendo por más que lo intentara, por más que quisiera descansar de esta pesadilla, me era imposible. 

Sentí como Evan pasaba su brazo por mi cintura, atrayéndome hacia él, sonreí al mismo tiempo que este depositaba un beso en mi sien. 

—Hoy es el día. Por cierto, feliz cumpleaños.

—Lo sé — contesté, girándome para tenerlo frente a mi. Quité un mechón de cabello que caía sobre sus ojos color miel, para poder observarlos mejor.

 —Serás una reina sorprendente, preciosa, lo sé. — dijo depositando un beso en mis labios.

Me deshice de su agarre, me levanté mientras me vestía. Estaba poniendo mis botas cuando solté un suspiro agotado y lleno de derrota ¿Ahora que? ¿Qué se suponía que debía hacer con Evan? En unas horas me casaría con Dmitrei, lo nuestro no podía continuar, claro que no. Por más que quisiera, debía acabar con esto.

Terminé de ponerme mis botas, y observé por la ventana, el sol ya iluminaba todo a su paso, arrasando con cada hebra de oscuridad.

—¿Y ahora qué? — pregunté, sin despegar la vista de la ventana.

—¿A qué te refieres?

—Sabes que no podemos seguir con esto — miré sus ojos, que estaban llenos de confusión y tristeza — Me casaré con Dmitrei, seré reina, tendré que tener.... herederos — dije esto último, provocando que un nudo se formara en mi estómago, abriendo paso a las náuseas.

—¿Quieres acabar con todo esto? — asentí, con los ojos cristalizados — Pero...

—Hay que ser realistas, Evan. Si saben lo nuestro, no podré protegerte todo el tiempo, en el momento en el que me descuide, Dmitrei intentará...

—¿Matarme? — asentí — ¿Y esto? ¿Qué fue esto? ¿Por qué viniste hasta aquí para luego, largarte y terminar con todo esto?

—No lo hagas más difícil.

Pasé mis manos por mi desordenado cabello, e intenté peinarlo, inútilmente. Observé los ojos color miel de Evan, los cuales estaban cristalizados, una punzada en el pecho me atravesó.

—Jenara... — Evan se acercó a mí, me tendió una caja de madera con un tallado de ramas — Por tu cumpleaños. Ahí hay... algo, ese algo llévalo hoy, no te lo quites, por favor.

—No creo que sea posible, Evan, ni siquiera debería llevar el anillo que me diste, no puedo.

—Jenara — tomó mis manos entre las suyas —Es lo último que te pido antes de que nos alejemos.

Hice que me soltara las manos, tomé el regalo con delicadeza. Si Evan lo decía, debía confiar en él.

Me puse la capa y comencé a caminar hacia la salida, estaba por abrir la puerta, cuando observé sobre mi hombro al chico.

—A veces, hay que poner los pies en la tierra, y a veces, no podemos conservar para siempre a todas las personas importantes en nuestra vida. Estoy salvando tu vida, no quiero que lo nuestro se vuelva para ti una condena.

Estaba por salir, cuando Evan me tomó por el brazo, haciendo que me volteara, no me opuse. Sus ojos estaban cristalizados.

—Jenara — tragó saliva para luego decir las siguientes palabras —Te amo, y siempre te amaré.

Heredera Perdida [Completa]Where stories live. Discover now