Capítulo 1

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Una semana atrás

Desperté sobresaltada, sudando y con el corazón latiendo rápidamente. Estaba apoyada sobre mis codos mientras respiraba agitadamente, revisé la hora en mi celular, siete quince, debía prepararme para ir a clases. 

Me pasé el torso de la mano sobre la frente para secarme el sudor.

—¿Otra pesadilla? — preguntó Alaska desde el umbral de la puerta del baño, ya vestida y maquillada.

"LA" pesadilla — aclaré.

—Anda Jen, debes de saber que leer tanto hace mal, además la película que vimos anoche debió influir en tu pesadilla. — dijo rodando los ojos.

—Leer no hace mal —me paré de un salto — Y no lo creo Alaska, llevo soñando esto años, pero esta vez era diferente.

—¿Ah, sí?

—Si — me abracé mientras temblaba al recordar el mal sueño —Estaba en esa habitación oscura, junto a ese hombre que me hacía desaparecer, pero... ¡Me estaba ahorcando! Dios, Alaska, sentía sus largos y congelados dedos alrededor de mi cuello — dije llevando mis manos hacia mi cuello — Estaba acostumbrada a la típica pesadilla de estar durmiendo, escuchar gritos y luego ser absorbida por una bruma desapareciendo, pero, esta vez fue diferente... — negué con la cabeza.

—Está bien, nena — posó sus manos sobre mi hombro — Sea lo que sea, algún día dejaras de soñar esas cosas. Anda, sonríe. Yo iré a casa y luego paso por ti — besó mi cabeza y salió de mi habitación.

Alejé el mal recuerdo de la pesadilla de mis pensamientos, y fui a tomar una ducha.

Quizá Alaska tuviera razón, leer podía aumentar mi imaginación haciendo que soñara cosas..., sin sentido.

Estaba completamente lista, solo me faltaba ir por mis cosas e ir a clases junto a Alaska y Violet, estarían aquí dentro de unos minutos.

Tomé mis cosas y bajé la gran escalera que me dirigía al vestíbulo, cuando escuché el claxon del automóvil.

—¡Adiós, Flor! Me voy a clases.

—¡Que te vaya bien, mi niña! — gritó desde la cocina.

Flor era la ama de llaves de la casa, es quien me cuida cuando mis padres están en sus viajes de negocios, los cuales son constantes.

Salí y me subí al automóvil de mi mejor amiga.

—¡Hola, hola! — dije un poco más animada —¿Ya nos vamos? — me senté atrás, ya que Violet estaba en el asiento del copiloto.

—Noup, cuando venía por ustedes, aplasté mi móvil con la rueda del auto ¡Lo sé! Estúpido, pero debió caerse de mi bolso— explicó Alaska mirándome por el retrovisor, haciendo un puchero —Así que iremos a ver teléfonos.

—¿Iremos? Suena a manada.

—Quiere que la ayudemos a elegir uno — contestó Violet bruscamente.

Hace días que tiene ese comportamiento distante conmigo, la verdad es que solo se limitaba a ignorar mis comentarios o a contestar de mala gana, como si el solo  hecho de escuchar mi voz le molestase.

—¿Y qué teléfono quieres?

—No lo sé... Un IPhone puede ser.

—La suerte de algunas, de tener dinero y malgastarlo. — masculló Violet poniéndose máscara de pestañas.

—Yo no tengo dinero, es de mis padres, lo mismo pasa con Alaska, Vi.

—Como sea... — siguió maquillándose, y no hablamos más durante el transcurso del viaje.

Heredera Perdida [Completa]Where stories live. Discover now