Capítulo 5

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Actualmente

—Tú hermano iba a ser Rey, pero estás aquí. Tú serás la Reina. Nuestra Reina.

¿Reina? No no y no, esto debe ser uno de los tantos sueños que he tenido. Despierta, debo despertar, necesito despertar de esta pesadilla.

Empecé a retroceder hacia la salida, todos me veían, la sorpresa estaba reflejada en sus rostros al ver como negaba frenéticamente con la cabeza mientras me alejaba, intentando alejar lo que veían mis ojos, conservando la esperanza de poder despertar de este sueño. Sin pensarlo dos veces, salí corriendo de ahí, gritaban mi nombre, incluso oí como me perseguían, no me detuve, solo corrí, dejando que mis pies me llevaran hasta donde pudieran, no sabía dónde estaba.

Corrí hasta las afueras del ¿Castillo? ¿Pero qué es esto? ¿Dónde rayos estoy? ¿Acaso esto de verdad es un maldito sueño? 

Esto se veía muy real, demasiado real para ser un simple sueño. El aire fresco acariciaba mi rostro, hacía que mi cabello se desordenara, dificultando mi visión. En el camino, logré reconocer restos de nieve, por todo el lugar. 

Lo último que vi fueron caballos, muchos caballos, luego choqué con alguien, haciendo que ambos cayéramos al suelo. Solté una maldición por lo bajo al mismo tiempo que me tomaba la cabeza, y aferraba mi celular con la mano.

—Oh, lo siento mucho no os he visto — levanté la vista, vi a un chico que me tendía la mano. Era alto, su cabello era castaño claro, tez clara y sus ojos eran de un intenso color miel — Permítame ayudarla a ponerse de pie.

Mi rostro estaba lleno de asombro, pues el chico era muy guapo, más que Nate. Tomó mí mano ayudándome a ponerme de pie, al instante, sentí un vacío en mi mano, mi collar. Lo había tomado antes de llegar aquí, todo este tiempo estuvo adherido a mi mano. Me incliné para buscarlo, lo divisé en el suelo, me agaché limpiándole el poco polvo que tenía, y lo aprisioné en la palma de mi mano, asegurándome de no volver a perderlo.

—Fue mi culpa, yo era la que estaba corriendo sin fijarme por donde iba, lo siento — me disculpé en un susurro.

—No os preocupéis — me sonrió — Soy Evan, por cierto, ¿eres nueva por aquí? — preguntó, viéndome de arriba a abajo.

—Yo no... — antes de que pudiera decir cualquier cosa gritaron mi nombre.

Eran los guardias. Tenían bordado en sus uniformes un escudo con una flor de loto en su interior, la misma flor de loto que estaba en mi collar.

—Señorita ¿Os encontráis bien? Venga debemos llevarla al castillo — dijo el guardia que encabezaba el grupo, tomándome del brazo — Y tú bueno para nada ¿Qué miras? Ve a cumplir con tus deberes, o ya sabes lo que te esperara.

—Si, señor — dijo Evan, me dirigió una pequeña sonrisa y se fue con un balde en mano.

Antes de que pudiera protestar, me tomaron del codo y me llevaron al castillo. No me opuse, estaba en shock, esto no podía ser posible, simplemente debía ser un mal sueño, por favor que sea un mal sueño. 

Empecé a ver a mi alrededor para convencerme de que en cualquier momento vería algún automóvil o algo de tecnología que me convenciera de que no estaba en una época desconocida, que en cualquier momento despertaría de este sueño. 

Luego reaccioné, tenía mi celular aún, lo prendí para ver la hora o la fecha, pero en vez de eso, empezó a ponerse de varios colores, luego en negro y al final, se volvió polvo en mis manos. Frené, lo mismo hicieron los guardias, intenté examinar el polvo, pero el viento sopló fuerte, llevándose lo que algún día fue mi teléfono. 

Heredera Perdida [Completa]Where stories live. Discover now