Capítulo 43

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La luna se alzaba sobre mi cabeza mientras mis poderes danzaban con fervor en mis manos. El fuego, ágil como una gacela, bailaba en la palma de mi mano, mientras Evan me acariciaba la cabeza, viendo mis poderes con admiración.

No lo veía desde hace una semana, o quizá más, sin embargo, su ausencia no la noté, estaba tan sumida en querer escapar de la realidad que lo olvidé por completo. Dice, que la muerte de la reina, se expandió por todo el reino, como la pólvora, el pueblo aún permanece en luto por su pérdida, y es lo de menos, mi madre fue una gran persona, una reina a la cual admirar, solo que no se hacía notar como era debido.

—No he podido derramar lágrimas por mi madre — hablé, extinguiendo las llamas de mi mano para volverlas hielo. —¿Alguna vez, podré despedirla como es debido? — me voltee para verlo.

—Pero qué princesita... — susurró mientras negaba — Las despedidas de tus difuntos seres queridos, no siempre son derramando lágrimas, puedes tener tu manera de despedirte y, quizá, hasta ya lo hiciste. — fruncí el ceño, sin entender — Esas gotitas saladas que salen de nuestros ojos, no siempre son sinónimo de dolor, también lo son de amor, felicidad, emoción, y hasta orgullo. Si algún día quieres soltarlas por tu madre, no solo lo hagas con dolor, hazlo con admiración ¿Qué mejor forma de despedir a la persona que más amas, que con lágrimas de admiración, amor o anhelo?

Sonreí ante su respuesta, a veces olvidaba lo tierno que podía ser para expresar sus palabras. Pronto, mi rostro se ensombreció, asaltando una pregunta.

—¿Qué pasa?

—¿Por qué no estás feliz? — arrugó su frente, con evidente confusión. Suspiré — Rex te mantuvo cautivo por días, te torturó y amenazó con lastimar a tu familia, aun así, ¿no te encuentras feliz por su muerte? No te encuentras... ¿aliviado?

 —Es cierto de que me..., nos hizo mucho daño, pero que haya abandonado esta vida, no me alegra, no tendría porque. Y tampoco estoy aliviado, solo me compadezco de él, por ser una víctima más de Hew.

Una pequeña sonrisa se hizo visible mientras me aferraba un poco más a él. A veces no podía creer lo comprensivo que podía ser, o simplemente, su corazón no tenía espacio para el rencor, y eso era bueno, es algo que todo humano debería tener. Me temo que el rencor es parte de mi, le tengo rencor a Hew, quien me ha intentado hundir en un pozo de oscuridad en más de una ocasión, pero aún no lo consigue, y no lo conseguirá.

Cuando desperté, vi la silueta de Evan ingresando al otro salón, luego, oí como la pared se abría y cerraba, ya se había ido. Me incorporé en la cama, al mismo tiempo que entraba Canela con el desayuno, tras ella, venía Amatista junto a Dakott. Eike brincó a mi lado, al mismo tiempo que comía unas nueces, de seguro las sacó del desayuno.

—¿Cómo te encuentras? — preguntó la princesa sentándose a mi lado.

—Como la futura heredera al trono, comprometida con el reino, sin tiempo a sentir y lamentarse. — me encogí de hombros mientras caminaba hacia el otro salón, donde me esperaba un gran desayuno, sonreí. — Mamá me obligaría a disfrutar esta comida e incluso, a comer más...

—Jen...

—Estoy bien, Dakott, son solo recuerdos.

Dejé algunos dulces sobre mi plato, los favoritos de mi madre, mientras servía jugo de naranja, el cual intenté beber, pero no más que una gota pude pasar por mi garganta.

—Bien, Jen, hoy es un largo día, y ya vamos tarde, a pesar de que esté recién empezando el día. — habló Amatista, mientras sacaba un pergamino y estiraba para leer — Tienes una cita con tu padre, un encuentro con George, debes probarte por última vez el vestido junto al antifaz...

Heredera Perdida [Completa]Where stories live. Discover now