Laced | Zayn Malik (Español)

Capítulo 54 (The Riverwalk)

Zayn:

—Sí. Quiero que ambos Nick y tu vengan. —Digo en el auricular.

Niall suspira, pero acepta—. ¿Qué necesitas que haga?

—La introducción normal; muéstrale los alrededores de la mansión, explícale las reglas y los horarios, y después mándala con Liam así él puede revisar su salud. —Digo rápidamente.

—De acuerdo Señor. Me marcharé con Nick en pocos minutos para venir a recogerla.

—Bien. Los veré después, dime cuando estén cerca.

—Debemos estar ahí en cuarenta y cinco minutos, o una hora a lo mucho. Fuera del edificio del Gobierno ¿cierto?

—Correcto.

—Está bien, llamaré cuando estemos cerca. Lo veo pronto Señor.

Colgué el teléfono y froté mis sienes. Deslizando el aparato dentro de mi bolsillo, sujete el pomo de la puerta, la jale para abrirla y di un paso dentro.

Cuando hice mi camino de regreso a la mesa, Abby me observo confundida mientras susurraba algo a Jillian y sostenía su mano.

—Jillian, vendrás con nosotros. ¿Tienes cosas? —Digo y Abby se pone de pie.

Jill se congela, mirándome, con la confusión clara en sus ojos—. ¿Qué?

—Vendrás con nosotros, —repetí lentamente, como si estuviera hablando con un niño—. Sólo tengo todo arreglado. No perteneces más aquí.

Su expresión era una de incredulidad y parpadea varias veces, como si estuviera intentando despertar de un sueño que no era real—. ¿Es en serio? —Su voz salió sin aliento, casi como un susurro.

Asentí y Jill cubrió su boca con su diminuta mano, evitando gritar.

Me tomo varios segundos para notar que todo el cuerpo de Jill empezó a temblar con sollozos silenciosos y Abigail inmediatamente se paró a su lado y coloco sus brazos alrededor de la menuda mujer, consolándola.

—Oye, está bien. —Dice Abby suavemente, su voz es calmada—. Ahora estarás bien.

Los iris azul cristalino de Abigail se levantan para encontrarse con los míos, pidiéndome para darle a ella y la mujer algo de espacio.

Asentí rápidamente— iré a pagar la cuenta y después podemos salir de aquí ¿sí?

Volteándome, le di a la mujer algo de espacio y Abby sentó a Jill para calmarla.

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Abby:

Mi primera emoción hacia nuestra camarera era odio irracional. Supongo que estuve molesta y quizá incluso celosa por el hecho de que el Amo Zayn le puso atención a la mujer que nos servía.

Pero como él señaló antes… Supongo que eran sólo celos irracionales burbujeando dentro de mí.

Cuando ella regreso con una marca fresca en su cara, me sentí culpable, osada digo, de tener tales sentimientos enfermizos hacia ella. Ella era inofensiva, respetuosa y necesitaba ayuda.

Era mi primer instinto consolarla cuando sus sollozos fluyeron por debajo de su silueta e inmediatamente le suplique a Zayn que le diera algo de espacio.

Sorprendentemente veloz, él se obligó y se fue a pagar la cuenta.

— ¿Jill? Jill, todo estará bien. ¿Estás bien? —Sus manos cubrían su cara y aún temblaba, llorando en silencio.