Laced | Zayn Malik (Español)

Capítulo 25 (Fuego y Secretos)

Abby:

Di un respingo cuando oí la puerta abrirse. Estuve en cama todo el día, sin tener cuidado de levantarme e ir a comer, hacer mis deberes u otra cosa aparte de un trote a prisa ocasional hacia el baño.

Ni siquiera me moleste en apartar los cobertores para ver quien entró, cerré los ojos y espere por la voz.

—Abigail.

Claro que era él.

No respondí.

La cama se hundió donde él se sentó y suspiro—. No puedes estar abatida todo el día Abigail. —Aparto los cobertores de mi cabeza y me enseño una mirada divertida. Gimoteé infeliz, haciendo un ovillo conmigo misma.

Una mano cayó sobre mi muslo y Zayn se acerco hacia mí—. Abigail, anímate cielo. —Me alzó en una posición de sentarse, acogiendo ese desastre en el que estaba. Mi cabello estaba atado en un moño no muy ordenado y mis ojos rojos e hinchados, mis mejillas manchadas con lágrimas.

Aclaré mi garganta—. Las chicas van a divertirse esta noche, harán una pequeña fiesta… deberías acompañarlas y anímate.

Consideré su oferta por un momento—. No lo sé.

Codeó mi costado juguetonamente con su codo—. Vamos, deberías salir. Tomar aire fresco y eso. ¿Debí mencionar que ellas estarán afuera?

Mis ojos se abrieron perplejos—. ¿Afuera?

Asintió—. En la parte trasera de la mansión esta un jardín y un área de piscina. Es un poco frío, pero deberías ir. Te gustará. —Me deslumbró con su juego de dientes perfectos, con una chispa en sus ojos color miel.

Aparté algunos mechones de cabello de mi cara y lo observé—. ¿No vendrás?

Me frunció el ceño—. Tengo negocios que cuidar. Simplemente puedes disfrutar de tu tiempo con los demás.

Arrugué el entrecejo—. De acuerdo.

—Ahora ve a refrescarte, “porque apestas”. —Sonrió irritante.

Ahogué un grito—. ¡Cómo te atreves!

Soltó una risita y rápidamente salí de la cama. Mientras me encaminaba al baño, Zayn me detuvo, enroscando su brazo alrededor de mi cintura y apegándome a él.

Me paralicé cuando sus labios presionaron mi garganta, mi corazón se detuvo.

Su mano subió por mi costado y contuve mi aliento mientras se detenía sobre mi hinchado pecho. Sus fieros labios se movían hacia arriba y se acercaban a mi boca.

Cuando se aparto de mí, sus largas manos sujetaron mis brazos—. ¿Qué quieres comer? Tienes que comer antes de que te vayas.

Mordí mi labio con cautela, observándolo. Pero ya sabía que me haría sentir mejor—. Un filete.

Una sonrisa varonil apareció en su rostro, una que nunca vi antes, provocando que mi corazón latiera con fuerza extrañamente.

—Seguramente te agradara tu filete. ¿Crudo, medio cocido o bien cocido?

—Medio.

Alzó una ceja—. ¿Estás segura de que no te gusta bien cocido? —Su labio se movió ligeramente, suprimiendo una sonrisa. Era obvio que no estaba hablando sobre el filete. No, no estaba hablando del todo del filete. Estaba molestándome nuevamente.

Sacudí mi cabeza juguetonamente, dirigiéndome al baño—. ¡Medio está bien para mí! ¡Ahora déjame tomar una ducha! —Solté una risita y cerré la puerta detrás de mí. Pude escuchar su risa detrás de la puerta y no pude evitar sonreír para mí mientras envolvía mi molde con una bolsa plástica antes de entrar a la ducha.