Laced | Zayn Malik (Español)

Capítulo 37 (Repararte)

Harry:

Todo sucedió en cuestión de tres segundos. Tres cortos, veloces, inesperados segundos.

En el primer segundo Perrie se volteó, con sus iris azules brillantes y las esquinas de sus labios se curvaron hacia arriba. Ella parecía feliz, satisfecha, casi entusiasmada, no como la vi las últimas semanas.

Durante el segundo segundo, sus facciones cambiaron dramáticamente. Una mirada de confusión se coloco en su rostro, sus ojos se volvieron distantes y después se enfocaron de nuevo. Soltó un ahogado “¿Zayn?” y fue ahí cuando arrugué el entrecejo en confusión, negando con la cabeza—. No Harry…

Ella murmuro algo que no pude oír y su cara se arrugo mientras salía de su trance.

En el tercer segundo, el último fue el peor y menos esperado. Mientras Perrie bajo la mirada a la plancha en cu mano, soltó un estrangulado, doloroso sonido. Se giró, conectando su mano con la plancha para rizos con el espejo y destrozándolo. La rubia se desplomo sobre el piso junto con los trozos del cristal roto y la siguiente cosa que supe era que corrí a su lado—. ¡Perrie!

El sonido más horrible era el sonido era de alguien teniendo problemas para sollozar, ahogándose y estrangulándose, sin ser capaz de respirar y decir o hacer algo. Es como el nudo en la garganta que permanece estancado, y no eres capaz de tragarlo o de aflojarlo, y ese era el sonido que ella hizo cuando caía al piso.

Mientras colocaba mis brazos alrededor de ella sobre la pila de los filosos trozos, me agaché, colocando una mano sobre su espalda—. ¿Perrie? ¡Perrie!

Débilmente intento apartar mis brazos y finalmente después soltó ese llanto doloroso que estuvo estrangulando hace pocos segundos atrás.

— ¡Perrie! —Entré en pánico, poniendo mis brazos alrededor de ella y alejándola de la pila del espejo roto. La levanté, con una de mis brazos suportando su torso y con el otro sus piernas. Esta vez ella no se resistió, en lugar de eso se volteó y sollozo en mi pecho.

Cuidadosamente hice mi camino alrededor del vidrio, con cuidado de no pisar nada mientras hacia mi camino de regreso a su cama. Podía sentir subir a través de su cuerpo mientras la cargaba, y podía sentir mi corazón latir con fuerza debido a los repentinos eventos.

Cuando traté de tumbarla sobre su cama, ella jadeo, todo su llanto cesó—. Mierda.

Baje la mirada hacia ella, preocupado—. ¿Estás bien?

Ella estrujo sus ojos, cerrándolos, mordiendo su labio y soltando un anonadado respiro—. Mierda, cr-cr-creo que tengo-o algo en mi c-c-costado.

— ¿Qué? —Con cuidado la puse sobre la cama y después la observe. Bastante seguro, estaba un trozo mediano, cortando a través de la acolchada toalla blanca, empapada de rojo con su sangre.

—Mierda, estás bien. —Jadeé y me incline hacia abajo para examinar más cuidadosamente—. Necesitamos llevarte con Liam.

Cerró los ojos, enarcando las cejas—. No. P- por favor, n-no. —Suplico, aún vacilando con sollozos—. ¿No puedes hacer simplemente algo?

Dude nuevamente—. Pero…. Liam puede… Será más profundo y yo-

—Por favor Hazz. —Levanto la mirada hacia mí, hipando mientras suplicaba.

Mi corazón se detuvo por su uso aleatorio de mi apodo, el apodo que ella usaba para llamarme hace mucho… mucho antes de que terminaran las cosas entre nosotros. Me encontré asintiendo, ella ya había pasado por mucho y estoy seguro de que demasiada atención no es buena por ahora—. Bien.