Capìtulo 86 (Bajo la Valentía)

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Abby:

Caminamos juntos al baño, yo al frente del camino y Zayn siguiéndome.

Deslizó su mano dentro de la mía, algo que plasmó una sonrisa en mi rostro, y detuve mi paso, esperando que él me alcanzara. Con un paso, él llegó a mi lado, y después comenzamos a caminar al lado del otro, su paso seguía el mío.

Encendió las luces del baño, soltando mi mano. El baño, el cual era enorme —más grande que el tamaño de todo mi dormitorio, armario y baño juntos— brillaba debido a los reflejos de las numerosas luces contra el tostado piso de granito y los muros.

Bajó la luminosidad de la luz, atenuándolas así estaba levemente oscuro,  me dirigí al cubículo de la ducha, colocando mi toalla a un lado. Mientras abría la puerta de cristal, su mano sujetó mi brazo, deteniéndome.

—¿No vas a bañarte?

Me volteé, mostrándole una mirada confusa—. No, iba a darme  una ducha…

—Ven báñate, —insistió, jalándome hacia él y después se giró hacia la bañera del jacuzzi.

Mordí mi labio, mi corazón imaginaba todas las situaciones que podrían ocurrir, mis mejillas brillaban de un rojo intenso—. Tú… ¿tú también vas a bañarte?

Se agachó para abrir el grifo de la inmensa tina de granito, pasando su mano por debajo para probar la calidez, antes de sacudir su mano un par de veces para deshacerse del agua. Se inclinó incluso más, arrodillándose, y se estiró para tapar el drenaje, así el agua comenzaría a llenar la tina. Vertió el mismo jabón de burbujas de granada que siempre uso para mí, y después bajó la botella del líquido rojo borgoña.

—Sí, —finalmente me respondió, levantando la mirada para encontrarse con mis ojos.

Rápidamente desvié la mirada, mi rostro incluso se ruborizó un poco más y podía sentir la adrenalina comenzar a fluir por mis venas—. Oh.

—¿Oh?

Lo observé de nuevo, donde una sonrisa plena se esbozó en sus labios y él estaba a punto de reír.

—¿Qué? —Exigí, aún avergonzada.

—¿Esta idea te intimida?

—¿Idea de qué? —Pregunté, tratando de evitar el hecho de que él sabía mi respuesta, y después incluso estuve más mortificada de lo que ya estaba.

—¿Tú. Yo. Nosotros, en una tina de jacuzzi tibia juntos? —Mordió el interior de su mejilla tratando de evitar reír más.

Cuando no respondí, su sonrisa se amplió más—. ¿Lo hace? —Su mano se enroscó alrededor de mi rodilla, por encima de la tela de mis vaqueros apegándome a él. Su pulgar presionó con firmeza la cima de mi rodilla y sus otros cuatro dedos se hundieron atrás.

Cuando no respondí de nuevo, él sólo sonrió más, sus dedos ascendieron más y más.

—Contéstame. —Exigió levemente, ahora su mano reposaba justo por debajo de la curva de mi trasero. La travesura en sus ojos sólo me probó más lo mucho que estaba tratando de fastidiarme, y me enervaba.

Gradualmente se inclinó hacia mí´, así su rostro sólo estaba a simples pulgadas del mío, y ladeó su cabeza hacia un lado un poco, dándome una mirada inquisitiva que contradecía a la sonrisa en sus labios.

Su otra mano, la que estaba con el yeso, subió por uno de mis costados, comenzando desde la cadera, todo el camino arriba y alrededor de mi espalda, apegándome más a él.

—Entonces dime, —exhaló, tan cerca que podía sentir la vibración del aire provenir desde su voz. Lo dijo de una manera seductora— tratando de obtener una reacción de mí.

Laced | Zayn Malik (Español)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora