Capítulo 38 (Planes Cancelados y Paciencia)

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Perrie:

—Todo listo. —Sonrió Harry, poniéndose de pie. Levanto las toallas de papel ensangrentadas y las lanza dentro del cubo de basura al otro lado de la habitación.

Baje la mirada, examinando donde el me había envuelto con la cinta médica blanca—. Gracias. —Rápidamente, envolví el resto de la toalla alrededor de mi costado, arrugando la nariz hacia la sangre que mancho la tela blanca.

Él solo asintió, cruzando sus brazos—. ¿Necesitas ayuda para vestirte?

Coloque mis manos contra el colchón, impulsándome y me senté. Solté un respiro desigual, la cortada debajo del vendaje era terriblemente dolorosa—. No… Creo… Creo que estoy bien.

Frunció un poco el ceño, no obstante asintió—. Bien. Regresaré en media hora, así podemos ir juntos. El Amo solicitó que no me apartara de tu lado la noche entera.

—Sí, claro. —Ladeé mi cabeza, avergonzada por el hecho de que los dos habían conversado sobre mí. Mis hinchados, ojos rojos se centraron en el vendaje blanco envuelto alrededor de su muñeca. ¿Eso es…?

—El dispositivo de Sistema de Posicionamiento Global (GPS), sí. —Extiende su brazo hacia mí para que lo vea—. ¿Ves? No tengo que usar más ese estúpido brazalete de rastreo.

Puedo ver alguna especie de emociones mezcladas sobre esto… era como si estuviera casi feliz de que el brazalete se haya ido… pero ¿había una especie de remordimiento? No podía decirlo. Incorporándome lentamente, camine hasta él. Cuidadosamente, tome su brazo en mis manos, paseando la yema de mi dedo por el y los vendajes, frunciendo el ceño—. Lo siento tuviste que hacer eso.

Negó con la cabeza—. Tonterías. Dijo que insertaría estas pequeñas cosas en cada uno de nosotros pronto o después. Mejor ahora, que después ¿cierto? —Intentó sonreírme.

Mordí el interior de mi mejilla, entornando los ojos. Sabía que estaba ocultando algo, sin embargo no podía decir que era—. ¿Estás seguro? Me siento… Mal. —Dije con culpa—. ¿Está sucediendo algo?

Suspiro, apartando su brazo gentilmente de mí para jugar con la venda—. No te preocupes por eso.

Crucé mis brazos, sin embargo lo solté. Ya hizo bastante por mí y no quería invadir su privacidad interrogándolo. Carraspeé, las siguientes palabras que salían de mis labios se sintieron raras y extrañas—. Siempre puedes conversar conmigo si algo esta fastidiándote, Harry. Es lo menos que puedo hacer para regresarte el favor.

Sus ojos fueron a mi cara, luciendo levemente sin levantar la guardia. Y después, sus labios esbozaron una sonrisa—. ¿Esto es la vida real? Perrie Edwards ¿diciéndome que puedo conversar con ella cuando quiera sobre mis problemas?

Intenté protestas, sin embargo él ya estaba riendo, encaminándome hacia la cama mientras colocaba sus brazos alrededor de mí y estaba muy agradecida de que la toalla estuviera envuelta a mí alrededor de manera segura. En pocos segundos, a pesar del dolor que sentía dentro, también estaba riendo incondicionalmente. Me dolía un poco mi costado, no obstante no me importaba. Necesitaba esto, necesitaba reír—. No te acostumbres a eso Hazza. Tengo me mantener mi fachada de perra. —Dije juguetonamente.

Se aparto de mí, sentándose junto a mí, estaba recostada—. Después puedes golpearme. Sabes, mantener la fachada de perra. No me molesta. —Soltó una risita.

—Estoy guardando eso para la próxima vez ¿sí? —No pude evitar sonreír y golpear su brazo juguetonamente.

—Cuento con eso.

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Zayn:

— ¡Tienes que estar bromeando! —Grite, tirando el teléfono al otro lado de la habitación. La pieza de metal de mierda golpeó el muro, rompiéndose y diseminándose sobre el piso.

Laced | Zayn Malik (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora