Capítulo 8 (Encerrados)

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Giré la perilla de la puerta y entré a mi habitación, hice una seña para que Harry entrara.

Se sentó sobre el sofá de cuero, sintiéndose muy a gusto.

—Solo un segundo, necesito refrescarme. ¿Me esperas un minuto?

Asintió, sonriendo. Parecía ligeramente perdido en sus pensamientos, así que lo deje y fui a quitarme el delineador que había manchado mi cara.

Después de que lucía decente, caminé de regreso a la habitación—. Hola.

—Hola. —Sonrió y palmeó el lugar junto a él, indicando que me sentara.

En lugar de sentarme a su lado, me senté al otro lado del sofá. Me gire así lo vería frente a frente y crucé las piernas.

—Entonces... —Empecé.

—Entonces.

—Sobre lo que acaba de pasar...

Arqueó una ceja—. ¿Sobre qué?

Elegí mis palabras cuidadosamente—. ¿Por qué... por qué me besaste?

—Porque, —empezó— te calló bastante bien ¿o no? Eso y... Me gustas un poco.

Solté una risa—. Sí, lo hizo. Y... creo que tú también me gustas. —Me moví rápidamente junto a él en el sofá y me apoyé sobre su pecho. Colocó un brazo sobre mis hombros y besó mi cabello.

—Eres muy hermosa Abby.

Suspiré—. Gracias.

Durante las siguientes horas, hablamos sobre las cosas más triviales como cuales eran nuestros colores favoritos, que es lo que le gusta de ser un enfermero, como terminó aquí e incluso cuáles son nuestras comidas preferidas.

—Carne y puré de patatas —repliqué sin vacilación—. Definitivamente lidera mi lista.

—¿En serio? Entonces ¡te ayudé a salirte de tu dieta de una buena manera! —rió.

—Lo aprecio en absoluto. De verdad. Estuvo delicioso —reí.

Soltó una risa—. Sip.

Me acurruqué más cerca de él y me envolvió con sus brazos. Sorprendentemente, estaba extremadamente cómoda con él y adoraba eso. La otra persona con la que me había sentido cómoda era Zayn.

El sonido del metal frío golpeando la puerta y me congelé—. ¿Oíste eso? —susurré conteniendo mi respiración.

Asintió lentamente—. Quédate quieta. De milagro nadie entrara —murmuró.

Suavemente me levanté y silenciosamente me dirigí a la puerta. Puse mi oreja contra ella, para escuchar si alguien se acercaba.

—Abby ¿qué hora es? —La voz de Harry era aletargada.

Miré mi reloj alarma que estaba sobre mi cómoda—. Diez y seis —contesté.

—Mierda, —musitó—. Creo que Niall acaba de encerrarnos. Él cierra todas las puertas a las diez.

—¿Qué? —Atónita, busqué la perilla de la puerta, tratando de abrirla—. Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. Estamos encerrados.

—¿Estás segura? —En este momento estaba de pie junto a mí—. Déjame ver. —Se aproximó a la puerta, hurgándola por un minuto—. Niall ¡bastardo! —gruñó y se volteó hacia mí—. Definitivamente estamos encerrados. Solo esperemos que Niall abra la puerta mañana para despertarnos... y no Zayn.

—Sí —acordé.

—Bueno, esto será divertido —bromeó.

Golpeé su brazo—. No quiero meterme en problemas —dije suavemente.

—Descuida. Estaremos bien —suspiró, bostezando—. Deberíamos dormir. Escojo el sofá.

Dudé—. No, puedes elegir la cama, yo tomaré el sofá.

Negó con la cabeza—. No seas tonta Abby, puedes conservarla.

Suspiré—. Sinceramente Harry, no me importa. Simplemente podríamos compartir la cama. No es un gran problema.

Arqueó una ceja—. ¿Estás segura?

—Sí —bostecé. Hoy había sido un día bastante largo, entrenando con Louis por la mañana, luego los deberes de la cocina y después lo que ocurrió en la cena con Zayn. Ahora estaba lista para olvidarme de todo.

—Bien —asintió—. ¿Te importa si uso tu ducha? No sé si tendré suficiente tiempo para asearme mañana por la mañana.

—¡Adelante! Las toallas están en el armario. Sírvete. —Salté sobre mi cama, pasando al lado más lejano en lugar de quedarme en el centro así Harry tendría espacio para dormir cuando regresara. Me tumbé sobre mi espalda, mirando el diseño del techo.

Cerré mis ojos por algunos segundos, contemplando mis sentimientos por Harry. Realmente me agradaba y él era una persona dulce. Me sentía honestamente bien con él, más de lo que me había sentido con alguien antes.

Y creo que en verdad me gustaría besarlo de nuevo.

Pero ¿qué hay de Zayn?

~

—¿En qué estás pensando? —Harry se paró al otro lado de la cama, una toalla colgaba desde su cintura, su cabello estaba mojado. Tenía otra toalla en la mano, seguramente para secar su cabello.

Lo miré, sonreí con picardía—. Tú.

—¿De veras? ¿Qué hay sobre mí? —Sujetó la toalla y la colocó sobre su cabello, despeinándolo para secar sus rizos.

—Muchas cosas. —Fue lo único que dije.

Sonrió, mostrando sus hoyuelos—. ¿Cosas?

Sonreí—. Cosas.

—Cierra tus ojos. A menos de que quieras la imagen de... cosas.

—Oh Dios no. —Cerré los ojos, riendo.

Esperé por un minuto mientras Harry se ponía sus bóxers y luego escuche un clic y sentí que la cama se hundía mientras el subía—. Ahora puedes abrir los ojos.

Abriendo mis ojos, noté que Harry había apagado las luces—. Buenas noches Abby —dijo, mostrándome su espalda y tapándose con la manta.

Fruncí el ceño, rodé hasta su lado—. Que ¿ahora vas a ignorarme? —Piqué su espalda desnuda suavemente.

Se volteó para verme—. Simplemente no quería que pensaras que estaba aprovechándome de esta situa-

Presioné mis labios contra los suyos, lo interrumpí con un beso fugaz. Me aparté, le sonreí—. No te preocupes. Sé que no lo harás.

Me acerco a él, juntando sus labios con los míos. Me alejé varios minutos después, mis piernas estaban fuera de las suyas. Me puse encima de él, lo mire a los ojos.

—Sabes, estuve sorprendida con tu reacción cuando te dije que era... ya sabes... Todo el mundo enloqueció y perdió la cabeza —dije, bajando la cabeza para besarlo de nuevo.

Correspondió el beso rápidamente, pero luego se apartó—. Sí sigues sentada sobre mí de esa manera, voy a tener un diferente tipo de reacción. —Sonrió satisfecho.

—Mierda. Lo siento. —Me bajé de él y me acurruqué a su lado—. Disculpa.

Me acerco a él así mi cabeza descansa sobre su pecho y me envolvió con sus brazos—. Está bien. —Depositó un beso sobre mi cabello, cerrando sus ojos y suspirando somnoliento—. Duerme un poco.

Piqué su mejilla juguetonamente—. Tu también Rizado.

Un ojo verde se abrió—. ¿Rizado?

—Sí. Rizado, me gustan tus rizos. —Pase una mano a través de su cabello húmedo, despeinándolo—. Rizado.

Soltó una risa ronca, luego me acercó más a él.

—Buenas noches —susurró.

—Hasta mañana.

Créditos a: @izzysaphira

Otro momento Habby n.n solo espero que Zayn no los atrape .-.

Dedicado a: @E_E_A_M

Laced | Zayn Malik (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora