Laced | Zayn Malik (Español)

Capítulo 53 (Ayudando a Los Necesitados)

Asintiendo, da un paso lejos de mí y se voltea para conectar mis ojos con los de ella—. Claro.

Subo mi mano y delicadamente sujeto la parte superior de su brazo, y la apego a mí, mi mente se hunde en lo que ocurrió la última vez que salimos. No iba a dejar que eso ocurriera de nuevo, así que necesitaba asegurarme que literalmente estaría sujetándola todo el tiempo. Para mantener mi toque se ser dominantemente agresivo, moví mi brazo y lo colgué alrededor de sus hombros, atrayéndola incluso más a mí.

Era una especie de cómo una pareja normal podría caminar afuera, si fuéramos una pareja.

—Vamos.

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Empuje la puerta para abrirla y señale que ella entrara antes de mí. Note que sus mejillas estaban levemente rojas debido al frío, pero no dije nada. Me agradeció con una diminuta sonrisa y entro. La pequeña campana colgada en la pequeña puerta del minúsculo café sonó mientras entrabamos, llamando la atención hacia nosotros.

— ¿Cómo puedo ayudarlos? —Una mujer con el oscuro corte de hada se acerco a nosotros, sus manos estaban juntas tensamente mientras forzaba un sonrisa en su cara. Sus ojos eran fascinantemente vacios y había una deteriorada herida en su mejilla izquierda. Cuando baje la mirada, en su muñeca estaba un manilla negra. La marca de un esclavo.

—Una mesa para dos, por favor. —Digo lo más amablemente posible y jalo a Abigail junto a mí. no quiero que ella vea a la mujer, pero puedo decir que ya se dio cuenta del caparazón vacio que tenía nuestra camarera cuando los ojos azules de Abby se abrieron mucho por su vista.

—Como usted desee Señor. —Hace una rápida reverencia y después hace un gesto para que la sigamos. No puedo evitar percatarme de sus rápidos y nerviosos movimientos, moviendo su cabeza hacia atrás para mirar algo, como si estuviera nerviosa.

—Aquí tiene Señor, Señora.

La mesa era pequeña, sin embargo estaba al fondo del café y como pedí, nos permitía algo de privacidad. Me senté frente a Abby y levante la mirada hacia la mujer—. Gracias.

—Seré su camarera. Aquí están los menús, —coloca los menús laminados sobre la mesa y ladea su cabeza hacia atrás de nuevo al frente, con ojos preocupados, buscando—. ¿Qué les gustaría tomar?

Abigail me mira como si pidiera permiso para hablar, así que le doy un sutil asentimiento.

— ¿Tiene chai lattes? —Pregunta Abby.

La mujer asiente—. Sí Señora.

—Entonces quiero uno de esos. —Abigail muestra una simpática sonrisa y después se gira hacia mí.

—Traiga dos. —Interrumpo y le entrego uno de los menús a Abigail.

—Regresaré. —La mujer de nuevo fuerza una sonrisa y después se voltea para irse. Antes de que sepa lo que hago, mi mano se cierra alrededor de su antebrazo, deteniéndola de irse.

—Espere. —Insistí y podía ver en mi visión periférica que Abby me miraba confusa—. ¿Cuál es su nombre?

La mujer retrocede, evidentemente con la guardia baja—. ¿Q-qué? —Vacila, con sus ojos abiertos de miedo.

— ¿Su nombre? —Pregunto gentilmente, dándole una sonrisa tranquilizadora.

—No creo que tenga permiso para decirle. —Trata de retroceder y alejarse, y puedo decir que ella esta aterrorizada.

—No le diré a nadie que me lo dijiste. Confía en mí, estoy de tu lado.

Parece escéptica, una vez más mirando por encima de su hombro como esperara por alguien o que apareciera algo y la atacara. Cuando finalmente miro atrás, me asiente rápidamente—. Jillian Señor. Jill para acortarlo.