HILO DE SANGRE - KOOKTAE

四十八

El Emperador de Jade y el Primer Príncipe, ya purificado y sin rastros de ningún amante "secreto",  se reunieron con los demás en las puertas del Palacio Principal muy temprano, ataviados con un hanfu sencillo y el largo cabello cogido en una coleta baja sin adornos. El día de su encierro había llegado.

Como el Dragón Azur no sólo era un guardián, los miembros de la corte también se congregaron en el lugar para verlos partir. El general Guan Yu anunció a la familia real mientras la madrugada cambiaba sus tonos, su voz fue el único sonido alto que se produjo generando algo de eco mientras todos se inclinaban reverentes.

Zheng Guo sonrió levemente al ver a Taehyung con los ojitos entrecerrados mientras ambos participaban de la procesión. Desde que descubrió lo que ocurría en el interior de la estrella, estuvo al pendiente de su estado; intentó ayudarle a canalizar la gran cantidad de energía en su cuerpo aunque no fue nada fácil porque no podía hacerlo con gente alrededor o podrían darse cuenta que había algo fuera de lugar. La traviesa luz parecía no ser consciente que ocultarse de esa manera podía ponerla en aprietos, sin embargo, el Segundo Príncipe tampoco tenía corazón para obligarlo a salir porque eso abría la opción de que Taehyung no volviera a ver a su familia humana nunca más.

Los asistentes esperaron verlos partir para comentar algunas particularidades, como la presencia de la mascota masculina que algunos creían, había sido la verdadera causa de la cancelación del compromiso con el hada floral; otros pensaron que era el momento de enviar algunos "presentes" a los príncipes.

El Emperador de Jade no tenía harem y tampoco lo quería, al principio de su reinado, algunos todavía trataron de enviar hermosas muchachas y atractivos jóvenes pero todos fueron rechazados hasta que llegó a cansarse de lidiar con los "regalos" decretando que estaba prohibido volverlo a hacer. No tomaría concubinas ni mujeres ni hombres.

Claro que esa regla sólo aplicaba a él, los príncipes podrían ser diferentes.

La procesión salió de la Montaña Central con garbo. Primero, dejaron al Tigre Blanco en una parte especial del Palacio Oeste, pasando el hermoso árbol gignko y la gran pagoda, por un camino entre los árboles de diferentes tonos otoñales, había un viejo tronco que el fénix explicó, había sido alcanzado por un devastador rayo lleno de poder dando origen al Guardián Oeste, no se incendió ni se cayó, pero todas sus ramas fértiles se esfumaron junto a cualquier semilla, flor o fruto.

Taehyung abrió sus somnolientos ojitos, muy muy grandes, atento a cada palabra que Jungkookie decía, detalló cada camino en la madera hasta que notó que escondido casi en el gran hueco por donde Zhì Mín ingresaba, había un esqueje, de hojas pequeñas que caía hacia un lado como una guirnalda diminuta y sobrepuesta.

‒Si el árbol no da más hojas, ¿qué es eso, Kookie? ‒señaló bajito.

‒No terminé de explicarte. Cada vez que un Guardián Oeste nace, en este árbol sucede un hecho extraño, un brote sale, crece y madura junto a él. Al morir el Tigre Blanco, esa única rama se marchita hasta que nazca otro Guardián Oeste.

El niño se quedó pensativo mientras dejaban atrás el Palacio Oeste y se dirigían al Palacio Este, ¡habían tantas cosas maravillosas en este lugar!

El Palacio Este acogió la procesión con una alfombra de pétalos, el qilin mordisqueó la manga de Taehyung antes de corretear hacia el camino que dirigía al lugar donde se volvieron a ver, mas, el castañito no pudo seguirlo, sería una falta de respeto romper el protocolo. Al ver que no podían corretear, Huǒ se convirtió en un peludo pomerania, Zheng Guo lo alzó burlándose de él un poco porque sabía que quería tener la atención de la estrella, hasta quiso soltar sus llamas multicolor contra un dios del fuego sólo por no ser alzado por el polluelo.