六十

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El plan de la Dama Peng era simple, iba a montar un gran espectáculo exagerando algunos de los rumores sobre la relación del Segundo Príncipe y el castañito, sería muy fácil gracias a la gran imaginación que todo KunLun tenía; pidió la cooperación de todos hasta de la Inmortal Yi Fei aprovechando su visita. You Wen sólo aceptó montar un espectáculo luego de asegurarse que el Joven Maestro comiera, no quería enfrentar la furia del Segundo Príncipe por nada del mundo.

El niño era la perla en las manos del Rey de las Aves*.

─Puede ir a descansar, Joven Maestro ─dijo la dama Peng al verlo soltar los palillos mientras los demás preparaban lo solicitado y se dirigían a la Mansión Yánsè de Xīngzuò*.

─Yo también quiero participar, Dama Peng.

─ ¿Está seguro? El médico dijo que debía descansar.

─Sí, vinieron a verme y sería descortés no recibirlas. ¿Cómo iba a hacerlo sin mí?

─Iba a poner a otra persona tras una cortina... pero si desea quedarse, no me opondré aunque debe saber que es peligroso.

─Prometo no hacer nada que me ponga en peligro.

─Está bien, vamos a prepararlo.

Dos palitos de incienso después, el par de grullas damisela ingresó por primera vez al Palacio Sur, uno de los sirvientes las guio por la columnata en silencio.

─ ¿El mayordomo del palacio no pudo venir a recibirnos después de hacernos esperar tanto? Es tan descortés ─rezongó Batbayar con disgusto, al enterarse que acompañaría a sus señoras al Reino de la Dicha Pura para casarse con el Segundo Príncipe, hijo del Gran Emperador de Jade, sabía que tendrían que sumirse en peleas descarnadas por el favor, pero no esperaba que no les dieran la oportunidad de vivir en el Palacio Sur ni dejarlas pasar una noche con él...

¿Cómo podrían brindar placer y dar herederos que las llevarían al Palacio de Jade cuando el dios del fuego heredara el Trono Dorado del Dragón?

─El mayordomo Yen está muy ocupado sirviéndole té a nuestro Joven Maestro ─respondió con gesto solemne─, si alguien de menor rango lo hiciera, Nuestro Joven Maestro se quejaría con el Duque Nánbù De y aunque el Gran Duque es una buena persona, según las órdenes del Segundo Príncipe, todos los sirvientes serían azotados y al mayordomo se le daría la muerte por mil cortes*.

─ ¡¿Qué clase de tontería es esa?! Yo misma vi a la mascota masculina la tarde que llegamos y ni siquiera lo presentaron como parte del harem, parece sólo un niño débil, no puedo entender por qué el Rey de las Aves lo usaría para algo más que para calentar su cama.

─Le aconsejo guardar silencio, el Joven Maestro es el tesoro más grande del Territorio Sur ─habló el sirviente bajando la voz, observó a los guardias apostados a sólo cinco chi de ellos exagerando el miedo que generaban.

Aunque no estaba mintiendo, todos sabían que el de sonrisa cuadrada era invaluable en el corazón del Segundo Príncipe.

─ ¿Por qué? ¿Acaso también me darán la muerte por mil cortes?

─ ¿No sabe que se removió al Inmortal Dong Bin de la Corte Imperial y se convirtió a su hija en una simple humana antes de expulsarlos a pedido del Joven Maestro? Hacer que la torturen no sería complicado.

─E-Eso... eso tampoco lo creo, el Hada Floral robó algo y por eso la exiliaron.

─ ¿No oyó que la implicaron? Si fuera un hecho demostrado, los seres mágicos no seguirían esparciendo rumores.

─ ¿Cómo explicas el asunto del  dios menor que espera sentencia?

─ ¿Qué dios menor?

─T-Tú ─lo señaló perdiendo la paciencia.

HILO DE SANGRE - KOOKTAEWhere stories live. Discover now