一百二十九

269 61 12
                                    

En un lugar lejano, un grupo de híbridos recogieron polvo estelar del fondo secreto que fue abandonado hace mucho, también retiraron piedras preciosas de colores magníficos mientras que su deidad suspiró garabateando con un palo en la tierra, no muy lejos, su nombre junto al de la persona que amaba... era insoportable estar lejos. No habían besitos diarios, ni abrazos, ni lindas palabras, ni mimos...

Extender las manos hacia el cielo no haría que su Ancestro Pervertido lo tomara en sus brazos y se lo llevara a su nido.

La noche se tornó oscura resaltando a la luna y a los astros como una cadena de joyas, algunos copos de nieve bajaron cubriendo el patio frente a la habitación principal de la Primera Mansión del Palacio de Jade, la nieve ligera sólo alcanzó a cubrir como un velo de tul a la vegetación, similar a acariciarla en un saludo amable. El Segundo Príncipe arribó cuando en todo el Reino de la Dicha Pura algunos fuegos artificiales explotaron como flores abriéndose en primavera llenos de anticipación y los farolillos rojos resaltaron en medio del paisaje por la llegada de un nuevo año.

―Saludos, tío ―dijo Zheng Guo al notar al Buda Sonriente sentado junto al lago bebiendo un sorbo de té, su cabello llevaba algunos copos que simulaban una diadema de perlas que contrastó con el leve rubor por el ambiente fresco.

―Oh, sobrino... ¿ya te mandaron a llamar? ―alzó la mirada de manera jovial de las piezas de mahjong regadas en la mesa.

― ¿Y el tío Zhang Lang? ―preguntó mirando alrededor, le pareció extraño que ni siquiera se viera a los sirvientes o guardias cerca.

―Está en el mundo humano, bajó para ayudar al dios de la cocina antes de su ascensión.

― ¿Por qué sólo tú haces guardia?

―El general Guan Yu dispuso a la guardia real en zonas estratégicas de todo el Palacio de Jade y los alrededores, también hay long espirituales. Aquí, sin embargo, por la naturaleza del Emperador se crea una barrera que aleja desconocidos para proteger a su pareja y a su bebé. Lo mismo pasó en el nacimiento del Primer Príncipe y en el tuyo ―explicó invitándolo a sentarse, tomó la tetera para verter té caliente en la taza extra.

El dios del fuego asistió enviando un pequeño pájaro espiritual para hacerle saber al Guardián Azur de su llegada.

―Hace mucho tiempo que no veía la nieve, nunca cae más que en el Territorio Norte ―comentó alzando su palma para suspender el pequeño copo de nieve y guardarlo. Se lo regalaría a la estrella cuando la volviera a ver.

―Es porque hoy es un día especial, ¿acaso no lo sabes? ―rio el Buda Sonriente desplegando su abanico.

Dentro de la alcoba, Xi Zhen yació en medio de la cama, su cabello suelto y húmedo cayó en desorden. El peinado con la corona de oro y hermosos jades que se puso para el banquete con los dioses de la corte central se deshizo antes de poder regresar a la Primera Mansión, su elegante traje de brocado con hilos de oro y plata se convirtió en nada. El Emperador de Jade, todavía ataviado con el ostentoso hanfu dorado, se sentó al lado de su pareja sin soltar su mano, enviando su poder por todo el cuerpo contrario mientras la Dama Peng y las demás auxiliaban el parto.

A la medianoche, un adorable llanto inundó los oídos de la Pareja Real que recibió entre sus brazos, con el rostro lleno de lágrimas y sonrisas, a la pequeña bebé, fruto de su matrimonio. Un gran long espiritual se elevó por los aires dando un espectáculo magnífico para anunciar la noticia a cada rincón. En el Territorio Norte, en la edificación más grande del Palacio, el canto del dragón negro se hizo eco llevando la alegría, una luz pálida iluminó los cristales de hielo a su paso, la bola de oro macizo encima de las tejas de tres tiempos destelló cegando a la oscuridad.

HILO DE SANGRE - KOOKTAEWhere stories live. Discover now