二十五

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Taehyung seguía dormido cuando su hermana ingresó a su habitación, Seolhyun se acomodó a su lado con los ojos entrecerrados y se cubrió con la sábana intentando no fallar en su papel de refugiada, pero no lo logró porque Kyungsoo entró con música en su celular a todo volumen ocasionando que sus sobrinos se quejaran.

─ ¡Despierten, dormilones! ─Les quitó la sábana y se dirigió a la ventana para abrir las cortinas de par en par.

─Tío, estamos de vacaciones ─se quejó el castañito haciendo un puchero.

─ ¿Por qué no consigues una pareja?
─le dijo Seolhyun tapándose el rostro con la almohada.

─No le hables así a tu jefe ─la regañó─, una vez más y subo el precio de la membresía.

─Tío, no seas así.

─ ¿Acaso lo olvidaron? Debemos desayunar temprano porque hoy vienen los interesados en alquilar mi habitación, no quiero reclamos ni confusiones después.

─ ¿Es hoy?

─Sí, recuerden que le prometimos a su mamá hacerlo antes que regrese de Corea. Iré a preparar el desayuno, tienen diez minutos para lavarse y ponerse lindos.

La fémina se sentó tallando sus ojos, a su lado, Taehyung bostezó moviéndose como una oruga sin querer salir de su cama.

─ ¿Buscarás trabajo, TaeTae? ─interrogó la mayor arreglando los desordenados cabellos de su hermanito.

─Sí, noona. Quiero ganar algo de dinero para comprarme una buena cámara fotográfica.

─Bueno, espero que consigas uno donde te paguen bien ─lo animó parándose.

─Gracias.

─ ¿Ya están listos? Quiero comprar las cosas para la cena luego de entrevistar a los estudiantes ─habló Kyungsoo desde el primer piso─. Tendremos bulgogi, pollo frito y varias botellas de alcohol.

Los hermanos corrieron hacia el baño, Seolhyun ganó la carrera, así que el menor de los Kim regresó a su alcoba. Abrió su armario para escoger lo que usaría, tomó un pantalón corto de mezclilla y una remera básica blanca, se quitó su pijama para ponerse la ropa seleccionada. Una vez listo y sabiendo que su hermana tardaría, tomó su celular para sentarse en su escritorio viendo las notificaciones, como no había nada interesante, se dirigió al librero de donde sacó su cuento favorito y lo abrió dispuesto a leerlo otra vez. Siempre sentía una extraña calidez en su pecho y los dibujos lo transportaban a otro mundo lleno de magia. Era su tesoro más grande.

─ ¿No te cansas de leer la historia de la estrella, osito de miel? Nunca me dijiste de dónde sacaste el libro, parece costoso. Podrías venderlo y comprarte varias cosas lujosas.

─ ¡S-Seol noona! ─la regañó de inmediato─. Primero, ¿podrías tocar antes de entrar? Y segundo, no venderé este libro jamás. ─Lo abrazó haciendo un puchero.

─Vine a avisarte que puedes usar el baño. ─Le despeinó el cabello─. Sigues siendo un bebé aunque cumplirás los dieciocho pronto.

─No soy un bebé. ─Cerró el libro y lo dejó con cuidado en la repisa.

─Digamos.

En el baño, hizo sus necesidades y se lavó el rostro y los dientes. Bajó tarareando una canción, su hermana y su tío estaba poniendo la mesa.

─Buenos días ─dijo sonriendo.

Se sentaron a comer luego de terminar de arreglar todo.

─ ¿Tienes alguna cita hoy, Seol? ─preguntó Kyungsoo tomando su café.

HILO DE SANGRE - KOOKTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora